Espa?a, a por su tercer Mundial
La selecci¨®n se clasifica para su quinta final consecutiva tras superar con brillantez a Italia (1-4)
Algo debe de tener el f¨²tbol sala espa?ol, capaz de colocar a la selecci¨®n y a sus clubes una y otra vez en el centro de la escena europea y mundial. Solo Brasil, y eso es decir mucho, le discute el papel principal. Una vez m¨¢s volver¨¢n a encontrarse en una final internacional despu¨¦s de que la canarinha se deshiciera con comodidad de Colombia en la otra semifinal (3-1). El partido definitivo del Mundial de Tailandia, la quinta cita consecutiva para el combinado espa?ol, se disputar¨¢ el domingo (13.30, Marca TV). Por el camino qued¨® Italia (1-4) porque en este deporte el animal competitivo es La Roja. En el partido pas¨® por todos los trances, y de todos sali¨® airosa: arranc¨® como un cicl¨®n, se cerr¨® sobre s¨ª misma con un punto de sufrimiento, ante los arreones de Italia al final de la primera parte, y tir¨® de virtuosismo en la segunda parte. No tartamude¨® ni con el gol de Italia, que fue una sorpresa.
Fue un partido en tres actos de duraci¨®n desigual. El primero lo concibi¨® Espa?a como una fase de afirmaci¨®n. Sali¨® como un torbellino, someti¨® a Italia con una presi¨®n agobiante y se cobr¨® su pieza, aunque de la forma m¨¢s inesperada. A Saad, el italiano del Barcelona, no se le ocurri¨® otra cosa que meter la puntera a un saque lateral de Jordi Torras y a Mammavella, el portero italiano, se le qued¨® cara de pasmo, incapaz de otra cosa que de observar c¨®mo la bola se colaba junto al primer palo.
Italia, 1; Espa?a, 4
Italia: Mammarella (pt), Forte, Romano, Fortino, Assis (quinteto titular); Ercolessi, Leggiero, Honorio, Mentasti, Merlim, Dos Santos, Barigelli (pt), Lima y Mairelli (pt).
Espa?a: Juanjo (pt), Aicardo, Fernandao, Kike, Alemao (quinteto titular); Cristian (pt), Ortiz, Torras, Alvaro, Miguel¨ªn, Lozano, Borja, Lin y Rafa (pt).
Goles: 0-1, m.8: Saad (pp). 1-1, m.29: Merlim. 1-2, m.29: Alemao. 1-3, m.33: Lozano. 1-4, m.37: Lin.
Italia qued¨® aturdida, como un meritorio a¨²n incapaz de recitar el texto sin trastabillarse en una palabra inc¨®moda. Robaba el bal¨®n, pero ca¨ªa en un traspi¨¦s, o se enmara?aba en posici¨®n de tiro o marraba el disparo. Poco a poco, sin embargo, cogi¨® confianza, y los ¨²ltimos minutos del primer tiempo fueron suyos. Espa?a perdi¨® el control y el bal¨®n empez¨® a volar de la porter¨ªa de Juanjo al campo contrario. Casi nunca encontr¨® su objetivo, pero Espa?a aguant¨® en pie sin un rasgu?o.
El descanso fue un b¨¢lsamo, as¨ª que la segunda parte se convirti¨® en el acto final, el m¨¢s largo. Entonces, llegado el momento cumbre de la funci¨®n, Espa?a se luci¨®. Jordi Torras la tuvo dos veces, e Italia, a esas alturas, era un flan. Tambi¨¦n la tuvo Fernandao, tres veces, la ¨²ltima de ellas tras un giro de ballet ejecutado en algo menos que una baldosa. Y cuando mejor estaba Espa?a, en un despiste inexplicable (o solo explicable si se estaba ejecutando un cambio, lo que no se apreci¨®) un saque de Mammarella coloc¨® a Merlim solo ante Juanjo, batido para desconcierto general.
El gol, sin embargo, no alter¨® el guion porque el grupo de Venancio se sabe todos los trucos del oficio. As¨ª que cuando Alemao, apenas medio minuto despu¨¦s, fusil¨® a un metro de la porter¨ªa italiana, todo qued¨® resuelto. Lozano agrand¨® la diferencia entre la estrella y el meritorio en un contraataque, un tres para uno resuelto con frialdad que mostr¨® la voracidad del grupo de Venancio L¨®pez. Poco despu¨¦s, Lin puso el 1-4, marcador final que demuestra que Espa?a, en el f¨²tbol sala, tiene asignado el papel principal. Los focos son para ella, por quinta vez consecutiva, y el domingo puede sumar un Mundial al Europeo que logr¨® en febrero.
Un palmar¨¦s deslumbrante
Campeona del mundo: 2000 y 2004.
Subcampeona del mundo: 1996 y 2008.
Tercera en el campeonato del mundo: 1992.
Seis Eurocopas: 1996, 2001, 2005, 2007, 2010 y 2012.
Un subcampeonato de Europa: 1999.
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