Vela desafina al Rayo

Hubo partido, poco, pero entretenido, hasta que Vela quiso. Fue una cuesti¨®n de intenciones, de situaciones encontradas que deshacen una aparente monoton¨ªa a golpe de intervencionismo. Basta estar en el momento adecuado y encontrar un bal¨®n oportuno para causar una inflexi¨®n irreparable. La padeci¨® el Rayo de J¨¦mez, valiente en su planteamiento, pero endeble a la hora de resguardar el nido. Y ah¨ª apareci¨® un cazagoles. Porque Vela es m¨¢s de enlazarlos que de empaquetarlos. Primero para acurrucarse un bal¨®n suelto y batir por bajo a Cobe?o. Y despu¨¦s para cazar un remate cruzado de esos que los zurdos saben fabricar.

El chaparr¨®n mexicano empap¨® al Rayo en apenas dos minutos. Sin embargo, la capacidad de rehidrataci¨®n del conjunto vallecano va m¨¢s all¨¢ de lo meramente material. Por eso sigui¨® queriendo controlar el bal¨®n aunque no tuviera su noche. Y como enfrente las luces indicaban el camino, Mikel Gonz¨¢lez se uni¨® al mon¨®logo local con su primer tanto de la temporada. Abierta la puerta de la fiesta se col¨® otro desaparecido hasta la fecha, el Chory Castro que fusil¨® a un Cobe?o sobrepasado con un zurdazo soberbio. Pon¨ªa el uruguayo el candado a un partido breve, que le sirvi¨® a la Real para encontrar su identidad colectiva a partir de un solo individuo.