Las broncas del capit¨¢n
El Bar?a aspira a que el regreso de Puyol, l¨ªder del vestuario y en el campo, consolide a una defensa que recibe 1,25 goles de media
Basta una mirada de Messi a Villa, tenga o no aire de reproche, para que se considere una bronca, un gesto de mal gusto, una innecesaria muestra de liderazgo mal entendido, de despotismo futbol¨ªstico. Y en el vestuario, empezando por el Guaje y acabando por la Pulga, se r¨ªen y miran a Puyol. ¡°Para broncas, las suyas¡±, celebran los compa?eros. Tenso a m¨¢s no poder durante los partidos, a la voz del gran capit¨¢n reacciona el equipo, que celebra su vuelta a la competici¨®n por mucho que tampoco alcanzara para cerrar la porter¨ªa de Vald¨¦s contra el Zaragoza. La sensaci¨®n es que con la vuelta de Puyi el Bar?a ganar¨¢ nervio y atenci¨®n, no por dem¨¦rito de los que han jugado hasta ahora, sino porque sencillamente sus broncas se notan.
Tito Vilanova lo tiene muy claro: ¡°Puyol es importante por lo que nos ayuda en la defensa, pero sobre todo por lo que nos transmite, por eso es el capit¨¢n¡±. Tambi¨¦n habl¨® Cesc F¨¢bregas: ¡°Lo consideramos vital. Es el capit¨¢n y el que ejemplifica los valores de coraje, disciplina, valent¨ªa¡. Nunca se da por vencido, siempre va al m¨¢ximo. Pasa el tiempo y parece que cada vez es mejor. A nivel personal es un amigo que siempre est¨¢ en los momentos dif¨ªciles. Le aprecio much¨ªsimo¡±. ¡°Puyi no para, es agotador¡±, suele explicar Piqu¨¦, quien acostumbra a recordar una an¨¦cdota sucedida en uno de sus primeros partidos en el Bar?a: ¡°Puyi me gritaba: ¡®?Geri, Geri! ?Atento!¡¯ Y otra vez. ¡®?Geriiii!¡¯ Al final, me gir¨¦ y le pregunt¨¦: ¡®?Atento a qu¨¦?¡¯ A lo que sea, ?que te distraes!¡±, me respondi¨®¡±. No olvida contar Piqu¨¦ que, cuando eso ocurr¨ªa, hab¨ªa un jugador rival tirado en el suelo y el carrito con la camilla estaba dentro del campo, que el Bar?a goleaba y que faltaba un minuto para acabar el partido. ¡°?l es as¨ª. A su lado eres mejor futbolista porque te exige cada minuto¡±.
?Claro que le escucho gritar en el campo! ?Le escuchamos todos!" Pedro Rodr¨ªguez
¡°?Claro que le escucho gritar en el campo! ?Le escuchamos todos!¡±, se exclama Pedro, convencido de que las voces del capit¨¢n son tan necesarias como sus cruces de ¨²ltima hora cuando el delantero se dispone a rematar. ¡°Puyi es el jefe y, como tiene una buena visi¨®n del campo, nos organiza¡±, insiste el canario. ¡°Se le echa de menos siempre, as¨ª que ahora est¨¦ en condiciones de jugar es una buena noticia¡±, dice Iniesta. ¡°Puyol tira de todos¡±.
Lo mismo le ocurre a Xavi: ¡°M¨¢s all¨¢ de su rapidez y buena colocaci¨®n, Puyi contagia y no deja que nadie se distraiga. A m¨ª, escuchar sus voces detr¨¢s me tranquiliza, s¨¦ que est¨¢ y que no puede pasarnos nada malo¡±. ¡°No s¨®lo en los partidos, tambi¨¦n en los entrenamientos¡±, insiste. Incluso Sergio Ramos, rival en el Madrid y compa?ero en la selecci¨®n, le reconoce: ¡°Puyol es un ejemplo¡±. En esa l¨ªnea se mueve Bartra, que le mira m¨¢s all¨¢ del campo. ¡°Durante los partidos, en los entrenamientos y en el vestuario siempre est¨¢ encima para ayudarnos, para corregirnos o para animarnos. Y no sabes c¨®mo se lo agradezco¡±, asegura el central, lesionado, baja por 15 d¨ªas.
Sus voces me tranquilizan, en los partidos y tambi¨¦n en los entrenamientos¡± Xavi Hern¨¢ndez
Lleva el Bar?a encajado 1,25 goles por partido, el peor arranque de la ¨²ltima d¨¦cada, un dato tan hist¨®rico como las 11 victorias acumuladas. Y para corregir las disfunciones llega Puyol con el codo todav¨ªa maltrecho, en la que ha sido su ¡°peor experiencia¡± en cuanto a lesi¨®n. Una voz suya da la alarma y el equipo llega en zafarrancho a defender. As¨ª ocurri¨® el s¨¢bado cuando marc¨® Monta?¨¦s. Primero maldijo su suerte; luego record¨® que en la frontal ten¨ªa que haber un jugador, seg¨²n lo estudiado; luego le grit¨® al equipo para que espabilara y termin¨® encarado con el asistente arbitral, que pasaba por all¨ª, a la jugada siguiente. Todav¨ªa hubo m¨¢s bullas de Puyi en su quinto partido del curso. Entre otras al m¨¦dico, Ricard Pruna, cuando fue sustituido al entender que ten¨ªa molestias. Los gestos de contrariedad del capit¨¢n fueron elocuentes desde el momento en el que arroj¨® a Xavi el brazalete de capit¨¢n.
Soltero, amante de las nuevas tecnolog¨ªas y de las t¨¦cnicas de autoayuda, el capit¨¢n azulgrana negocia su renovaci¨®n de por vida. M¨¢s all¨¢ de sus condiciones futbol¨ªsticas, el Bar?a necesita su car¨¢cter. Con ¨¦l no se salva ni Messi, ese que a veces mira a Villa y dicen que es malcarado. Porque para broncas, las de Puyi.
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