Jerarqu¨ªa sin profundidad
Simeone apuesta por el central Cata D¨ªaz como sustituto del lesionado Filipe Luis y no utiliza a laterales como Silvio y Cisma
Germ¨¢n Burgos, la mano derecha de Diego Pablo Simeone, ten¨ªa a principios de semana una explicaci¨®n a las pocas lesiones que hab¨ªan aparecido hasta ahora en el Atl¨¦tico. No hab¨ªa sucedido a¨²n la rotura del Cebolla Rodr¨ªguez ni la sobrecarga muscular que dej¨® fuera a Filipe Luis. Burgos, tirando de su dilatada carrera, apuntaba a la suerte: ¡°Con la intensidad con la que entrenamos, no es normal. Es suerte, yo solo tuve en toda mi trayectoria un desgarro muscular y un compa?ero que tuve, se apoyaba en la valla y se lesionaba un dedo¡±. Del mi¨¦rcoles al s¨¢bado, esa fortuna pareci¨® haber abandonado al Atl¨¦tico.
Dos lesionados, los dos jugadores de banda izquierda que le hicieron mucho da?o para afrontar el derbi. Filipe Luis se hab¨ªa entrenado aparte en el multitudinario entrenamiento de la ma?ana. Hizo carrera y no particip¨® de los rondos de sus compa?eros. Desde el club dijeron que no era nada importante en una clara intenci¨®n de no dar pistas sobre la ausencia que finiquit¨® la capacidad de producir juego ofensivo por esa banda.
Con la baja anterior del Cebolla Rodr¨ªguez, el Atl¨¦tico perdi¨® poder en su banda izquierda
La baja del lateral brasile?o se supo media hora antes de que empezara el partido. El elegido para sustituirle fue el Cata D¨ªaz, un central. Simeone contaba con Cisma, fichado este a?o, y con Silvio, pero prefiri¨® apostar por la jerarqu¨ªa del Cata. La decisi¨®n deja en mal lugar a los dos laterales que se quedaron en el banquillo. Cisma es un lateral izquierdo natural y Silvio ha jugado mucho en esa banda. Sin ir m¨¢s lejos, disput¨® la final de la Liga Europa con el Braga ante el Oporto, hace dos temporadas, en esa demarcaci¨®n. El resultado de esa apuesta fue que el Atl¨¦tico se qued¨® cojo ofensivamente por ese costado. Un problema que nunca pudo solventar el argentino y que el Atl¨¦tico acus¨® sobremanera porque gran parte de su ataque procede de la banda izquierda. De hecho, Filipe Luis es el lateral izquierdo de todo el campeonato que m¨¢s centros saca desde la banda. A pesar de que Simeone le instaba a adelantarse, no hubo noticias ofensivas del argentino salvo cuando subi¨® a rematar las jugadas a bal¨®n parado, una suerte de la que el Atl¨¦tico no sac¨® partido.
Hasta ahora, el Cata D¨ªaz solo hab¨ªa disputado un partido de titular en toda la Liga. Fue en Levante, en el primer duelo del curso, y jug¨® formando una l¨ªnea de tres centrales. Sus otras apariciones en el once inicial hab¨ªan sido en la Liga Europa y en la Copa. As¨ª que le toc¨® el marr¨®n de tener que medirse a Di Mar¨ªa. God¨ªn, su central m¨¢s cercano, hizo con ¨¦l el calentamiento y no par¨® de animarle, consciente de que la papeleta que le tocaba era complicada.
Hasta ayer, el argentino solo hab¨ªa sido titular una vez en la Liga
Se fue a buscar a Di Mar¨ªa muchas veces al campo contrario para encimarle y que no se diera la vuelta. De muchos duelos, sali¨® ganador el exjugador del Getafe. En otros, como en el segundo tiempo, propici¨® alg¨²n contragolpe al llegar tarde. En el gol de ?zil, se qued¨® enganchado, tard¨® en recuperar y no lleg¨® para evitar el remate del alem¨¢n.
Fichado esta temporada, Cata es uno de esos tipos cuyos silencios imponen en el vestuario. Un cacique del ¨¢rea por corpulencia y contundencia. Unos metros m¨¢s a la izquierda, sin embargo, perdi¨® ascendencia. Se le vio relativamente c¨®modo para defender, pero sin decisi¨®n ni cualidades para proyectarse en el ataque. Su banda, en cuestiones de ataque, qued¨® en solitario para Arda Turan, que realiz¨® uno de sus peores partidos con la pelota desde que es jugador del Atl¨¦tico. Retuvo demasiado la pelota y no le sali¨® nada en el uno contra uno. Y cuando miraba para ver si alguien le doblaba para buscarle el dos contra uno a Arbeloa, no hab¨ªa nadie. Filipe Luis no estaba y el Cata nunca estuvo convencido de que pod¨ªa hacer da?o si decid¨ªa escaparse. Le pudo su condici¨®n de central.
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