Sterbik sentencia al Atl¨¦tico

Ante el mismo atiborrado tribunal que le vio condenar a decenas de equipos, Arpad Sterbik se erigi¨® en el juez del t¨ªtulo y dej¨® vista para sentencia la Liga Asobal con la ayuda de un abogado con tanto oficio como Ra¨²l Entrerr¨ªos, que desnud¨® la defensa del Atl¨¦tico, un equipo que ha tardado en arrancar y que pereci¨® ante un soberano Bar?a. Los azulgrana, l¨ªderes invictos, aventajan ya en tres puntos a los rojiblancos, que necesitar¨ªan ahora ganar de cuatro goles en el Palau y que su m¨¢ximo rival pinche en alg¨²n momento de la temporada, algo harto improbable.

Reci¨¦n incorporado al cuadro azulgrana a finales de verano, Xavi Pascual prescindi¨® de Sterbik en la pasada Supercopa, quit¨¢ndole presi¨®n ante una hinchada que no le perdona el cambio. Esta vez Pasqui opt¨® por el internacional espa?ol durante los 60 minutos. Un inconmensurable portero que no se amilan¨® a pesar de los gritos de ¡°?pesetero!¡± ¡°?pesetero!¡± y otras lindezas que le bramaban desde la grande. Baj¨® la persiana Sterbik, independientemente de si los balones llegaban desde la atalaya de Markussen, el ca?¨®n de Lazarov o las zarpas de Julen Aginagalde. Solo Kallman, el extremo gigant¨®n del Atl¨¦tico bat¨ªa con facilidad a su excompa?ero. Siempre y cuando, claro est¨¢, consegu¨ªan traspasar el muro que le precede, ese que han construido a base de intensidad y coraje, entre otros, Viran Morros y Sorhaindo.

Mientras la defensa azulgrana segu¨ªa demostrando lo que lleva haciendo durante a?os, Dujshebaev cont¨®, por fin, con dos gladiadores a los que tanto ha extra?ado en el inicio de la temporada. Ese anhelo no era otro que la intensidad que Gojun o Barachet imprimieron a su equipo, falto, eso s¨ª, de un liderazgo claro en ataque, a pesar del buen inicio de Balic. Aclamado por los m¨¢s de 10.000 espectadores que calentaron la fr¨ªa ma?ana madrile?a, en Vistalegre, el mago de Split sigue lejos de lo que un d¨ªa fue y de lo que se espera de ¨¦l. Se le fich¨® para que liderara al equipo en encuentros de alta alcurnia, pero su brillo ha quedado oxidado.

S¨ª ten¨ªa bien engrasado el brazo Ra¨²l Entrerr¨ªos, principal argumento del Bar?a en ataque siempre que Rutenka no se empecinara en llevar las riendas y se alejase de lo que tan bien sabe hacer: lanzar torpedos. Cuando la maquina azulgrana encaj¨® sus piezas ech¨® a rodar sin nada que lo parara. Porque ah¨ª tiene otro gran problema el Atl¨¦tico esta temporada. Cuando los rivales traspasan a Gojun o a Barachet, los porteros rojiblancos no son garantes suficientes para un equipo que aspira a ganar t¨ªtulos.

Digna fue la actuaci¨®n de Magnus Dahl la primera media hora, s¨ª, pero se esfum¨® el guardameta noruego en el segundo tiempo. Tampoco se le puede pedir mucho m¨¢s. Lleg¨® para cubrir el hueco, imposible de suplir de Sterbik, a ¨²ltima hora, cuando todo el mercado estaba pr¨¢cticamente cerrado. Era el secundario de Hombrados, pero la grave lesi¨®n del capit¨¢n le oblig¨® a tener un papel principal. Ni siquiera el veterano Sabanovic pudo hacer algo por levantar un partido en el que el Atl¨¦tico, sobre todo en la segunda parte, fue a contracorriente. Repel¨ªan balones los guardametas atl¨¦ticos, pero estos no eran determinantes, no tanto como los de Sterbik, que bien pueden valer una liga.