El portero que tem¨ªa a la vida

El suicido del portero Robert Enke protagoniz¨® uno de los episodios m¨¢s tristes de la historia del f¨²tbol alem¨¢n. Hace tres a?os, el 10 de noviembre de 2009, el entonces guardameta del Hannover se arroj¨® a las v¨ªas del tren en la capital de Baja Sajonia. Muri¨® tras ser arrollado por un ferrocarril. Ten¨ªa 32 a?os. El libro Una vida demasiado corta, del periodista y escritor alem¨¢n, Ronald Reng y presentado hace un mes en Espa?a esclarece los motivos que llevaron al deportista de ¨¦lite a tomar esa decisi¨®n.

La obra narra c¨®mo el cancerbero acumulaba un dolor psicol¨®gico insoportable. Se apunt¨® a que su muerte hab¨ªa obedecido estrictamente a motivos personales: ¡°No tiene nada que ver con el f¨²tbol¡±, declar¨® entonces el presidente del Hannover, Martin Kind. El futbolista atravesaba un momento dulce en su carrera, con muchas posibilidades de ocupar la porter¨ªa de la selecci¨®n en el Mundial de Sud¨¢frica. El suicido se relacion¨® con la muerte de su hija Lara de dos a?os en 2006. Enke se encontraba tumbado a su lado cuando el coraz¨®n de la peque?a fall¨®. Se especul¨® con que el jugador nunca super¨® la p¨¦rdida a pesar de que seis meses antes de poner fin a su vida, su mujer, Teresa, y ¨¦l hab¨ªan adoptado una ni?a llamada Leila.

Sin embargo, Reng se?ala en su libro que las depresiones del jugador ten¨ªan tambi¨¦n que ver con el calvario profesional que vivi¨®. Empez¨® en el FC Carl Zeiss y pas¨® por el Monchengladbach, Benfica, Barcelona, Fenerbah?e, Tenerife y Hannover. El escritor afirma que en el conjunto catal¨¢n, entonces entrenado por Van Gaal, empez¨® su particular infierno tras verse relegado al banquillo: ¡°?Por qu¨¦ el p¨²blico aplaud¨ªa como loco cuando Vald¨¦s deten¨ªa un bal¨®n sencillo y ¨¦l no dejaba de recibir los reproches de los t¨¦cnicos?¡±, se pregunta el periodista.

No ten¨ªa ni un solo amigo, se aferr¨® a la idea de que todo iba en su contra

Reng revela que el alem¨¢n fich¨® por el Bar?a por recomendaci¨®n de Mourinho y que ese periodo supuso el comienzo de su hundimiento personal: ¡°No ten¨ªa ni un solo amigo, se aferr¨® a la idea de que todo iba en su contra y le llegaban rumores de que Vald¨¦s era titular por ser catal¨¢n¡±. Se obsesion¨® con el portero de la cantera. Muchos a?os despu¨¦s cuando Enke triunfaba en el Hannover y el Barcelona, con Rijkaard, el teut¨®n declar¨® sentirse superior a su excompa?ero. En su etapa como cul¨¦ el guardamenta, adem¨¢s, no soportaba la presi¨®n del entrenador de porteros, Frans Hoek, empe?ado en moldearle a imagen y semejanza del entonces titular de la Orange: ¡°Ese bal¨®n lo habr¨ªa sacado Van der Sar¡±, o ¡°tienes que jugar la pelota con el interior como Edwin¡±, le gritaba.

La gota que colm¨® el vaso fue el partido de Copa contra el Novelda, de Segunda B, que supuso la eliminaci¨®n del Barcelona. Aquel d¨ªa Enke fue titular y encaj¨® tres goles: ¡°Se autoinculp¨® de forma exagerada y se sinti¨® muy solo cuando Frank de Boer le critic¨® por su actuaci¨®n durante una rueda de prensa. Se hizo una idea equivocada de lo que pensaban de ¨¦l en el vestuario¡±, opina el escritor. Le describe como una persona muy vulnerable y angustiada a pesar de la imagen de fortaleza que proyectaba. Dice que viv¨ªa sumido en el miedo, tomaba antidepresivos y su mujer luchaba para sacarle de la cama. Al portero ¡°le asustaban los partidos¡±, pero no quer¨ªa que nadie descubriera su temor. Unos meses antes de su suicidio no acudi¨® a una convocatoria de la selecci¨®n por un supuesto virus que escond¨ªa un trastorno depresivo.

La mayor¨ªa de sus pensamientos solo los compart¨ªa con su diario, que el mismo calificaba de depre-agenda, a la que el autor del libro ha tenido acceso. En una de sus p¨¢ginas se mencionaba a s¨ª mismo como ¡°Robbi con su cabeza rota¡±. Una vida demasiado corta recoge testimonios de muchos excompa?eros del guardameta, entre los que se encuentra Vald¨¦s. El blaugrana asegura que ¡°Robert era fr¨ªo, pero ten¨ªa el aura de las buenas personas¡±. El periodista, amigo ¨ªntimo de Enke desde su etapa en el Benfica, asegura que nadie se imaginaba lo que planeaba. Recuerda que en la ¨²ltima foto que se hizo con su mujer e hija adoptada, el jugador luc¨ªa ¡°la sonrisa m¨¢s bonita del mundo¡±. El d¨ªa del suicidio le dijo a su esposa que volver¨ªa tarde a casa porque ten¨ªa entrenamiento. Conoc¨ªa al dedillo los horarios del ferrocarril y cuando el expreso pas¨® a toda velocidad a las 18.15 horas puso fin a su pesadilla.