El primer Bal¨®n de Oro lo gan¨® un cuarent¨®n
Stanley Matthews, longil¨ªneo, delgado y ¨¢gil, result¨® una 'rara avis' en el f¨²tbol ingl¨¦s porque era un regateador
El primer Bal¨®n de Oro se concedi¨® 1956. Creaci¨®n de France Football, revista de la ¨®rbita de L¡¯?quipe, surgi¨® al tiempo que la Copa de Europa y formaba parte del intento general del pa¨ªs de Jean Cocteau de hacer Europa.Sin embargo, el ganador fue un cuarent¨®n que no hab¨ªa jugado esa Copa de Europa ni jugar¨ªa ninguna otra. Era ingl¨¦s y se llamaba Stanley Matthews.
Uno de los jugadores m¨¢s extraordinarios de la historia del f¨²tbol.
Naci¨® en febrero de 1915 en Hanley, una de las seis poblaciones que forman parte de la conurbaci¨®n de Stoke-on-Trent, hijo de un barbero que hab¨ªa sido boxeador del peso gallo y que ten¨ªa en baja estima el f¨²tbol pero en la m¨¢s alta el ejercicio f¨ªsico. Desde ni?o, el peque?o Stanley se levantaba a las seis de la ma?ana para hacer una dur¨ªsima tabla de gimnasia antes de ir al colegio. Luego, en el colegio, en la calle y siempre que pod¨ªa, jugaba al f¨²tbol para desagrado de su padre, que le hab¨ªa so?ado boxeador o, en el peor de los casos, tenista. Curiosamente, la madre intercedi¨® al ver que el f¨²tbol era la pasi¨®n del chaval y el padre cedi¨® a medias. Se lo puso duro: ¡°Vale: juega al f¨²tbol con el equipo del colegio, pero si antes de los 15 a?os no has debutado en la selecci¨®n colegial inglesa, deber¨¢s dejarlo¡±.
Lo consigui¨®, y en aquel debut con la selecci¨®n colegial ser¨ªa la primera vez que ocupara el puesto de extremo derecha (antes hab¨ªa sido delantero centro), en el que ya har¨ªa toda su carrera. Y pronto, a los 16 a?os, debutar¨ªa con el Stoke City, en Segunda Divisi¨®n (el mismo d¨ªa de su llegada al equipo se enamorar¨ªa de la hija del entrenador, que m¨¢s adelante se convertir¨ªa en la esposa de toda su vida). Y a los 17 debutaba con la selecci¨®n Inglesa de verdad, contra Gales, en Cardiff, donde se da el gusto de marcar el ¨²ltimo de los cuatro goles de Inglaterra.
Matthews logr¨® en 1956 tres puntos m¨¢s que Di St¨¦fano, l¨ªder del Real Madrid ganador de la primera Copa de Europa
Fue ¨ªdolo nacional de manera fulminante. Longil¨ªneo, delgado y ¨¢gil, result¨® una rara avis en el f¨²tbol ingl¨¦s porque era un regateador. En el pa¨ªs del pase largo, la carrera potente, la carga y el salto, ¨¦l paraba el bal¨®n y buscaba al defensa para encararlo con amagos elegantes y pausados que alteraba bruscamente con una arrancada veloz, por fuera o en diagonal. Y ten¨ªa un centro extremadamente preciso. Los cl¨¢sicos le discut¨ªan: ¡°Para el juego, permite armarse a la defensa¡±. Y era verdad: como ¨¦l jugaba no se hab¨ªa jugado hasta entonces en Inglaterra. Y paraba el juego. Y se armaba la defensa contraria. Pero luego ¨¦l la desarmaba y ?era tan bonito verle desarmarla! Le apodaron The Wizard of Dribble, El Mago del Regate.
Tuvo problemas en el Stoke con algunos directivos y pidi¨® el traspaso, pero el solo planteamiento de tal cosa provoc¨® una reuni¨®n de 3.000 hinchas frente a la sede del club para oponerse. As¨ª que sigui¨® all¨ª hasta bien pasada la guerra. En verano de 1946, cuando ya tiene 31 a?os y existen dudas sobre si se recuperar¨ªa de una ¨²ltima lesi¨®n de rodilla, es vendido al Blackpool por 11.500 libras, r¨¦cord entonces. Las asistencias al Blackpool se multiplican. Un estudio de la ¨¦poca se?ala que su aparici¨®n provoc¨® la visita de hasta 350.000 forasteros a la ciudad. Con el Blackpool vivir¨¢ tres finales de Copa, la tercera de las cuales, la de 1953, llamada en las v¨ªsperas La Final de la Coronaci¨®n por coincidir con el ascenso al trono de la Isabel II, pasar¨¢ a la historia como La Final de Matthews. Tantas maravillas hizo para que el Blackpool remontara un 1-3 ante el Bolton, hasta ganar 4-3. Aquel d¨ªa record¨® la petici¨®n que le hizo su exigente padre, ya convertido definitivamente al f¨²tbol, en su lecho de muerte: ¡°Hijo, no dejes el f¨²tbol hasta que no hayas obtenido en Wembley la medalla de plata como campe¨®n de la FA Cup. Sin eso no puedes abandonar¡±.
Matthews ten¨ªa por entonces 38 a?os. Cedi¨® las botas con que hab¨ªa jugado el partido, unas botas 200 gramos m¨¢s ligeras que le hac¨ªan ex profeso a ¨¦l, a un amigo-admirador llamado Wilf Commer, cuyos herederos las sacaron a subasta con fines ben¨¦ficos en Bonhams, Chester, en febrero de 2010, casi 60 a?os despu¨¦s de la final. Se vendieron por 38.400 libras (43.000 euros), casi cinco veces su precio de salida. La hija de Matthews se revel¨® perpleja y orgullosa de que el recuerdo de su padre (fallecido 10 a?os antes) siguiera tan vivo.
En 1955, con los 40 cumplidos y tras un mal partido ante Gales en el que el barro le pudo e Inglaterra perdi¨®, se vio apartado de la selecci¨®n en la convocatoria, para jugar contra Irlanda del Norte. Un columnista de la ¨¦poca, Scottie Hall, del Daily Herald, escribi¨® un incendiario art¨ªculo que reflejaba la santa indignaci¨®n de muchos: ¡°Esta postergaci¨®n es un desastre. Hay gobiernos que han ca¨ªdo por menos. Siempre recordaremos a Matthews, mientras que el nombre de los que han tomado esta decisi¨®n ser¨¢n, Dios sea loado, olvidados en el tiempo. Esta postergaci¨®n es el acto m¨¢s inelegante jam¨¢s cometido en nuestro f¨²tbol¡±.
El partido que le vali¨® el premio fue ante el Brasil de Did¨ª. Inglaterra gana 4-2 gracias a cuatro jugadas del fabuloso extremo.?
Para el mes de mayo hab¨ªa un encuentro concertado con Brasil en Wembley. El Brasil de Did¨ª. Walter Winterbotton, el seleccionador, decide ante el clamor popular repescar a Matthews, que se hace un picnic ante Nilton Santos. Inglaterra gana 4-2 gracias a cuatro jugadas del fabuloso extremo. Nilton Santos entiende ese d¨ªa por qu¨¦ cada vez que se jugaban partidos Inglaterra-Resto del Mundo o Inglaterra-Resto de Europa (y hubo varios) los laterales izquierdos europeos de m¨¢s prestigio rehusaban participar. No quer¨ªan que Matthews les pintara la cara.
Aquel partido le vali¨® el Bal¨®n de Oro, por 47 puntos contra 44 de Di St¨¦fano, brillante l¨ªder del Real Madrid ganador de la primera Copa de Europa. Los siguientes fueron Kopa (33), Puskas (32) y Yashin (19). El jurado lo formaron 16 periodistas de otros tantos pa¨ªses europeos. Por parte de Espa?a vot¨® Helenio Herrera, que compaginaba sus tareas de entrenador del Sevilla con las de corresponsal de France Football.
El art¨ªculo que le dedica Gabriel Hanot, director de L¡¯?quipe, es legendario: ¡°Imperturbable, impasible, con el rostro inm¨®vil, salvo cuando est¨¢ marcado por el esfuerzo, Stanley Matthews no r¨ªe, pero hace re¨ªr al estadio entero. Es, a su forma, un clown genial, el Charlie Chaplin del f¨²tbol¡¡±.
Ese Bal¨®n de Oro con 41 a?os no ser¨¢ el registro por el que se recuerde a Matthews, que cinco a?os despu¨¦s volver¨¢ al Stoke, de nuevo en Segunda Divisi¨®n. En 1963, con 49 a?os, es elegido jugador ingl¨¦s del a?o por la campa?a en la que el Stoke regresa a Primera. Jugar¨¢ su ¨²ltimo partido el 6 de febrero de 1965, ?con cincuenta a?os y cinco d¨ªas! Fue un Stoke-Fulham, con las 25.000 localidades del campo repletas y 40.000 aficionados sin entrada en la calle. Ese mismo mes, es nombrado Caballero del Imperio Brit¨¢nico, lo que le da el tratamiento de sir.
Y a¨²n juega un ¨²ltimo d¨ªa, en julio de ese mismo a?o, en partido entre una selecci¨®n mundial y el Fulham (6-2 a favor de los primeros, que ¨¦l capitanea), al final del cual es elevado a hombros por Puskas y Yashin.
S¨ª, aquel primer Bal¨®n de Oro cay¨® en buenas manos. Aunque Matthews nunca jugara ni un minuto en la Copa de Europa. Siempre defendi¨® el buen f¨²tbol y resisti¨® las peores patadas sin revolverse. ¡°La victoria sobre el contrario se basa en la superioridad t¨¦cnica, pero sobre todo en la superioridad moral¡±. Hoy, el viejo trofeo puede visitarse en la Sala Matthews del museo del Stoke City.
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