El mensaje oculto de Griezmann
El peque?o mediapunta franc¨¦s ha rebajado su adrenalina y su imagen d¨ªscola para asentarse en la Real
Un escueto mensaje, oculto bajo cuatro sencillos pliegues e introducido en uno de sus bolsillos, iba a fraguar su destino. ¡°Se acerc¨®, me dio la nota y me dijo que no la leyera hasta llegar a casa¡±, recuerda Antoine Griezmann (M?con, Francia; 1991), atacante de la Real Sociedad, rival ma?ana del Madrid; ¡°el camino se me hizo eterno. Nada m¨¢s cruzar la puerta, le¨ª la propuesta y llam¨¦ de inmediato a mis padres, que estaban de vacaciones en T¨²nez. Al principio pensaron que se trataba de una broma, pero una sola llamada fue suficiente¡±. Engatusado por la velocidad y el desparpajo de aquel muchacho rubio, a prueba con el Montpellier durante un torneo disputado en Par¨ªs, el ojeador de la Real Sociedad, Eric Olhats, no dud¨® en echar mano del cat¨¢logo persuasivo de Florentino P¨¦rez para tratar de reclutar al delantero.
Poco import¨® a los responsables de Zubieta su escasa estatura y su tallo menudo (mide 1,74), barrera que s¨ª fren¨® al equipo franc¨¦s. ¡°En Francia siempre ten¨ªan la misma respuesta: era demasiado peque?o. Ning¨²n club quer¨ªa ficharme por mi altura. Surgi¨® la opci¨®n de la Real y no me lo pens¨¦¡±, recuerda Griezmann, que con solo 13 a?os hizo las maletas e ingres¨® en el vivero del equipo donostiarra. Una decisi¨®n que cost¨® m¨¢s de una l¨¢grima a sus padres, Alain e Isabel. Y tambi¨¦n a ¨¦l. ¡°En ese momento no te das cuenta lo que significa salir de casa. Fui a Bayona, a casa de Eric, y todo iba a muy bien. El primer d¨ªa comenc¨¦ a dar a todos la mano, uno por uno, pero me dijeron que aqu¨ª no se hac¨ªan as¨ª las cosas. No sab¨ªa nada de espa?ol, no hablaba con nadie... Hab¨ªa noches en que lloraba mucho. Durante el d¨ªa estaba bien, pero cuando iba a dormir todo era m¨¢s dif¨ªcil¡±.
En Francia ning¨²n club quer¨ªa ficharme: era demasiado peque?o"
Mimado por t¨¦cnicos y compa?eros, quem¨® etapas a una velocidad de v¨¦rtigo y escal¨® hasta el primer equipo. Con la Real enfangada en la Segunda Divisi¨®n y ¨¦l todav¨ªa en edad juvenil, el preparador Mart¨ªn Lasarte le alist¨® para completar la pretemporada. ¡°Fui el m¨¢ximo goleador¡±, apunta con orgullo el mediapunta franc¨¦s, protegido en aquella ¨¦poca por los pesos pesados del vestuario. Impetuoso, a mil revoluciones siempre sobre el c¨¦sped y lejos de ¨¦l, el club trat¨® de rebajar su adrenalina y su imagen d¨ªscola, alimentada por algunos episodios de excesiva locuacidad que le distanciaron de la parroquia de Anoeta. Sobre todo cuando expres¨® su deseo de emigrar y firmar por el Atl¨¦tico. ¡°Era demasiado joven. No me daba cuenta de lo que dec¨ªa. Quiz¨¢ quise ir m¨¢s r¨¢pido de lo que deb¨ªa, pasar de ser un desconocido a ¨ªdolo de la afici¨®n¡±, justifica ahora.
Reconciliado ya con la grada y asentado como uno de los estandartes del cuadro de Philippe Montanier, comenz¨® la temporada como un cohete, pero un inoportuno escarceo nocturno durante una concentraci¨®n con la selecci¨®n francesa sub 21, que le privar¨¢ de jugar con los bleus hasta 2014, le puso freno. ¡°El problema ha sido m¨¢s de cabeza que de piernas. Empec¨¦ muy fuerte, me encontraba como nunca. Despu¨¦s me lesion¨¦ y ocurri¨® lo de la selecci¨®n... Perd¨ª la confianza y me agot¨¦ mentalmente¡±, explica el galo, que guarda como oro en pa?o el pantal¨®n que le regal¨® Zidane en una de las visitas del Madrid cuando ¨¦l era a¨²n recogepelotas. ¡°Es mi mayor tesoro¡±, dice.
Admirador del juego de Zidane y del estilismo Beckham, aspira a seguir la estela de Aldridge, Kodro o Kovacevic
Admirador de Zizou y del estilismo y los centros de Beckham, el duelo del domingo llega para la Real en un momento dulce, con el punto de mira fijado en Europa. ¡°Debemos ser ambiciosos, ?por qu¨¦ no? Ahora los equipos nos respetan m¨¢s, tenemos gente de calidad¡±. Enfrente, la inc¨®gnita de si estar¨¢ o no Casillas bajo el marco. ¡°Al principio piensas: ?Joder, Iker suplente! Mourinho, sin embargo, tendr¨¢ sus razones. Juegue quien juegue ser¨¢ muy complicado¡±, concluye Griezmann, quien no pierde ocasi¨®n para batirse en duelo con amigos como Vela, Elustondo o Ifr¨¢n en la Play y que aspira a hacerse un hueco en la historia de la Real como ya lo hicieran otros extranjeros como Aldridge, Kodro o Kovacevic; ¡°soy feliz en Donosti. La ciudad es preciosa y mi novia es de aqu¨ª. Poco a poco voy aprendiendo euskera¡ ?Qu¨¦ m¨¢s puedo pedir?¡±. Y todo, gracias a un simple mensaje en un bolsillo.
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