Guaita, mucho m¨¢s que un suplente

Valverde quer¨ªa ver c¨®mo compite su otro portero y a fe que tuvo oportunidad. Plagado de suplentes, Mestalla solo encontr¨® una garant¨ªa en Guaita, que contuvo con su elasticidad habitual los remates de Joseba Llorente. Despu¨¦s entraron Banega y Soldado para confirmar una eliminatoria decantada en el choque de Pamplona. La plantilla valencianista no sali¨® bien parada de la cita y a Osasuna le falt¨® eficacia para corresponder a sus buenas maneras atacantes. Un mal que le est¨¢ condenando ¨²ltimamente.

Tras una media hora plomiza, en la que los suplentes de Valverde hicieron m¨¦ritos para seguir si¨¦ndolo, comenz¨® por sorpresa la diversi¨®n. A trav¨¦s de un zurdazo de falta de Tino Costa que liquid¨® al portero Andr¨¦s Fern¨¢ndez. Mestalla se escap¨® del sopor y ese ligero entusiasmo llev¨® a Albelda a intentar una acci¨®n desconocida para ¨¦l: la chilena. Pifi¨® el remate, claro, pero el p¨²blico le agradeci¨® el optimismo. El capit¨¢n ya ha jugado m¨¢s minutos en un mes con Valverde que en los cuatro meses de Pellegrino.

El partido se resquebraj¨® y Osasuna, presionando con cierto r¨¦dito ante la patosa zaga local, hall¨® la ocasi¨®n de entrar en ¨¦l. El pase bombeado de Timor a la espalda de V¨ªctor Ruiz fue amortiguado perfectamente por Joseba Llorente. El control orientado le permiti¨® disparar con el alma, desde el borde del ¨¢rea, lo m¨¢s cruzado posible para ajustar la pelota junto al palo. La sonrisa del atacante, con pocos minutos en la Liga, expresaba el orgullo ante una acci¨®n propia de un delantero puro. La grada la tom¨® con V¨ªctor Ruiz, a quien reproch¨® su falta de reacci¨®n en el tanto. Osasuna estaba a solo dos goles de pasar la eliminatoria y ocasiones no le faltaron. Hasta Rami cabece¨® hacia su propia porter¨ªa propiciando la estirada salvadora de Guaita. Entonces, se inici¨® un duelo particular: cabezazos de Llorente y respuestas veloces y precisas de Guaita.

De entre los reservas valencianistas, solo Bernat dio muestras de clase en sus caracoleos por la banda derecha, a pie cambiado, aunque sin concretar. Cissokho percuti¨® como si le fuera la vida en ello, pero sin fortuna. Valverde se vio obligado a dar paso a Banega y a Soldado. Y el Valencia mejor¨® al instante. El medio argentino impuso su calidad t¨¦cnica y el delantero hizo lo que mejor sabe, un gol para cerrar la eliminatoria.