Armstrong: ¡°Me dop¨¦ por arrogancia y por mi instinto insaciable de victoria¡±

Oprah Winfrey no esper¨® un minuto:

¡ª?Alguna vez tomaste sustancias dopantes prohibidas?, empez¨® la entrevista.

¡ªS¨ª, contest¨® Lance Armstrong.

¡ª?Alguna vez consumiste EPO?

¡ªS¨ª.

¡ª?Te hiciste transfusiones de sangre?

¡ªS¨ª.

¡ª?Utilizaste testosterona, cortisona y hormona del crecimiento?

¡ªS¨ª.

¡ª?Usaste sustancias prohibidas o transfusiones en todas tus victorias en el Tour?

¡ªS¨ª.

¡ª?Es posible ganar el Tour de Francia sin doparse, en siete ocasiones seguidas?

¡ªEn mi opini¨®n, no.

El ciclista m¨¢s laureado de la historia de este deporte reconoc¨ªa as¨ª p¨²blicamente haber consumido sustancias prohibidas entre los a?os 1998 y 2005, cuando domin¨® con pu?o de hierro el mundo del ciclismo. La confesi¨®n de Armstrong ante la influyente presentadora norteamericana es tambi¨¦n un reconocimiento de que minti¨® en sus declaraciones juradas ante la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) y los tribunales de justicia, lo que podr¨ªa dificultar sus casos pendientes y valerle una acusaci¨®n por perjurio.

?Temi¨® en alg¨²n momento que le pillaran? ¡°No hab¨ªa controles fuera de la competici¨®n, as¨ª que el consumo il¨ªcito se puede programar

Armstrong se hab¨ªa comprometido a contestar estas preguntas con la verdad y ten¨ªa permiso para emplear monos¨ªlabos. Los detalles llegar¨ªan despu¨¦s. El ciclista admiti¨® que se hab¨ªa dopado pero que dej¨® de hacerlo tras ganar su s¨¦ptimo Tour de Francia: "La acusaci¨®n de que me dop¨¦ despu¨¦s de mi regreso [el estadounidense se retir¨® tras su s¨¦ptimo entorchado franc¨¦s y luego volvi¨® para intentar ganar un octavo], no es cierta. La ¨²ltima vez que cruc¨¦ la l¨ªnea roja fue en 2005".

El tejano admiti¨® que ha acabado diciendo la verdad "demasiado tarde". "Esta historia fue perfecta durante demasiado tiempo¡±, asegur¨® ¡°Vences al c¨¢ncer, te casas felizmente, ganas siete Tours... Ahora la historia ya es demasiado t¨®xica y tr¨¢gica".

Winfrey lleg¨® a intentar que el de Austin le diera detalles sobre c¨®mo funcionaba la trama de dopaje descubierta por la USADA. "Tyler Hamilton [excompa?ero de equipo] te ha acusado de inyectarte EPO en una tienda en el aparcamiento de una competici¨®n y de tirar las jeringuillas en unas latas en cuanto supisteis que pod¨ªan pillaros". Armstrong evadi¨® por primera vez una respuesta clara: "No lo recuerdo, pero no voy a decir que sea mentira". ¡°?Temi¨® en alg¨²n momento que le pillaran?", insisti¨® la presentadora. ¡°No hab¨ªa controles fuera de la competici¨®n, as¨ª que el consumo il¨ªcito se puede programar. Ya s¨¦ que esto suena raro para ti", le dijo a la presentadora.

El ciclista defini¨® adem¨¢s el dopaje como una circunstancia de la ¨¦poca, parte de la cultura de su generaci¨®n. ?Est¨¢s diciendo que ten¨ªas que seguir tomando sustancias prohibidas para ganar? ?Que era as¨ª de com¨²n? "S¨ª. Es como decir que ten¨ªamos que inflar nuestras ruedas o que deb¨ªamos llevar agua en los bidones. Era parte del trabajo".

El especial de la cadena OWN, propiedad de Winfrey, intercal¨® en la entrevista detalles de la investigaci¨®n de la USADA, la agencia antidopaje de Estados Unidos, que acus¨® a Armstrong de liderar su equipo del US Postal en lo deportivo y en la trama de dopaje. "Nunca hubo ¨®rdenes a otros deportistas. Era una ¨¦poca competitiva y a¨²n as¨ª eligieron no doparse", contest¨® el ciclista, se?alado como impulsor y mu?idor de la trama dopante por los miles de folios con constituyen el sumario de la investigaci¨®n de la agencia estadounidense. "Ahora mismo no soy el hombre m¨¢s cre¨ªble en el mundo, pero yo nunca desped¨ª a un ciclista por no querer consumir sustancias dopantes".

Sin embargo, la presentadora le presion¨® por las muchas ocasiones en las que Armstrong ha coaccionado a excompa?eros, les ha acusado de mentir e incluso les ha denunciado ante la justicia -a pesar de saber, como reconoci¨® anoche, que dec¨ªan la verdad sobre ¨¦l. ?Cabe la posibilidad de que otros ciclistas pensaran que si usted se dopaba, ellos deb¨ªan hacer tambi¨¦n?, inquiri¨®. "Es posible", concedi¨® Armstrong. "Y lo acepto al 100%¡±.

"Estaba acostumbrado a controlar todos los aspectos de mi vida, he controlado todo lo que yo hac¨ªa¡±, dijo Armstrong de los ataques a m¨¦dicos, preparadores y excompa?eros de equipo. "?Es esa tu manera de ser? ?Atacas a aquellos que dicen algo que no te gusta?" "S¨ª, toda mi vida".

¡°Intentaba controlarlo todo. He sido as¨ª siempre. Crec¨ª sinti¨¦ndome amenazado y siempre he peleado¡±. Asegur¨® tambi¨¦n que el c¨¢ncer le ense?¨® que ten¨ªa que hacer lo que fuera para sobrevivir y Winfrey le interrumpi¨®: "Doparse tambi¨¦n es hacer cualquier cosa por vencer, ?por qu¨¦ lo hiciste?". "Mi instinto insaciable de ganar, ganar a todo. Esa arrogancia, esa actitud, al final no la puedes negar ni esconder. Lo veo hoy, no es nada bueno".

Tras emitir el discurso ofrecido por el ciclista en el podio de Par¨ªs, minutos despu¨¦s de ganar su s¨¦ptimo y ¨²ltimo Tour de Francia, en 2005, y en el que atac¨® a ¡°quienes han dejado de creer en el ciclismo¡±, Armstrong reconoci¨® que se equivoc¨® al pronunciar esas palabras. ¡°Me siento avergonzado. Me retir¨¦ indmediatamente despu¨¦s, fue muy est¨²pido marcharme as¨ª".

"?Qu¨¦ te llevas cuando sabes que has ganado haciendo trampa?", le pregunt¨® Winfrey al ciclista. "Hay m¨¢s disfrute en el proceso de preparaci¨®n", le contest¨®. "?Te parece que hiciste algo malo?" "No, y s¨¦ que da miedo". "?Sentiste que ment¨ªas al doparte?" "En ese momento, no". Armstrong justific¨® tambi¨¦n su dopaje como ¡°parte de las reglas del juego¡±, habl¨® de pertenecer a ¡°una generaci¨®n de ciclistas¡± sin dar m¨¢s detalles y aclar¨®, eso s¨ª, que su confesi¨®n le hace una persona ¡°m¨¢s feliz¡±.

Winfrey pregunt¨® a Armstrong si pensaba que aquellos ciclistas que no se doparon eran unos ¡®pringados¡¯. El deportista estadounidense repuso que no cree que nadie estuviera obligado a doparse, pero que no es su lugar decir qui¨¦n minti¨® y qui¨¦n no. Tuvo pocas palabras positivas, pero unas de ellas fueron para el doctor Michele Ferrari, considerado el ¡®maestro del dopaje¡¯ y una de las claves de la trama. ¡°Es un buen hombre¡±, dijo el ciclista.

En referencia a otros miembros del equipo, neg¨® haber reconocido ante Tyler Hamilton que hubiera dado positivo en un test antidopaje y que despu¨¦s diera dinero a la Uni¨®n Ciclista Internacional para taparlo. "Di dinero porque me lo pidieron, claro que ahora no me va a creer nadie". Emma O¡¯Reilly, perteneciente al equipo m¨¦dico, tampoco logr¨® una disculpa durante la entrevista: ¡°Es cierto que le acos¨¦. Le llam¨¦ puta y zorra, pero nunca le llam¨¦ gorda¡±. O¡¯Reilly fue denunciada adem¨¢s por Armstrong, qui¨¦n admiti¨® haber demandado ¡°a tanta gente¡± que ya no sab¨ªa a cu¨¢ntos. ?C¨®mo pudiste denunciar a tanta gente sabiendo que dec¨ªan la verdad?: "Lo s¨¦, es un gran defecto", respondi¨®.

Armstrong aleg¨® que las acusaciones de Floyd Landis fueron el punto de inflexi¨®n de su relaci¨®n con el dopaje, pero niega que le rechazara como miembro de su equipo despu¨¦s de ser acusado tambi¨¦n. "Siempre le defend¨ª", asegur¨®. "Yo no estar¨ªa aqu¨ª sentado si no hubiera vuelto a la competici¨®n". El ciclista sostiene que nunca habr¨ªan detectado su dopaje de no haber regresado al Tour de Francia en 2009 y 2010.

"Todo el mundo tiene raz¨®n al sentirse enga?ado y defraudado. Mi labor ahora es recuperar esa confianza". El estadounidense asegur¨® que no tiene autoridad moral para ser ¨¦l mismo quien pida ahora mismo un esfuerzo para limpiar la imagen del ciclismo. "Falt¨¦ el respeto a las reglas de lo que m¨¢s me gustaba. Si hubiera una reconciliaci¨®n y me invitan a colaborar, ser¨¦ el primero en responder".