Sergio Rodr¨ªguez impone barba

Al rebufo de Pau Gasol, Ra¨²l L¨®pez y Jos¨¦ Manuel Calder¨®n, el veintea?ero Sergio Rodr¨ªguez debut¨® el 3 de noviembre de 2006 en un partido oficial de la NBA con los Portland Trail Blazers. Su calidad, su trayectoria en Estudiantes y sus estupendos logros eran los ingredientes que ¨¦l y sus mentores consideraban suficientes para contrarrestar su precocidad y las l¨®gicas dificultades de adaptaci¨®n a la NBA y a Estados Unidos. Entre otros logros, le avalaba su sensacional actuaci¨®n en la semifinal del Mundial que acab¨® ganando Espa?a, definida por Gin¨®bili con tres palabras: ¡°Sergio nos mat¨®¡±. Pero, por unos u otros motivos, no le fue bien al base canario en la NBA.

Si algo no se le puede reprochar al entrenador que se cruz¨® en su camino, Nate McMillan, es que no le dejara las cosas claras desde el principio. ¡°Sergio est¨¢ lejos de lo que buscamos¡±, dijo. ¡°Necesita tiempo para mejorar; quiz¨¢ ir a la Liga de Desarrollo y jugar m¨¢s. Es m¨¢s una cuesti¨®n de entendimiento. A veces estoy a su lado pidi¨¦ndole que haga determinadas cosas y s¨¦ que ¨¦l no sabe a lo que me refiero porque no lo ha hecho. En su Liga hac¨ªa cosas que eran legales, como driblar, hacer muchos pasos y marcar al rival con la mano. Tiene que sacar ese estilo europeo fuera de su juego¡±.

En definitiva, el Chacho persever¨® en vano durante cuatro temporadas en la NBA, la ¨²ltima con la camiseta de tres equipos, Toronto, Sacramento y Nueva York. Hasta que el Real Madrid le hizo llegar una oferta y decidi¨® regresar. No tanto, pero tambi¨¦n le cost¨® asumir un papel importante en un equipo grande, el entonces dirigido por Ettore Messina. Mejor¨® paulatinamente hasta que por fin, y especialmente en los playoffs de la pasada temporada, dio la medida de lo que se esperaba de ¨¦l. Esta campa?a, en un nivel de excelencia, est¨¢ adquiriendo la regularidad que tanto se le demandaba.

Entre medias, perdi¨® el hilo de la selecci¨®n espa?ola tras el Eurobasket de 2007. La llamada de Sergio Scariolo para los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres signific¨® un reconocimiento a su progresi¨®n, a la madurez que poco a poco ha ido alcanzando. En el presente curso ha dado otro paso adelante. Su juego es cada vez m¨¢s s¨®lido, m¨¢s valioso para su equipo, m¨¢s da?ino para los rivales. Coincidiendo con sus sobresalientes actuaciones se ha dejado crecer una espesa barba, un poco al estilo de Pau Gasol en el All Star de Houston en 2006. A veces, un simple detalle cosm¨¦tico puede ayudar a definir la madurez o el respeto que impone una persona.

La llamada de Sergio Scariolo para los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres signific¨® un reconocimiento a su progresi¨®n, a la madurez que poco a poco ha ido alcanzando

Sergio Rodr¨ªguez se ha erigido en uno de los adalides de un Madrid a menudo demoledor. Lo fue ante el Unicaja (67-91), con 14 puntos, cinco rebotes y tres asistencias del Chacho, sus promedios m¨¢s o menos en sus ocho ¨²ltimos partidos.

La tranquilidad y el desasosiego de Pablo Laso se centran probablemente en un mismo punto neur¨¢lgico, el rendimiento de Rudy Fern¨¢ndez, tan gris ante Unicaja como en algunos de los ¨²ltimos partidos de la Euroliga: Panathinaikos, Fenerbah?e o Bamberg. Lo que, a su vez, dice mucho del buen trabajo colectivo de la plantilla del Madrid. Gracias al reparto de papeles y a su juego coral super¨® todos esos escollos, excepto el de Atenas.

El Caja Laboral se las vio y se las dese¨® para ganar al CAI Zaragoza (74-73). El final en el Buesa Arena fue vertiginoso. El equipo vitoriano perd¨ªa por 68-73 a falta de un minuto y medio para el final. Una canasta de Nemanja Bjelica y cuatro tiros libres de Oleson sentenciaron, junto a la buena defensa del Baskonia y los fallos del CAI Zaragoza, especialmente el ¨²ltimo de Van Roosom a falta de ocho segundos. Desde que Zan Tabak relev¨® en el banquillo a Dusko Ivanovic, el Caja Laboral suma 17 triunfos consecutivos, entre la Liga Endesa y la Euroliga. Su pr¨®xima rival ser¨¢ el Barcelona Regal, el jueves en Vitoria, en la competici¨®n europea. El equipo de Xavi Pascual volvi¨® a demostrar en Valladolid las dudas que genera su juego, especialmente cuando no puede contar con Navarro. El equipo pucelano tuvo el partido en su mano, con un 76-69 a falta de poco m¨¢s de dos minutos. Un parcial de 0-13, con una magn¨ªfica actuaci¨®n de Marcelinho, Lorbek y Mickeal, desvaneci¨® lo que hubiera provocado otra pesadilla en el equipo azulgrana.