Un campe¨®n con todas las de la ley
El Bar?a puede con el M¨¢laga en un duelo extraordinariamente copero y se cita con el Madrid
Al Bar?a le sienta bien La Rosaleda, en la Liga y en la Copa, sobre todo si el partido se presenta exigente y el desaf¨ªo es may¨²sculo, cuando hay mucho que perder y nada que ganar, d¨ªas en que se impone combatir las dudas y ejercer la autoridad. El campe¨®n sigue en pie y acude al encuentro del Madrid. Habr¨¢ cl¨¢sico tambi¨¦n en la Copa. Los azulgrana se corrigieron a tiempo en una noche vibrante y emotiva, de ida y vuelta, excelentemente bien defendida por el M¨¢laga. El Bar?a se entreg¨® al intercambio de golpes y de goles y no par¨® hasta reventar finalmente al M¨¢laga.
Jug¨® el Barcelona la Copa con el equipo de la Liga, se?al de la dificultad del partido y tambi¨¦n de la necesidad del equipo de revertir una din¨¢mica negativa, sobre todo desde la visita del M¨¢laga al Camp Nou. El ¨²nico rastro copero fue Pinto. Aunque se puede discutir sobre la titularidad de Alves y Mascherano respecto a Adriano y Puyol, la apuesta azulgrana en la vuelta tuvo poco que ver con la de la ida, cuando cedi¨® un empate (2-2): solo repitieron cuatro futbolistas (Pinto, Mascherano, Messi, Iniesta) por siete del M¨¢laga, que afront¨® la cita con m¨¢s naturalidad, sin tanta presi¨®n, capaz de competir muy bien sin Isco ni Toulalan y y Monreal.
M?LAGA, 2 - BARCELONA, 4
M¨¢laga: Kameni; G¨¢mez, Demichelis, Weligton, Eliseu; Camacho, Iturra; Duda (Portillo, m. 63), Joaqu¨ªn (Saviola, m. 81), Seba (Lucas Piaz¨®n, m. 81); y Santa Cruz. No utilizados: Willy Caballero; Buonanotte, Sergio S¨¢nchez y Onyewu.
Barcelona: Pinto; Alves (Adriano, m. 90), Piqu¨¦, Mascherano, Alba; Xavi, Busquets, Cesc; Pedro (Alexis, m. 87), Messi (Thiago, m. 82) e Iniesta. No utilizados: Vald¨¦s; Puyol, Villa y Song.
Goles: 0-1. M. 8. Pedro. 1-1. M. 12. Joaqu¨ªn. 1-2. M. 49. Piqu¨¦. 2-2. M. 68. Santa Cruz. 2-3. M. 76 Iniesta. 2-4. M. 80 Messi.
?rbitro: Mateu Lahoz. Mostr¨® tarjeta amarilla a Iturra, Busquets, Cesc, Alba, Weligton, Eliseu, Mascherano y Alves.
La Rosaleda. Unos 27.000 espectadores.
Los blanquiazules, al fin y al cabo, estaban clasificados cuando empez¨® el partido. No pod¨ªa especular en cambio el Barcelona. Tiraron los azulgrana del manual ofensivo de siempre, de los viejos automatismos, de las jugadas que salen de memoria y nada m¨¢s pisar el ¨¢rea contaron un gol: Xavi habilit¨® con un toque a Alves, el brasile?o levant¨® la cabeza, templ¨® el centro y Pedro cabece¨® a la red. La respuesta del M¨¢laga fue inmediata y contundente, igualmente efectiva, s¨ªntoma de su bravura y al mismo tiempo de las debilidades defensivas del Bar?a, incapaz de gobernar el choque y el marcador: Joaqu¨ªn enganch¨® en la media luna un pase de Duda en una contra y empat¨®: 1-1.
La finura azulgrana contrastaba con la garra del M¨¢laga. Abanderados por Iturra, los chicos de Pellegrini met¨ªan la pierna dura y fuerte en cada jugada, a veces incluso sin mediar la pelota, e intimidaron al Bar?a, de nuevo descontrolado, sobrado de buenos delanteros y escaso de tensi¨®n en la zaga, menguado su juego por una cancha mala y resbaladiza y demasiado pendiente del pito de Mateo Lahoz. Presionaba y contraatacaba el M¨¢laga, recurrente en las faltas t¨¢cticas, y atacaba el Bar?a de manera selectiva. Intensa y caliente, a menudo bronca, la contienda era fren¨¦tica, ¨²nicamente interrumpida por las patadas y las protestas: seis tarjetas se contaron antes del descanso.
La contienda era un ir y venir, solo interrumpido por las patadas y las protestas
Kameni le sac¨® un remate de gol a Messi, Iniesta remat¨® al larguero y Welington evit¨® que se colara un tiro en suspensi¨®n de Messi. A cambio, Piqu¨¦, Mascherano y Pinto eran requeridos a menudo por Joaqu¨ªn y Camacho. A los azulgrana les faltaba afinar la punter¨ªa. No se not¨® el desgaste en la reanudaci¨®n y los dos equipos siguieron combatiendo. El encuentro sigui¨® incluso el mismo guion del inicio: volvi¨® a marcar el Bar?a y a empatar el M¨¢laga.
Iniesta asisti¨® estupendamente a Piqu¨¦ y el central control¨® y defini¨® como si fuera un 9. El partido gir¨® descaradamente a favor de los azulgrana, m¨¢s asentados y dominadores, muy superiores al M¨¢laga, cada vez m¨¢s abatido y desfondado. Messi tuvo el 1-3 y volvi¨® a fallar ante Kameni. No perdon¨® en cambio el M¨¢laga en una nueva contra, manejada por Joaqu¨ªn y remachada por Santa Cruz con Cesc en suelo blanquiazul pisoteado por Wellington. La r¨¦plica del Bar?a result¨® brutal a efectos del marcador y deliciosa en cuanto a f¨²tbol: volvi¨® a tomar el bal¨®n, dej¨® de mirar al ¨¢rbitro y apunt¨® a Kameni con un juego de sal¨®n. Ya no hubo dudas sobre el ganador: marc¨® Iniesta despu¨¦s de un toque celestial de Cesc y por fin anot¨® Messi.
Marc¨® el 10 con la cabeza y fue sustituido por Thiago, cosa igualmente sorprendente, porque ya se sabe que no le gusta abdicar al rey del mundo, a no ser que sintiera molestias, afectado por la fatiga. Un final diferente para un partido extraordinariamente copero. La respuesta del campe¨®n fue inequ¨ªvoca, con todas las de la ley, por su aguante en el primer tiempo y calidad en el segundo y sobre todo por sus goles. El triunfo que se hab¨ªan pedido para celebrar el nacimiento del hijo de Piqu¨¦ y dedicar al ausente Tito. Quieren llegar al cl¨¢sico con Vilanova.
Tres cl¨¢sicos en un mes
El pr¨®ximo mi¨¦rcoles vuelve el cl¨¢sico al Bernab¨¦u. La ida de la semifinal de Copa no solo encuentra a un Real Madrid convulso y alejado del t¨ªtulo de Liga sino que es el detonante de un calendario de infarto para los dos grandes rivales espa?oles, que se ver¨¢n las caras tres veces en apenas un mes. La vuelta de la Copa, el 27 de febrero y el 2 de marzo con el Real Madrid-Bar?a de Liga.
Entre cl¨¢sico y cl¨¢sico el Madrid tendr¨¢ que verse las caras con el Manchester United en los octavos de Champions (el 13 de febrero en el Bernab¨¦u y el 5 de marzo, tres d¨ªas despu¨¦s del cl¨¢sico liguero, en Inglaterra). El Bar?a visitar¨¢ Mil¨¢n el 20 de febrero pero no recibir¨¢ a los rossoneri hasta el 12 de marzo.
Al margen del calendario y a pesar de los buenos resultados, hay un aspecto en el que el Bar?a se muestra m¨¢s vulnerable que en a?os anteriores: la defensa. Con los goles de Joaqu¨ªn y Santa Cruz lleva 37 goles encajados en 34 partidos. M¨¢s all¨¢ de que juegue Pinto, como ayer, o lo haga Vald¨¦s, el problema del Bar?a en lo que va de a?o se puso de manifiesto en La Rosaleda. Solo en los ¨²ltimos cuatro encuentros, el equipo ha encajado ocho goles.
La pegada de los azulgrana les permiti¨® desencallar la eliminatoria. Con su gol de ayer, Messi alcanza a Villa con cuatro tantos marcados en lo que va de competici¨®n. El asturiano, no se movi¨® del banquillo, ni cuando La Pulga pidi¨® el cambio despu¨¦s de batir a Kameni. Piqu¨¦ dedic¨® su gol a su hijo Milan, nacido el pasado mi¨¦rcoles.
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