Con nuestras mejores armas

Gan¨® Espa?a, se cumpli¨® el guion que todos los aficionados esper¨¢bamos, ante un gran equipo esloveno, sin duda la revelaci¨®n del campeonato y que pase lo que pase en la lucha por el tercer y cuarto puesto mejorar¨¢ al menos seis puestos su mejor clasificaci¨®n en un Mundial y que, con esa consolidada mezcla de juventud y veteran¨ªa, ser¨¢ un equipo a tener en cuenta en los pr¨®ximos a?os.

En un escenario inigualable como es el Palau Sant Jordi, Espa?a apost¨® por una defensa 6:0, la que mejor maneja y que acab¨® por dar el pase a esta final. Solo hubo un cambio, en la porter¨ªa, con la salida de Sierra, uno de los h¨¦roes del partido contra Alemania, que sali¨® de inicio por Sterbik.

El combinado espa?ol hizo gala de lo que son sus mejores armas, esas de las que tanto se ha hablado durante el torneo: defensa y contraataque, que tan bien despleg¨® ante el conjunto esloveno. A partir de ah¨ª, y con la aparici¨®n del que acabar¨ªa por ser el mejor jugador del partido, Arpad Sterbik, el primer tiempo se puso de cara para los de Valero. Parec¨ªa incluso que Espa?a pod¨ªa romper el partido, pero apareci¨® la figura de Skof, el guardameta esloveno, que con una serie de paradas consecutivas ajust¨® el marcador hasta el 13-12 con el que se lleg¨® al descanso.

Un d¨ªa hist¨®rico para el balonmano espa?ol. Un equipo con el que me siento plenamente identificado

Fue una sorpresa que Espa?a no quer¨ªa ni iba a permitir en el segundo tiempo. La f¨®rmula fue la misma: defensa certera y un portero que prolongaba su inmenso recital.

Con el partido resulto, y los jugadores celebrando ya la clasificaci¨®n en el banquillo, Valero aprovech¨® para algo que no suele ser habitual a priori en un partido tan trascendental, como es dar minutos a los no habituales. Pero tal y como estaba el resultado hab¨ªa que pensar en el encuentro de ma?ana. Un d¨ªa hist¨®rico para el balonmano espa?ol, que puede colocar su segunda estrella en la camiseta. Un equipo con el que me siento plenamente identificado. El reto ser¨¢ llenar y convertir el Sant Jordi en una caldera, porque no sabemos cu¨¢nto tiempo tendr¨¢ que pasar para tener una oportunidad as¨ª de lograr el oro.