El apag¨®n del estadio enciende la emoci¨®n de la Super Bowl
Los Ravens de Baltimore se imponen por tres puntos (31-34) a los San Francisco 49ers La final que no se decidi¨® hasta los segundos finales
El apag¨®n de m¨¢s de media hora que dej¨® sin luz al estadio Superdome de Nueva Orleans apenas comenzada la segunda mitad de la final de la Super Bowl encendi¨® la emoci¨®n de un encuentro que, hasta entonces, parec¨ªa un paseo militar de los Ravens de Baltimore. Los de Maryland lograron alzarse con su segundo trofeo Lombardi tras contener en el ¨²ltimo minuto y a duras penas una apabullante remontada de los San Francisco 49ers. Tres puntos de diferencia, 31-34, decantaron el torneo y la gloria para el equipo dirigido por John Harbaugh, hermano del entrenador rival, Jim.
Todo le sali¨® bien al equipo de Baltimore al comienzo del encuentro. Su primer ataque se sald¨® con un touchdown, el primero del partido. Su receptor, Jacoby Jones, pas¨® a la historia del torneo al protagonizar el retorno m¨¢s largo, 108 yardas, de la historia de la Super Bowl. Su vertiginosa carrera de un extremo a otro del campo con la pelota aferrada a su pecho, nada m¨¢s comenzar la segunda parte, hizo olvidar a todo el estadio la actuaci¨®n de Beyonc¨¦ y las Destiny¡¯s Child del descanso.
El Superdome se qued¨® sin luz instantes despu¨¦s de la el¨¦ctrica carrera de Jones. El respiro imprevisto ayud¨® a los 49ers. ¡°Ning¨²n partido se gana en los dos primeros cuartos¡±, reza una regla no escrita del f¨²tbol americano que los de San Francisco estuvieron a punto de cumplir.
Hasta el corte de luz, los Ravens hab¨ªan desplegado la misma consistencia en defensa que les ha caracterizado en los partidos de play off. Esa solidez sirvi¨® para anular en los partidos previos a la final a dos de los quarterbacks estrellas de la NFL -Peyton Manning, de los Denver Broncos, primero, y Tom Brady, de los New England Patriots, despu¨¦s-. Durante la primera mitad del encuentro, esa misma firmeza defensiva, sostenida en buena medida por un rotundo Haloti Ngata, neutraliz¨® al quarterback de los 49ers, Colin Kaepernick, impidiendo a los de San Francisco desplegar el juego din¨¢mico con el que ha dirigido esta temporada a su equipo.
Kaepernick estaba llamado a tomar el dif¨ªcil relevo de los m¨ªticos Joe Montana y Steve Young -cuya direcci¨®n llev¨® a los 49ers a convertirse en uno de los mejores equipos de los 80 y 90- y rescatar a los de San Francisco de la traves¨ªa del desierto en la que estaba inmerso desde que en 1995 ganara su ¨²ltima Super Bowl. Inc¨®modo durante toda la primera mitad, Kaepernick fue incapaz de conectar pases precisos con sus receptores, Michael Crabtree y Vernon Davis. Durante la primera media hora, el quarterback estuvo err¨¢tico en las entregas y tampoco despleg¨® la agilidad que le caracteriza.
La luz volvi¨® al estadio de los Saints y Kaepernick recuper¨® la claridad en sus asistencias e impuso su liderazgo en el terreno de juego. Suyo fue el pase del primer touchdown de su equipo, convertido por Crabtree, y ¨¦l mismo se encarg¨® de anotar el segundo. La suma de puntos unido a los goles de campo que los 49ers fueron arrancando durante la primera mitad coloc¨® a los de San Francisco a solo dos puntos (29-31) de los Ravens, at¨®nitos ante la reacci¨®n de sus rivales.
El quarterback Flacco fue nombrado el mejor jugador del encuentro
Si la defensa de los Ravens desbarat¨® la versatilidad del ataque de Kaepernick, el brazo de Joe Flacco, el quarterback de los de Baltimore, lider¨® el ataque de su equipo. Tres de sus pases acabaron en sendos touchdowns, que completaron respectivamente Anquan Boldin, Dennis Pitta y Jones en la primera mitad. Flacco es un quarterback inexpresivo, anodino incluso. Su liderazgo en el terreno de juego puede no parecer tan obvio como el que ejercen otros jugadores en su puesto, pero la precisi¨®n y la potencia de sus pases son indiscutibles y resultaron letales para los 49ers. La del domingo era la primera final que la Super Bowl que disputaba Flacco, pero si estaba nervioso, no se not¨® en su juego. Desdibujado como su equipo en la segunda parte, su actuaci¨®n le vali¨® ser nombrado el jugador m¨¢s valioso del partido.
La de la Super Bowl fue una final intensa, emocionante en el juego pero tambi¨¦n en los banquillos. El domingo se enfrentaban tambi¨¦n dos hermanos. John Harbaugh, el menos exitoso en su carrera deportiva, se impuso en el partido m¨¢s importante de Estados Unidos a su hermano Jim. El encuentro tambi¨¦n supuso la despedida de Ray Lewis, el controvertido linebacker de los Ravens. En 2000, cuando gan¨® su primer trofeo Lombardi con los de Baltimore, dijo que no hab¨ªa nada m¨¢s emocionante que ver caer el confeti morado en el estadio. Anoche volvi¨® a revivir esa experiencia.
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