Una primera parte para olvidar

¡°Si el partido se divide en dos, se puede decir que el Rayo nos gan¨® en el primer tiempo porque hizo dos goles y en el segundo ganamos nosotros porque hicimos un gol y ellos ninguno¡±. La derrota en Vallecas le doli¨® a Diego Pablo Simeone por el c¨®mo lleg¨®. De alguna manera, el t¨¦cnico argentino quiso separar intencionadamente lo que hab¨ªa sucedido en el terreno de juego. De lo que fue su equipo antes y despu¨¦s de que en el vestuario dejara a Adri¨¢n y su arenga corrigiera esa actitud desconocida.

Simeone no reconoci¨® a sus futbolistas en esa primera mitad en la que la puesta en escena retrat¨® a un conjunto despistado, sin la intensidad y la concentraci¨®n con la que acostumbra a entrar en los partidos. Fue golpeado desde el inicio del primer periodo, en el que recibi¨® 9 remates, los mismos que promedia por partido en este curso.

Los goles encajados radiografiaron la baja atenci¨®n con la que los rojiblancos saltaron a Vallecas. En el primero, Piti se col¨® entre Juanfran y Miranda para recibir a la carrera. Cata D¨ªaz no acert¨® a despejar el pase raso del capit¨¢n franjirrojo y Filipe Luis no se enter¨® de que Lass acud¨ªa a su espalda, sin marca alguna, al remate. En el segundo, el propio Lass tuvo tiempo de controlar la pelota, levantar la cabeza y atisbar el desmarque de Leo Baptistao, que se anticip¨® al Cata D¨ªaz.

No est¨¢ acostumbrada la defensa rojiblanca a tanta actividad como a la que fue sometida por el Rayo en la primera mitad. No logr¨® el Atl¨¦tico frenar la salida limpia del Rayo con esa presi¨®n arriba que tantos r¨¦ditos le ha dado durante el curso y que tanto le evita tener que elaborar el juego para crear situaciones de gol. La charla y las correciones de Simeone en el descanso provocaron que el Atl¨¦tico mostrara una cara m¨¢s reconocible, aunque no le diera para empatar. Casi duplic¨® el robo de balones en las inmediaciones del ¨¢rea rayista, 20 por 11 en el primer tiempo.

En total, en el segundo periodo recuper¨® 42, 10 m¨¢s que el primero y el aumento de la intensidad tambi¨¦n se vio reflejado en el n¨²mero de faltas cometidas, cinco en la primera mitad y 11 en la segunda. Esa recuperaci¨®n de las constantes que definen gran parte de su juego dej¨® al Rayo con un solo disparo tras la reanudaci¨®n y un aumento considerable de los del Atl¨¦tico, que pas¨® de 7 a 13, aunque solo Falcao, en el descuento acertara a marcar.