Soldado abre un partido indescifrable

La imprevisible narrativa del f¨²tbol contempl¨® un partido indescifrable. Comandado por un en¨¦rgico Valencia en el primer cuarto, igualado poco a poco por la solidez defensiva del Betis desde que se qued¨® con uno menos por la expulsi¨®n de Amaya y resuelto al final por un mal despeje de Paul?o. Y un tiro enroscado de Jonas al palo alejado de Adri¨¢n. Precisamente Jonas, en una actuaci¨®n personal muy desacertada, complet¨® las paradojas de la noche y una goleada aparente pero enga?osa. El cuadro de Valverde atac¨® como deb¨ªa en la primera parte y se desangel¨® en la segunda, mientras el Betis apret¨® los dientes defensivos y compiti¨® con uno menos hasta el ¨²ltimo cuarto. Entonces se desplom¨® inopinadamente. El partido no hubo quien lo entendiera.

Un pase picado de Feghouli a la espalda de la zaga b¨¦tica le desbroz¨® el partido al Valencia, premiando la intensidad de sus primeros minutos. Le permiti¨® a Soldado encarar a Adri¨¢n y pensar por d¨®nde quer¨ªa disparar. Lo impidi¨® Amaya al trabarle la pierna derecha desde atr¨¢s. El central b¨¦tico reclam¨® que la falta era fuera. El ¨¢rbitro la vio dentro, entendi¨® adem¨¢s que era una opci¨®n clara de gol y envi¨® a Amaya a la caseta. El penalti lo transform¨® Soldado con su maestr¨ªa habitual: se esper¨® a que Adri¨¢n cayera hacia su derecha y la coloc¨® rasa y muy suave a la izquierda del portero.

Tan valiente en la disposici¨®n de Pepe Mel, el Betis se abrig¨® al quedarse con uno menos: entr¨® Paul?o por Campbell y Castro pas¨® al interior izquierdo. Desde entonces, apenas sali¨® de su campo. A la espera de alguna jugada aislada, alguna falta o disparo lejano que pusiera a prueba la pericia de Be?at, por ejemplo.

El Valencia cumpli¨® con los c¨¢nones para superar a un rival en inferioridad num¨¦rica. Abri¨® el campo por las alas. Muy vivaracha la de Feghouli y Jo?o Pereira. Menos la de Guardado y Jonas. Alimentadas ambas por los trazos geom¨¦tricos de Parejo, consolidado como mediocentro puro, el 5 argentino, si bien se encuentre arropado por Tino Costa y en menor medida por Banega.

El Betis recuper¨® la alegr¨ªa tras el descanso. Y Molina encontr¨® un resquicio entre el centro de la zaga local para meter un servicio vertical hacia Rub¨¦n Castro. A este lo agarr¨® por detr¨¢s Mathieu, el ¨¢rbitro concedi¨® correctamente la ley de la ventaja y el disparo delantero canario se encontr¨® con la parada de Alves. Los b¨¦ticos le reclamaron y con raz¨®n la segunda amarilla para Mathieu.

El Valencia perdi¨® el hilo del encuentro, presa de la incertidumbre y de la sustituci¨®n de Soldado, con un esguince de tobillo, por Valdez. Valverde entendi¨® que deb¨ªa tocar alguna tecla. Un taconazo al espacio de Canales levant¨® eventualmente a Mestalla. Y una cabalgada posterior de Rami, llena de potencia y de regates imprevisibles. A partir de estas acciones individuales, el Valencia recuper¨® el pulso. Y el centro enroscado de Canales precipit¨® el rechace involuntario de Paul?o hacia su porter¨ªa. El fin de una historia inexplicable.