El inveros¨ªmil triplete de Silvia

La fiesta que montaron en el hotel de Ekaterimburgo (un mill¨®n y medio de habitantes, la cuarta ciudad m¨¢s poblada de Rusia), fue tal que la voz de Silvia Dom¨ªnguez apenas era audible a trav¨¦s del tel¨¦fono. Sin problema: sali¨® afuera, que la primavera tambi¨¦n ha llegado a la capital de los Urales, aunque todo es relativo porque eso equivale ahora a dos grados bajo cero, y gracias. Es la met¨¢fora de la inveros¨ªmil trayectoria de esta base de 26 a?os y 1,66 metros que ha sabido buscarse la vida y superarse en las dificultades, que no le han faltado.

En mayo de 2012, desapareci¨® el equipo con el que ten¨ªa un a?o m¨¢s de contrato, el Ros Casares de Valencia, se frustr¨® su fichaje por el Seattle Storm de la NBA femenina a causa de un problema con el visado y ello, a su vez, le impidi¨® formar parte de la selecci¨®n espa?ola para el Preeuropeo. Diez meses despu¨¦s, Silvia Dom¨ªnguez se ha proclamado campeona de la Euroliga por tercera vez consecutiva y, algo ins¨®lito, con tres equipos distintos: el Halc¨®n Avenida de Salamanca, el Ros Casares y el Ekaterimburgo.

He estado en el sitio justo y en el momento adecuado¡±, afirma la jugadora, de 26 a?os

La Euroliga se disputa con una final a ocho. El equipo ruso por el que fich¨® Silvia cuando desapareci¨® de golpe y porrazo el Ros Casares, ha sido el anfitri¨®n y arras¨® en la final (82-56) al Fenerbah?e, turco, dirigido por Roberto I?¨ªguez, el exentrenador de Silvia en Valencia. ¡°Es algo muy especial. Estoy content¨ªsima. He tenido suerte de estar en el sitio justo y en el momento adecuado, en clubes ambiciosos, con los m¨¢s grandes objetivos¡±, dice Silvia, titular y autora de cinco puntos, cuatro rebotes y dos asistencias en la final.

El Ekaterimburgo, que gan¨® el t¨ªtulo en 2003 pero hab¨ªa sido tercero en los cinco ¨²ltimos a?os, va a lo grande. ¡°Su estructura es muy profesional. Es un lujo c¨®mo nos tratan. A veces les digo que no necesito tanto. Pero ellos lo hacen todo para que est¨¦s a gusto y solo tengas que preocuparte por entrenarte y jugar. Los desplazamientos m¨¢s importantes los hacemos en avi¨®n privado. Cuando llegu¨¦ me facilitaron un piso muy bueno. No quieren que conduzcamos, debido a la nieve y el hielo. Nos pusieron un ch¨®fer. Yo soy muy independiente y a veces le digo que se vaya, que ya cojo un taxi. Tambi¨¦n tenemos a nuestra disposici¨®n a una traductora¡±. Aun as¨ª, la adaptaci¨®n no fue f¨¢cil. ¡°Todo es muy diferente, los horarios, las costumbres, el clima, el car¨¢cter de la gente... Pero en la segunda parte del a?o ya lo conoces todo mejor y he acabado encontr¨¢ndome a m¨ª misma¡±.

La adaptaci¨®n al equipo tampoco era sencilla. Est¨¢ plagado de estrellas, como Candace Parker y Diana Taurasi, campeonas ol¨ªmpicas con Estados Unidos y figuras de la WNBA. ¡°Al principio llegas y tienes un respeto m¨¢ximo por qui¨¦nes son. Pero ellas mismas te facilitan el trabajo, poder decirles lo que les digo y tomar decisiones en la cancha. El entrenador [Olaf Lange] es alem¨¢n, muy detallista. Ha sabido manejar una plantilla que cuenta con 13 estrellas. Cada una ha encontrado su papel¡±. El Ekaterimburgo ya gan¨® la Copa y su objetivo ahora es la Liga, a finales de abril. Despu¨¦s, Silvia desea volver a la selecci¨®n espa?ola. ¡°La WNBA es una ilusi¨®n y un reto, pero estoy a disposici¨®n del seleccionador. Esa es mi prioridad, poder competir con Espa?a en el pr¨®ximo Eurobasket de Francia¡±.