100 a?os de ciclismo de salvajes
La m¨ªtica carrera celebra hoy su centenario con Peter Sagan y Fabian Cancellara como principales favoritos
Hac¨ªa fr¨ªo en Flandes y la primavera era una ventisca que tra¨ªa nieve y la arrojaba dura contra la cara de los ciclistas que, cubiertos hasta las cejas, por arriba, y hasta las narices, por abajo, salieron el s¨¢bado a soltar las piernas. ¡°Entre un grado y cero grados¡±, dec¨ªa optimista Juan Antonio Flecha, nuestro hombre en el Tour de Flandes, que cumple 100 a?os. ¡°Pero dicen que el domingo durante la carrera subir¨¢ un par de grados¡±. El fr¨ªo no le asusta a Flecha, que resisti¨® hace un par de semanas la Mil¨¢n-San Remo de la gran nevada y se entrena de vez en cuando, y en invierno, en Puigcerd¨¤, pero en las horas previas a una de sus carreras m¨¢s queridas (un pel¨ªn menos que la Par¨ªs-Roubaix, faltar¨ªa m¨¢s, otra carrera de brutos), siente la congoja de la tristeza, de los paisajes grises desolados, tan parecidos al cielo gris de siempre, que otros a?os, con otro tiempo, son casi verdes de primavera.
Y, sin embargo, eso que le confunde y le maravilla, es justamente lo que ha dado sentido a la carrera, y, m¨¢s a¨²n, a los ciclistas de la tierra, los de los primeros a?os de la prueba, fundada en 1913 por Karel Steyaert, un flamenco m¨¢s conocido en el mundo por su nombre art¨ªstico, Karel van Wijnendaele, unos corredores a los se describ¨ªa en los medios como medio salvajes que se alimentaban solamente de carne cruda.
Fuera de B¨¦lgica, Flandes solo es uno, la mitad del pa¨ªs, la que habla un idioma lleno de consonantes, tan diferente al franc¨¦s a de la otra mitad, pero para los m¨¢s puristas, y las gentes fan¨¢ticas del ciclismo lo son como pocos, hay dos Flandes, el de los flandenses y el de los flamencos. Flamencos pueden ser los de Amberes, Brabante o Limburgo, las provincias m¨¢s orientales de la regi¨®n, pero que son flandenses solo lo pueden decir los de las otras dos provincias al oeste de Bruselas, justamente las dos provincias que recorre el que en realidad se llama Tour de los Flandes: Flandes Oriental, capital Gante, y, sobre todo, m¨¢s que nadie, los del tri¨¢ngulo que enmarca Francia al sur, la frontera se deber¨ªa trazar en Roubaix, y el mar del Norte por arriba, una tierra perennemente barrida por el viento que no encuentra obst¨¢culo a su paso, y el fr¨ªo ¨¢rtico. Es Flandes Occidental, capital Brujas, de donde sale la Ronde (el nombre flamenco) que 256 kil¨®metros m¨¢s tarde, y decenas de laberintos por carreteras rurales, de adoquines y peque?as y 17 empinadas y cortas cuestas llamadas montes, acabar¨¢ en Oudenaarde, cerca de Courtrai. Era, antes de que los turistas desembarcaran para comprar encajes y chocolates, la tierra de la pobreza, de los siervos que en bicicleta bajaban todos los d¨ªas a trabajar en la rica Francia, en la remolacha que entresacaban con la binadera, la espalda doblada como sobre la bicicleta en la tierra helada.
De esa tierra era Briek hombre de hierro Schotte, el s¨ªmbolo m¨¢s puro de ese ciclismo, quien corri¨® 20 Tours de Flanes y gan¨® dos, en 1942 (pese a la ocupaci¨®n alemana la Segunda Guerra Mundial no interrumpi¨® la Ronde, que solo disputaron belgas entonces) y 1948. De Gante, m¨¢s al Este es Walter Godefroot, el bulldog flamenco, el corredor al que m¨¢s tem¨ªa Eddy Merckx. De esas tierras no son, sin embargo, los representantes actuales del ciclismo de dureza, potencia y resistencia, los dos favoritos del d¨ªa, que convertir¨¢n la 97? Ronde (solo dej¨® de disputarse cuatro a?os en la Primera Guerra Mundial) en un verdadero duelo generacional: en un rinc¨®n, el viejo, el suizo de Berna Fabian Cancellara, ganador del Tour de Flandes de 2010 (y que el a?o pasado se rompi¨® la clav¨ªcula en la carrera); en el otro, el ¡®joven¡¯, el eslovaco Peter Sagan, tan bruto como el que m¨¢s y con un punto de fantas¨ªa que pocos tienen, y ambas caracter¨ªsticas las mostr¨® enormemente hace una semana, cuando al cruzar la meta victorioso y en solitario la Gante-Wevelgem lo celebr¨® con un caballito espectacular sobre la l¨ªnea de meta. A ninguno de los dos, como se vio en la San Remo hace 15 d¨ªas, donde ambos se anularon y dejaron la victoria a Ciolek, le molesta el fr¨ªo. M¨¢s bien al contrario.
¡°Lo que nos hizo Sagan en la Wevelgem solo se lo hab¨ªa visto hacer antes a Cancellara¡±, dice Flecha, que marchaba en el grupo de escapados del que se fue Sagan cuando quiso. ¡°Es el ¨²nico que como Fabian no necesita ponerse de pie sobre la bicicleta para cambiar de ritmo y atacar: lo hizo sentado. Despu¨¦s, como el gran Fabian de los d¨ªas grandes, clav¨® los codos en escuadra sobre la potencia del manillar y se fue volando¡±. Sagan supo hacer de Cancellara entonces, y sin necesidad, pues a diferencia del suizo no necesita llegar en solitario para ganar, pues es rapid¨ªsimo al ¡®sprint¡¯ tambi¨¦n. La pregunta del d¨ªa es, pues, ?sabr¨¢ Cancellara hacer de Sagan? ¡°No s¨¦¡±, dice Flecha, el ¨²nico espa?ol que ha hecho podio en la Ronde (tercero en 2008). ¡°Pero no creo que lo necesite. Para m¨ª Cancellara es el favorito porque sabr¨¢ marcar la diferencia en el pav¨¦s¡±. Y el pav¨¦s en Flandes, las piedras biseladas para evitar que las carretas se deslicen hacia abajo, son sus montes imposibles: el Koppenberg, el filtro del kil¨®metro 192, que se debe subir por los vierteaguas de las cunetas, y, sobre todo, el triple doble paso del Viejo Kwaremont y el Paterberg, la ¨²ltima vez a solo 13 kil¨®metros de la meta.
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