Neveras planificadas
Siete de los nueve mejores jugadores de los Bulls est¨¢n ya renovados para la pr¨®xima temporada
En lo que a comprar comida se refiere, hay dos tipos de personas. Est¨¢n las que piensan con antelaci¨®n y compran en un solo viaje alimentos para las comidas de toda una semana, que han planificado con la meticulosa atenci¨®n de un buen mariscal de campo. Y luego est¨¢n las que esperan hasta el ¨²ltimo minuto y descubren que el pollo de la cena habr¨ªa estado mucho mejor si lo hubieran comprado esa ma?ana y lo hubieran marinado por la tarde, en lugar de la verdad, que es que todav¨ªa est¨¢ en la tienda.
Los equipos de la NBA se dividen en categor¨ªas similares: los que planifican y aquellos a los que les entra el p¨¢nico. Los Bulls de Chicago, por la manera en que han afrontado la lesi¨®n de rodilla del ex Jugador M¨¢s Valorado Derrick Rose, han demostrado que pertenecen a la primera categor¨ªa.
A peque?a escala, esto queda de manifiesto por la paciencia que han tenido los Bulls con Rose este a?o. Cada semana, un periodista pregunta a Rose o al entrenador Tom Thibodeau cu¨¢ndo se producir¨¢ el triunfal regreso de Rose. Y cada semana, una de esas dos almas explica educadamente al periodista que esa pregunta es tan apropiada como un jabal¨ª en una fiesta.
Esta paciencia a corto plazo solo es posible gracias a la capacidad de los Bulls para ver el panorama general. De los nueve mejores jugadores de los Bulls, siete est¨¢n ya renovados para la pr¨®xima temporada. Los dos ¨²nicos que no lo han hecho ¡ªNate Robinson y Marco Bellinelli¡ª son exactamente la clase de jugadores con los que un equipo no debe firmar contratos por plazos largos. Los importantes jugadores j¨®venes de los Bulls ¡ªRose, Joakim Noah y Taj Gibson¡ª tienen contrato hasta el final del Gobierno de Obama (2016). Los importantes jugadores mayores de los Bulls ¡ªKirk Hinrich, Richard Hamiltony Luol Deng¡ª no lo tienen. El ¨²nico contrato desagradable que tienen los Bulls en su libro mayor es el de Carlos Boozer, y ni siquiera es tan malo. Registra una media de 15,7 puntos y 9,2 rebotes este a?o.
Cada semana, un periodista pregunta a Rose o al entrenador Tom Thibodeau cu¨¢ndo se producir¨¢ el triunfal regreso de Rose
Es f¨¢cil ver por qu¨¦ tiene Derrick Rose libertad para adoptar un planteamiento tan filos¨®fico respecto a su regreso. Aunque los Bulls son lo suficientemente buenos este a?o (se han asegurado un puesto en los playoffs y acaban de poner fin a la racha casi hist¨®rica de los Heat de Miami), est¨¢n, la verdad sea dicha, hechos para ganar el a?o que viene, o el siguiente, e incluso el a?o despu¨¦s. No hay razones para apresurarse. (Estoy seguro de que tambi¨¦n contribuye al estado mental de Rose el saber que le tienen que pagar 94 millones de d¨®lares a lo largo de los pr¨®ximos cinco a?os. Ustedes y yo tambi¨¦n ser¨ªamos pacientes).
La verdadera pregunta es esta: por qu¨¦ no hay m¨¢s equipos directivos en la NBA que emulen a los Bulls y piensen con antelaci¨®n; que firmen contratos a largo plazo con los jugadores apropiados; que firmen contratos a corto plazo con los jugadores que no lo son; que contraten a un buen entrenador; que conf¨ªen en la plantilla t¨¦cnica; y por encima de todo, que no salgan en los titulares. Parece un modelo lo bastante sencillo, y uno que podr¨ªa imitar cualquier equipo. Hasta los Bobcats de Charlotte. O los Kings de Sacramento. O los Magic de Orlando. O cualquiera de los muchos equipos de la NBA que, a juzgar por las apariencias, reculan ante el mero pensamiento de un plan l¨®gico a largo plazo.
Pero lo cierto es que no es tan f¨¢cil planificar a largo plazo. Si lo fuera, todos los equipos lo har¨ªan. Del mismo modo que todo el mundo limpiar¨ªa la nevera, la llenar¨ªa de alimentos frescos y planear¨ªa sus comidas para cada d¨ªa de la semana.
A diferencia de lo que hago yo, que tengo que salir a comprar pollo.
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