Ante la delicadeza, contundencia
El talento ofensivo del Par¨ªs Saint Germain, l¨ªder de la Liga francesa, contrasta con su dificultad para defender el juego entre l¨ªneas, el territorio preferido de Messi
El Par¨ªs Saint Germain se presenta como un rival de mucho cuidado para el Bar?a. Individualmente, el equipo franc¨¦s dispone de un plantel estupendo y su entrenador, Carlo Ancelotti, es un experto en la Champions, dos circunstancias importantes para disimular la falta de oficio del club en Europa. Limitados en defensa, los azulgrana necesitar¨¢n de su mejor versi¨®n. Los errores penalizan en la Liga de Campeones, como ya se vio en la ida de octavos en Mil¨¢n.
LOS ESPACIOS ENTRE L?NEAS
A pesar del gran trabajo de Ancelotti para organizar t¨¢cticamente a un equipo con problemas de equilibrio por el talento ofensivo que acumula, el PSG no ha alcanzado todav¨ªa la madurez defensiva. El l¨ªder del campeonato franc¨¦s se siente c¨®modo abrigado en su campo, dispuesto a aprovechar las recuperaciones como origen de salidas r¨¢pidas con espacios por delante y con atacantes con mucho desequilibrio individual, pero le falta ajustar algunos matices que lo pueden hacer vulnerable. Desde la llegada de Moura en el mercado de invierno, el t¨¦cnico ha renunciado a sus tradicionales convicciones de componer un centro del campo con tres hombres para delegar esa responsabilidad en un doble pivote muy competente formado por Verratti y Matuidi. Ambos son tan capaces de proteger a los centrales como de conectar con el talento de los delanteros, aunque su agresividad e intensidad no est¨¢ bien acompa?ada por la l¨ªnea defensiva. Hay mediocentros que se sienten fuertes en la espera y otros, como en este caso, que necesitan presionar e ir a buscar al rival. Tanto unos como otros pueden ser efectivos; s¨®lo se trata de una elecci¨®n en la expresi¨®n, pero es imprescindible que su personalidad cuente con la complicidad del resto del equipo. Y si ellos son expansivos, los delanteros deber¨ªan asumir la primera presi¨®n y los defensas est¨¢n obligados a dar el paso adelante para reducir los espacios entre l¨ªneas. El Bar?a puede encontrar petr¨®leo entre l¨ªneas, donde se siente especialmente c¨®modo en la combinaci¨®n y donde el rol de Messi como falso 9 adquiere una dimensi¨®n may¨²scula. Sobre todo, porque, a diferencia de Thiago Silva, tan imponente en la anticipaci¨®n como en la correcci¨®n, Alex prefiere el recogimiento al atrevimiento. Eso provoca que la l¨ªnea no se sienta segura en el paso adelante, absolutamente imprescindible para que no se abran grandes espacios entre l¨ªneas, ya que los mediocentros no negocian su despliegue ni los delanteros presionan de manera colectiva. Y si Alex se expone, su espalda queda muy desnuda porque su velocidad de reacci¨®n es limitada. Si Ancelotti no encuentra alguna soluci¨®n a este comportamiento natural, la versi¨®n m¨¢s delicada del Barcelona puede abrir una gran herida en la estructura defensiva francesa.
LUCAS MOURA Y PASTORE
La pareja atacante formada por Ibrahimovic y Lavezzi, muy capaz de ser autosuficiente en la producci¨®n ofensiva, disfruta de una fuente de alimentaci¨®n privilegiada. Lucas Moura (20 a?os) y Pastore (23 a?os) ocupan las bandas del equipo franc¨¦s, a pesar de que interpretan su posici¨®n de manera absolutamente opuesta, lo que enriquece el manual de desequilibrio. Si el argentino sale desde la izquierda para invadir todo el frente del ataque como enlace con los delanteros en el pase profundo, como socio en la combinaci¨®n con una complicidad particular con Lavezzi, como luz en la transici¨®n o como freno y acelerador para dar sentido a la acci¨®n colectiva, el brasile?o va en direcci¨®n contraria. Es decir, Pastore juega de fuera para adentro de manera tan descarada que acostumbra a recibir de espaldas en la l¨ªnea lateral para proteger el bal¨®n y salir bien perfilado en la trayectoria interior. En cambio, Lucas Moura juega para fuera porque se siente c¨®modo alejado de las zonas de mucho tr¨¢nsito para explotar su capacidad de desborde. Es un jugador especial por su explosi¨®n f¨ªsica, su cambio de ritmo y de direcci¨®n, su potencia y velocidad, su habilidad para inyectar pausa a sus aventuras individuales, su naturaleza profunda y un talento impagable para acabar bien la jugada en el ¨²ltimo pase o con una contundencia sorprendente en el remate. Adem¨¢s, a pesar de no ser alto, su fuerza en el tren inferior lo ha convertido en el destino de la salida en largo del Par¨ªs Saint Germain con el balonazo de Sirigu para que ¨¦l lo descuelgue. Y eso, en un equipo que cuenta con Ibrahimovic, todav¨ªa le da m¨¢s valor.
BAL?N PARADO
Si hay una asignatura donde el PSG es muy superior al Bar?a, se trata del juego a¨¦reo. A las habituales dificultades del equipo de Vilanova en el bal¨®n parado, por la naturaleza f¨ªsica de sus jugadores, se suma el potencial ilimitado del conjunto de Ancelotti en este apartado del juego. Los dos centrales son imponentes e inflexibles por arriba, tanto en la defensa de los balones laterales como en el ataque de los centros, pero se ha de a?adir la envergadura de Ibrahimovic, la intuici¨®n y dominio del cuerpo a cuerpo de Lavezzi en los balones sueltos o el tacto delicado de Pastore y Maxwell en la invitaci¨®n al remate sin olvidar la incontrolable potencia f¨ªsica de Lucas Moura. El Bar?a conoce la mejor manera de defenderse de este peligro, pues ya se ha encontrado en los ¨²ltimos a?os rivales inalcanzables en este tipo de duelos. Defensivamente, el Bar?a debe esforzarse en evitar los c¨®rners y sobre todo, medir su agresividad en el ¨²ltimo tercio de campo, pues Ibrahimovic tambi¨¦n marca diferencias con su salvaje latigazo en las faltas desde la frontal, ya sea a media o larga distancia. Y en ataque, recurrir a f¨®rmulas imaginativas trabajadas en el laboratorio y explotar el dos contra dos o tres contra tres en el c¨®rner en corto antes de sortear un saque de esquina largo con m¨ªnimas posibilidades de ser rematado. La concentraci¨®n y el rigor en los detalles ser¨¢n los mejores compa?eros de viaje del Bar?a para reducir su desventaja en este rinc¨®n de la eliminatoria.
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