El riesgo de jugar al l¨ªmite
Algunas de las cosas que le vienen sucediendo al Bar?a son incontrolables y acent¨²an su car¨¢cter fatalista. No se sabe de m¨¢s equipos que tengan a un jugador y al entrenador en fase de recuperaci¨®n de unas enfermedades muy serias. Muchos clubes se habr¨ªan excusado en la ausencia del t¨¦cnico para justificarse en caso de malos resultados. Aunque la gesti¨®n de la ausencia de Tito Vilanova ha provocado opiniones contrapuestas, la respuesta azulgrana tiene su m¨¦rito porque solo ha quedado eliminado de la Copa en las semifinales que le enfrentaron al Madrid, se ha corregido en la Champions y mantiene con diferencia el liderato de la Liga. El Bar?a ocupa una situaci¨®n privilegiada si se tiene en cuenta adem¨¢s que en abril tuvo que afrontar la renuncia de su l¨ªder Guardiola.
El esfuerzo por mantener la competitividad ha sido gigantesco. Hubo momentos incluso en que pareci¨® que el equipo perdi¨® el gusto por jugar al f¨²tbol y se entregaba a un ejercicio resultadista. La victoria se impon¨ªa como una necesidad porque las consecuencias de la derrota pod¨ªan amenazar el estatus quo consensuado en el vestuario con el ascenso de Tito. Ning¨²n rival pudo seguir su ritmo ni disputarle el triunfo hasta que acab¨® el 2012, a excepci¨®n del Madrid, que le gan¨® la Supercopa. A la que perdi¨® su primer partido en la Liga, sin embargo, el Bar?a se afloj¨® y ahora parece afrontar un momento l¨ªmite por el desgaste f¨ªsico y emocional acumulado. No parece casual que desde su ca¨ªda en Anoeta solo haya ganado en Granada fuera de su marcha triunfal en el Camp Nou.
El partido del Camp Nou contra el Milan ha funcionado m¨¢s como una excepci¨®n que como guion
M¨¢s que recesi¨®n, igualmente apreciable, se ha notado una cierta administraci¨®n del juego que ha coincidido con una cadena de lesiones. Hoy se paga el desgaste de ayer y el estr¨¦s con el que viven los defensas. Los t¨¦cnicos han insistido en una alineaci¨®n y en unos mismos jugadores y, llegados al tramo final, necesitan recurrir a futbolistas que no han contado habitualmente, situaci¨®n que abona una cierta desconfianza. La fractura entre titulares y suplentes ha sido tan evidente como la dificultad para corregir errores estructurales.
El partido del Camp Nou contra el Milan ha funcionado m¨¢s como una excepci¨®n que como guion. Igual que hubiera valido por un t¨ªtulo. El propio Xavi simplific¨® su trascendencia: ¡°A este equipo le falta una remontada¡±. No ha vuelto a presionar como aquella noche y por contra se han reproducido algunos defectos como las concesiones defensivas, que penalizan m¨¢s en la Champions que en la Liga; la dificultad para armar el rombo r¨¢pido y preciso, circunstancia que abona la ret¨®rica; la dependencia de Messi, que totaliza 57 de los 130 goles frente a los 14 de Villa; y la poca aportaci¨®n de algunos futbolistas, habituales o no en las alineaciones. A veces poco profundo y vertical, excesivamente lento o poco agresivo, al Bar?a le ha redimido la efectividad. As¨ª, en Par¨ªs logr¨® un mejor resultado que en San Siro, pero el PSG es mejor equipo que el Milan y el mi¨¦rcoles no se sabe si podr¨¢ jugar Messi ni qui¨¦n defender¨¢ a Ibrahimovic.
M¨¢s que pensar en ganar, al Bar?a le conviene revisar su plan como v¨ªa hacia la victoria, recuperar el placer de jugar bien sin miedo a perder. El secreto est¨¢ en el d¨ªa a d¨ªa y no en un ¨²ltimo esfuerzo.
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