Solo un torneo en casa, el peor escaparate desde 1972

Qu¨¦ tiempos aquellos, piensan en el golf espa?ol cuando recuerdan la d¨¦cada de los noventa, a?os en los que Espa?a acog¨ªa un gran n¨²mero de torneos. Hasta ocho por curso en 1992, 93, 94, 99 y 2000, cuando el apogeo de Olaz¨¢bal y el nacimiento de Tiger. Siete campeonatos en 1990, 91 y 95. Una felicidad opuesta a la depresi¨®n de ahora. En 2013, Espa?a solo celebrar¨¢ un torneo del circuito europeo, el Open nacional del 18 al 21 de abril en el Parador El Saler, en Valencia. Es la primera vez desde que existe el circuito, en 1972, que solo hay un campeonato en Espa?a. Siete, como en los buenos tiempos, se celebraron en 2011, y cuatro el a?o pasado, antes del gran bajonazo.

¡°La crisis ha afectado completamente al golf¡±, explica Gonzaga Escauriaza, presidente de la federaci¨®n espa?ola. ¡°La mayor¨ªa de torneos ten¨ªan patrocinadores institucionales: Castell¨®n, Baleares, Andaluc¨ªa¡­ Eran ayudas p¨²blicas, y la crisis en las comunidades aut¨®nomas ha sido m¨¢s fuerte que en las sociedades privadas¡±. De los poco m¨¢s de tres millones de presupuesto del Open, la Generalitat Valenciana solo aporta 50.000 euros. El resto viene de cinco patrocinadores ¡ªReale Seguros, el principal¡ª y otras seis entidades colaboradoras. El torneo, que contar¨¢ con el concurso de Sergio Garc¨ªa, Olaz¨¢bal y Fern¨¢ndez-Casta?o tras su participaci¨®n en el Masters, repartir¨¢ 1,5 millones en premios.

Espa?a solo celebrar¨¢ un torneo del circuito europeo, el Open nacional del 18 al 21 de abril en el Parador El Saler, en Valencia

Andaluc¨ªa, foco de gran n¨²mero de torneos en otros casos, se ha quedado hu¨¦rfana. Miguel ?ngel Jim¨¦nez, pese a remover cielo y tierra, ha debido renunciar al Open andaluz tras solo poder asegurarse la mitad del dinero necesario. ¡°Son momentos dif¨ªciles. Ha bajado la ayuda p¨²blica y la privada, nos afecta mucho la crisis¡±, comenta ?ngel Gallardo, vicepresidente del circuito europeo, un organismo que sobrevive de la celebraci¨®n de los Opens nacionales, de su propia televisi¨®n y de la apertura del golf a otras fronteras. ¡°Hubo muchas cr¨ªticas por abrirnos al mercado asi¨¢tico y gracias a eso y a la expansi¨®n por Sudam¨¦rica el circuito tiene buena salud. Esperamos tambi¨¦n el empuje del golf ol¨ªmpico¡±.

R¨ªo 2016, sin embargo, queda muy lejos. Mientras, el golf se aferra al turismo para superar la crisis. ¡°El presidente [Alberto] Fabra me ha dicho que haga de comercial¡±, dijo el consejero valenciano M¨¢ximo Buch durante la presentaci¨®n del Open. ¡°Hacemos pol¨ªtica tur¨ªstica de producto. Ya no ofrecemos un destino, sino una experiencia. El golfista gasta m¨¢s que el resto de turistas¡±. Ah¨ª est¨¢n las cifras: 900.000 personas viajaron en 2012 a Espa?a para jugar al golf, y dejaron 1.200.000 millones de euros.

Las arcas p¨²blicas, pese a todo, han dado la espalda al golf. Perder la lucha por la Ryder 2018 y 14 a?os sin un grande espa?ol elevan la fuga de inversores.