La bella locura del f¨²tbol
Con cuatro goles en los ¨²ltimos 10 minutos, Espanyol y Valencia firman un empate fren¨¦tico
Se resisti¨® a su suerte y le gan¨®, batallador infatigable, delantero de padre y muy se?or m¨ªo. No era su partido. No se sabe si segu¨ªa con el tobillo a la virul¨¦, pero s¨ª que ten¨ªa el olfato desnortado, lejos del remate, sin ning¨²n triunfo en la pugna de las segundas jugadas, desvirtuado en los desmarques, todo un espantap¨¢jaros del ¨¢rea. Hasta que se rebel¨®. Roberto dijo que era Soldado y que nanay, que por ah¨ª no pasaba. Recobr¨®, tenaz y voluntarioso, el instinto aniquilador, ese que le sirvi¨® para dar un gol a falta de dos minutos para que concluyera el duelo y para marcar otro sobre la bocina. Pero el Espanyol, tanto o m¨¢s gallardo, equipo de descargas y pasmos, expres¨® que el f¨²tbol es bello y loco a partes iguales, con un ¨²ltimo gol en la jugada postrera del encuentro para firmar un empate no apto para taquic¨¢rdicos, capricho del destino porque el Valencia gan¨® al Valladolid la jornada pasada en el ¨²ltimo suspiro, tambi¨¦n al Espanyol en la primera vuelta.
ESPANYOL, 3 ¨C VALENCIA, 3
Espanyol: Casilla; Mattioni (Javi L¨®pez, m. 77), Colotto, H¨¦ctor Moreno, Capdevila; V¨ªctor S¨¢nchez, Forl¨ªn; Stuani, Verd¨² (Baena, m. 85), Wakaso; y Sergio Garc¨ªa. No utilizados: Cristian ?lvarez; Ra¨²l Rodr¨ªguez, Petrov, Sim?o y V¨ªctor ?lvarez.
Valencia: Guaita; J. Pereira, Ricardo Costa (V¨ªctor Ruiz, m. 40), Mathieu, Guardado; Tino Costa (Albelda, m. 46), Parejo, Banega; Jonas, Soldado y Canales (Feghouli, m. 78). No utilizados: Alves; Cissokho, Viera y Valdez.
Goles: 1-0. M. 45. Wakaso, de cabeza. 1-1. M. 53. Canales resuelve un pase de Banega. 2-1. M. 82. Verd¨² finaliza una contra. 2-2. M. 88. Jonas en el borde del ¨¢rea. 3-2. M. 92. Soldado cruza el bal¨®n. 3-3. M. 94. Sergio Garc¨ªa, dentro del ¨¢rea.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. Expuls¨® con roja directa a Ra¨²l Rodr¨ªguez (m. 93). Amonest¨® a R. Costa, V¨ªctor S¨¢nchez y Albelda.
Cornell¨¤-El Prat: 24.054 espectadores.
Le cost¨® al Valencia encontrar la hoja de ruta, empecinado al inicio en reclamar protagonismo con el bal¨®n entre los pies. Le ocurri¨®, sin embargo, que sufri¨® irremediables desva¨ªdos a cada ocasi¨®n que se adentraba en casa ajena, como si le pudiera la timidez, acaso la afon¨ªa rematadora de Soldado. Y, desconectado el delantero, desenchufada la creatividad de los medios, que palidecieron al no tener l¨ªneas de pase por dentro. Tampoco generaban por entonces Banega ni Tino Costa, menos Parejo, sorpresas desde atr¨¢s, por lo que Jonas exigi¨® el cuero en el costado derecho, quiebro y centro. Lo mismo hizo Guardado con balones colgados desde el ala opuesta. Pero eso es jauja para el Espanyol, sobre todo porque cuenta con dos centrales imperiales por alto, tambi¨¦n con el portero que mejor sale por arriba de la Liga.
Negado el rival, madur¨® el duelo el Espanyol a su gusto, con intervencionismo tan escaso como exquisito. No es un equipo que se exprese con la posesi¨®n del bal¨®n, sino que lo hace a centelleos, fulgores que se cuecen en los pies de V¨ªctor S¨¢nchez, que se aceleran en las apariciones de Stuani y las carreras de Wakaso, que cogen color y forma en las botas de Verd¨², y que concluyen en Sergio Garc¨ªa, un artista del juego del trile, ariete que se las ingenia para desmontar a las zagas con movimientos de cintura y bailes de pies. As¨ª, persuasivo y pu?etero, el Espanyol agarr¨® el brazo del rival cuando este solo le ofreci¨® el dedo. Resulta que el centro de la zaga del Valencia, incomprensible debilidad, se empach¨® de bal¨®n y pretendi¨® jugarlo raso, con unas p¨¦rdidas perentorias que Sergio Garc¨ªa y Stuani no tuvieron a bien castigarlas. Un chut alto; otro torcido. Pero persisti¨® Sergio, objeto de un penalti ¡ªno se?alado¡ª de V¨ªctor Ruiz antes de que recogiera el esf¨¦rico en la banda, de que soltara un centro con el exterior al segundo palo, a la llegada del expreso Wakaso, que remat¨® de cabeza picado, a contrapi¨¦ y a gol. Ataques cortos y pases largos, la receta de Aguirre que bien puede valer una permanencia.
Soldado se reh¨ªzo a tiempo y Sergio Garc¨ªa se marc¨® un nuevo baile de cintura y de pies
Pero Banega, c¨®modo entre idas y venidas, entre corrientes y chispazos, encontr¨® su sitio, la mejor de las noticias para el Valencia. El mediocentro se personific¨® como el remedio a la espesura, primero con la conducci¨®n y el regate, despu¨¦s con el pase de mago al desmarque de un Canales que lo hizo todo bien: despegarse de Mattioni; control orientado para cobrarse posici¨®n de tiro; y remate a la red. Fue, en cualquier caso, un gol que evidenci¨® el mundo al rev¨¦s, puesto que el Valencia atac¨® en un santiam¨¦n, pase, desmarque, chut y gol. Tom¨® nota el equipo de Valverde ¡ªovacionado por una afici¨®n que le recuerda con devoci¨®n, sobre todo porque le llev¨® a la final de la UEFA en 2007, ¨¦pocas doradas que parecen demasiado lejanas¡ª, que mezcl¨® mejor con prisas, cuando se despert¨® la gazuza de Soldado, quiz¨¢ en ese remate al poste a la salida de un c¨®rner.
Le bast¨® un nuevo ataque fulminante al Valencia, un bal¨®n largo al pecho del 9, que la durmi¨® para la llegada de Jonas, que solt¨® el l¨¢tigo y envi¨® el bal¨®n a gol para firmar de nuevo el empate. Minuto 88. Antes, claro, la hab¨ªa liado el el¨¦ctrico Wakaso, que sali¨® a la contra en un c¨®rner adverso, comi¨® terreno a bocados y cedi¨® el cuero a Sergio Garc¨ªa, que, ya en la l¨ªnea de fondo, centr¨® al segundo palo, al propio Wakaso, que la cedi¨® a la llegada de Verd¨² para que festejara el empate. Minuto 82. Pero lo mejor estaba por llegar, por m¨¢s que al reloj se le acabaran las pilas. Nuevo ataque de un Valencia con la lecci¨®n aprendida, con Banega de crupier y Soldado en ebullici¨®n, fenomenal en meter el pie y cruzar el esf¨¦rico ante la salida de Casilla. Pase y gol, esto es otra historia. Minuto 92. Nada, sin embargo, que hundiera al Espanyol, que juega a lo suyo, cuando le dejan y cuando puede, cuando Sergio Garc¨ªa aparece. Pase a la espalda de la defensa, regate del otro 9 y chut a la red. Minuto 94; se acab¨® la cuenta atr¨¢s.
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