El Atl¨¦tico anula al Bar?a

La clave result¨® ser como ellos. Ejerci¨® el Atl¨¦tico del Barcelona, salt¨® al fango del 40x20 con las armas de su eterno rival bien apuntaladas y cortocircuit¨® a los azulgrana, anulados por una imperial defensa rojiblanco. Un ejercicio de superaci¨®n tras una ca¨®tica temporada con recompensa: los cinco goles de ventaja con los que viajar¨¢n el s¨¢bado al Palau para sellar el billete a la final a cuatro de Colonia. Una gran, e imprevista, renta que a¨²n no saborean los rojiblancos, sabedores de que este inmenso Bar?a impide cualquier brindis prematuro.

Se batieron en el coso de Vistalegre dos equipos que se conocen de memoria, hartos como est¨¢n de disputarse cualquier torneo en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada. El Bar?a, con una de las mejores murallas del continente, contaba por victorias sus tres ¨²ltimas visitas a Madrid, gracias a esa tapia de la que escasea el Atl¨¦tico. Hasta este s¨¢bado. Los de Dujshebaev defendieron como no se les recuerda. Entre Kallman y un descomunal Ca?ellas desquiciaron a Rutenka en el primer acto. El bielorruso no consegu¨ªa disparar el arma que lleva por brazo y se lleg¨® a cortocircuitar con los jugadores rojiblancos. ¡°?Suave!, ?suave!¡±, le advert¨ªa el central catal¨¢n.

El t¨¦cnico atl¨¦tico, al que la parroquia de Vistalegre considera su Simeone, transmiti¨® la intensidad, a veces desmesurada, con la que vive los partidos a sus pupilos. Los bloqueos se suced¨ªan desde todos los flancos y el 42% de los lanzamientos fueron repelidos por el Cid Hombrados. A sus 41 a?os, despu¨¦s de seis meses alejado de las pistas, disput¨® todo el partido y volvi¨® a constatar que con ¨¦l su equipo puede sacar el billete a Colonia. Sin ¨¦l bajo los palos, sobrevuela el fantasma de que el Atl¨¦tico vuelva a ser un mero sparring de calidad para los colosos del continente.?

Enfangados como estuvieron en el arranque, acelerados ambos equipos por acabar con aquello o por no dejar que se decantase la balanza muy pronto, el primer tiempo fue un c¨²mulo de desprop¨®sitos, de continuas imprecisiones. Acaso alguna genialidad de Balic, un globertrotter del balonmano, que encandil¨® con sus pases imposibles, su visi¨®n de juego con ojos en la nunca e incluso una parada siendo jugador-portero. Asfixiado, con la espalda echa trizas a sus 34 a?os, el mago de Split encendi¨® a¨²n m¨¢s la caldera de 11.000 gargantas de Vistalegre.

A partir de la batuta de Balic, Lazarov, hasta que se rompi¨® -el Atl¨¦tico no puede terminar un partido sin lesionados y Ca?ellas desarbolaron la pared que forman Viran, Sorhaindo y Jernemyr, ocupados como estaban por no permitir ni medio cent¨ªmetro a Julen Aginagalde, imperial en los seis metros a poco espacio que se le conceda. El central catal¨¢n defendi¨®, rob¨®, pas¨®, atac¨®, desde el lateral, desde el centro, como le gusta a este futuro farmac¨¦utico. Un coloso al que si le garantizan ambientes y encuentros como ayer seguir¨¢ sine d¨ªe como l¨ªder de un equipo que revivi¨® para brindar un espect¨¢culo.