Fin de fiesta
El Barcelona, pese al flojo ambiente, celebra con una victoria ante el Valladolid (2-1) un campeonato con mucho valor simb¨®lico
Ya tiene el Bar?a la copa que le acredita como campe¨®n de Liga, y para honrarla como era debido el d¨ªa de su entrega, el entrenador dispuso de la mejor alineaci¨®n posible, indiferente al agua que no dejaba de caer sobre Barcelona y a la comodidad de la hinchada, que en su mayor¨ªa prefiri¨® resguardarse en casa a mojarse en la celebraci¨®n del Camp Nou: la de ayer fue una de las peores entradas de la temporada (56.055 espectadores). Aunque los trofeos se entregan a la carta en el palco, se ganan durante el a?o en el campo, y el actual ya hace tiempo que se conquist¨® fuera y en casa con victorias como la de ayer contra el Valladolid.
No se trata de un t¨ªtulo cualquiera sino que tiene mucho m¨¦rito, no solo desde el punto de vista competitivo, sino tambi¨¦n simb¨®lico, representado por el 22, el n¨²mero de campeonatos ganados por el club y tambi¨¦n el dorsal de Abidal. As¨ª se entiende que a veces se disfrute del galard¨®n en silencio, como si fuera un acto de recogimiento y gratitud, y en otras se imponga el estruendo, se?al de alegr¨ªa y arrebato, de afirmaci¨®n barcelonista frente a la derrota de Mourinho, al que el madridismo eligi¨® como ant¨ªdoto del Bar?a de Guardiola y Tito. Ayer se festej¨® de forma minoritaria y apagada con la excusa del horario, la tele y la lluvia.
BARCELONA, 2; VALLADOLID, 1
Barcelona: Vald¨¦s; Montoya, Piqu¨¦, Mascherano, Alba; Xavi, Busquets (Thiago, m. 63), Iniesta (Dos Santos, m. 76); Pedro, Cesc y Villa. No utilizados: Pinto; Bartra, Alexis, Tello y Song.
Valladolid: Jaime; Balenziaga, Rueda, Valiente, Pe?a; ?lvaro Rubio, V¨ªctor P¨¦rez; Larsson, ?scar, Omar; y Javi Guerra (Manucho, m. 76). No utilizados: Dani Hern¨¢ndez; Sereno, Baraja, Sastre, Rama y Bueno.
Goles: 1-0. M. 21. Pedro. 2-0. M. 42. Valiente, en propia puerta. 2-1. M. 88. V¨ªctor P¨¦rez, de penalti.
?rbitro: Iglesias Villanueva.
Camp Nou: 56.055 espectadores.
Incluso es posible que haya sido un ¨¦xito contra pron¨®stico, por el recuerdo de Guardiola, la omnipresencia de Mourinho, el c¨¢ncer de Tito. No extra?a que el triunfo tenga muchos padrinos y ap¨®stoles, talibanes que combaten a los esc¨¦pticos, que son gente sin sangre ni perd¨®n de Dios por dudar de la buena fe del Bar?a. Una liturgia al fin y al cabo muy cul¨¦ por su tendencia a la melancol¨ªa. Ante los rom¨¢nticos, se ha impuesto el realismo de Tito y los goles de Messi: hasta 46 en el campeonato. Ambos alcanzaron la victoria despu¨¦s de huir de la derrota y combatir el mal con tanta fe que tumbaron a los descre¨ªdos.
El f¨²tbol ha dado mucho que hablar, para bien y para mal y ¨²ltimamente ni para una cosa ni para la otra, porque la afici¨®n est¨¢ muy distra¨ªda. Las preguntas se suceden: cu¨¢ntos jugadores partir¨¢n a la Copa Confederaci¨®n; qu¨¦ ser¨¢ de Abidal; a d¨®nde ir¨¢n Villa y Vald¨¦s; qui¨¦n ha dicho que Thiago es transferible; c¨®mo est¨¢ lo de Neymar; ?es cierto que puede volver Reina? Nada preocupa m¨¢s en cualquier caso que las idas y venidas de Tito a Nueva York, y ma?ana vuelve a la consulta para regresar antes del derbi de la pr¨®xima jornada. No extra?a que cueste reparar en los partidos que quedan en el curso por m¨¢s voluntad que ponga el equipo.
Ayer se esforzaron los titulares, muy profesionales y a veces incluso art¨ªsticos, detallistas al menos, sabedores de que las copas se deben celebran con victorias. A falta de Puyol, Abidal, Adriano y Alves, lesionados los cuatro, fue una suerte que reapareciera Mascherano, un futbolista muy profesional y carism¨¢tico, y ante la ausencia de Messi se reivindic¨® Pedro, uno de los muchos delanteros que parec¨ªan atrofiados por la omnipresencia del 10. Muy participativo, el canario remat¨® una asistencia de Xavi, clarividente en la apertura al extremo y en el robo de la pelota, el mejor de los recursos cuando escasea la elaboraci¨®n.
Al Valladolid le perdi¨® su nobleza. Es un equipo encantador porque juega de manera muy aseada y correcta, siempre ense?a el bal¨®n, jam¨¢s trampea el partido. Resulta tan transparente que los errores le penalizan sin remedio: tom¨® el 1-0 por un error en el pase de Rueda y Marc Valiente se meti¨® el 2-0 en la porter¨ªa de Jaime a la salida de un c¨®rner botado por Xavi. La efectividad de los azulgrana, m¨¢s ordenados que intensos, fue sorprendente: cobraron dos goles con un solo tiro.
No hubo ritmo ni suspense en el partido, de manera que a falta de presente se impuso recordar el pasado o evocar el futuro, un ejercicio solo interrumpido por la rueda de los cambios (momento para Thiago, Dos Santos y Tello), por los c¨¢nticos de campeones al ritmo de la cl¨¢sica ola y por el gol del honor del Valladolid despu¨¦s de un penalti de Montoya a Manucho transformado por V¨ªctor P¨¦rez. Una vez reconquistada la Liga, el reto es sumar ahora 100 puntos en el campeonato, una cifra redonda para coronar un t¨ªtulo que tiene mucho valor.
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