Elche se entrega al delirio del ascenso
Un cuarto de siglo han tardado los franjiverdes en regresar a Primera.
La primera vez que el Elche subi¨® a Primera era el a?o 1959. Los hinchas se restregaban los ojos tras los dos a?os que hab¨ªan vivido. Subieron de tercera a primera del tir¨®n, a?o a a?o. As¨ª lo canta su himno. Entonces la gente no pudo esperar y se fue a recibir al autob¨²s antes de que llegaran a Elche: unos llegaron hasta Almansa (Albacete), una multitud se qued¨® en Monovar (Alicante), a 54 kil¨®metros. Este a?o la gente se ha lanzado espont¨¢neamente a la calle hasta en tres ocasiones a celebrar sin cre¨¦rselo todav¨ªa. ¡°Vivo en una nube, 25 a?os son muchos esperando esto. Lo llevo viviendo desde febrero, me da igual lo que pase el a?o que viene¡±, dec¨ªa una hombre con los ojos llorosos mientras esperaba en el Ayuntamiento a la llegada del equipo.
Varias tracas sonaron anunciando el paso del equipo por los barrios de la ciudad de las palmeras. Muchos llevaban de fiesta desde anoche. Chavales que en su vida han visto al equipo en Primera como Jos¨¦ Andreu, de 19 a?os. ¡°Esto es incre¨ªble, impresionante, no me lo imaginaba¡±, dec¨ªa. Y pocos lo hicieron. El pasado agosto, tras 14 a?os a la deriva en Segunda Divisi¨®n, nadie daba un c¨¦ntimo por el Elche. El sue?o de volver a la primera categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol se hab¨ªa truncado recientemente en una eliminatoria de ascenso contra el Granada. Su entrenador era un novato con pinta de despistado. Sus tres capitanes superaban la treintena. En las alineaciones no brillaba ning¨²n nombre. Su presupuesto era el s¨¦ptimo de la categor¨ªa. No es que nadie pensara el verano pasado que el Elche pudiera celebrar la fiesta que solo los mejores de segunda montan a final de campeonato, es que nadie les pon¨ªa siquiera en la lista de posibles invitados. ¡°?Y nos hemos quedado solos!¡±, dec¨ªa un grupo de j¨®venes.
El Elche puede presumir de haber mirado por el retrovisor a cualquier favorito que le hayan puesto por delante: el Villarreal, el Sporting, el Almer¨ªa, cualquiera. Arranc¨® l¨ªder desde la primera jornada con prudencia y un mensaje que albergaba la ilusi¨®n m¨¢s austera. En la primera vuelta pusieron una distancia sideral con un sentido de la tranquilidad que les daba el t¨¦cnico Fran Escrib¨¢ con esa cara de p¨®quer que le vale para todo, quiz¨¢s la que se le qued¨® despu¨¦s de siete a?os de funcionario en los juzgados de Elche. All¨ª vio pasar a lo largo de ocho a?os a 14 entrenadores por un club que si bien llevaba 24 a?os sin pisar un campo de Primera, siempre tuvo una exigencia m¨¢xima. Nadie podr¨¢ decir que no sab¨ªa d¨®nde se met¨ªa. Seguramente el presidente Jos¨¦ Sepulcre tampoco sab¨ªa a qui¨¦n fichaba: raro el tipo que hoy en d¨ªa renuncia a entrenar en Dubai junto a su amigo Quique S¨¢nchez Flores y a un sueldo cinco veces mayor para dirigir al Elche. Una pancarta le recib¨ªa frente al Ayuntamiento: ¡°Gracias Escrib¨¢¡±.
¡°Som, som, som de Primera divisi¨®¡±, cantaba la gente no sin antes acordarse del rival local, el H¨¦rcules, con el t¨ªpico ¡°Herculano el que no bote¡±. ¡°Esto es una felicidad enorme¡±, dec¨ªa Eduardo, un auxiliar del calzado de 30 a?os. ¡°Esto solo lo he visto una vez en mi vida¡±, est¨¢ es una gran ciudad y se lo merece por todo lo que hemos sufrido. En lo tiempos que estamos este ascenso viene bien a todos. Va a haber mucho trabajo¡±, opin¨® el ilicitano.
El equipo de Escrib¨¢ ha sido el Elche de los r¨¦cords. Nadie complet¨® nunca en la historia de Segunda una primera vuelta tan fulgurante. Ni el Atl¨¦tico, ni el Valencia, ni el M¨¢laga, el Betis o el Depor, ninguno de los habituales de Primera que se han pasado un a?o, o dos, en el infierno de Segunda. Ya en la octava jornada hab¨ªan firmado el mejor arranque sumando 22 de los 24 puntos posibles. Para recordar semejantes cifras en el club casi hab¨ªa que trasladarse a otros tiempos, al primer ascenso a Primera del equipo en 1959 con el m¨ªtico C¨¦sar Rodr¨ªguez, entrenador y delantero del equipo al mismo tiempo. Los ilicitanos entraron en la d¨¦cada de los 60 llevando a su equipo en volandas cuando apenas seis a?os antes casi desaparece. Con la industria del calzado y textil floreciendo y una poblaci¨®n que crec¨ªa con la llegada de gentes del sur, el equipo se crey¨® capaz de todo. El orgullo de ese momento convirti¨® al Elche en un equipo nada remilgado, siempre al ataque, casi irrespetuosos con el orden, capaz de meterle un 8-1 al Sevilla o encajar un 11-3 contra el Madrid. ¡°Esta vez ser¨¢ el Elche el que ayude a la ciudad. La crisis est¨¢ siendo complicada, pero esto nos beneficiaremos todos: hoteles, restaurantes, comercios¡¡±, dijo el presidente Sepulcre. Ciudad grande, equipo grande: una idea siempre ligada a la idiosincrasia ilicitana. Elche sin el f¨²tbol, da igual la categor¨ªa, ser¨ªa otra cosa. ¡°25 a?os esperando esto¡±, un ascenso, gritaba el delantero Jordi Xumetra desde el balc¨®n, ¡°?Pues ya lo ten¨¦is!¡±. El delirio acab¨® en tracas y castillos de fuego en el estadio Mart¨ªnez Valero.
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