La Rosaleda se rinde a Pellegrini
El M¨¢laga homenajea a su t¨¦cnico con una victoria (3-1) que complica el futuro del Deportivo
Puede que el M¨¢laga recuerde estas ¨²ltimas temporadas durante a?os, puede que el Deportivo haga lo propio con este partido, con una oportunidad pintiparada para rubricar una continuidad en Primera que se antoja esencial para superar los avatares del procedimiento concursal en el que est¨¢ inmerso. Dif¨ªcil tener un partido tan de cara ante un rival tan relajado y en un momento tan decisivo. Lo dej¨® pasar el equipo coru?¨¦s y ahora tendr¨¢ que sentenciar la permanencia en casa ante la Real Sociedad en la ¨²ltima jornada, una de esas citas sin vuelta atr¨¢s que tanta tiritona causan en Riazor. Para el M¨¢laga el curso se ha sellado con un notable alto que roza el sobresaliente si se considera su camino en Europa, escenario del que s¨®lo le separa una decisi¨®n que no tiene que ver con lo futbol¨ªstico. Si por eso fuera, va sobrado, armado por el ingeniero Pellegrini, homenajeado repetidamente por la grada, que le tiene en un merecido pedestal. A ¨¦l y a futbolistas como Demichelis, Joaqu¨ªn o Isco, que dej¨® una ¨²ltima muesca en M¨¢laga con un gol ante el fragor popular que le pidi¨® sin cesar que se quede en casa.
El M¨¢laga, que deb¨ªa certificar sobre el campo su clasificaci¨®n europea, se tom¨® el partido como un c¨®modo relax primaveral. Confiado en su pegada obvi¨® el esfuerzo en las transiciones defensivas y acomod¨® el partido para que el Deportivo pudiese desplegar toda su ambici¨®n, todo el hambre que le dio conocer que desde que la pelota empez¨® a rodar el Zaragoza perdi¨® en campo del Betis y una victoria en La Rosaleda supon¨ªa seguir un a?o m¨¢s en Primera. Se achat¨® el M¨¢laga por m¨¢s que Pellegrini dispusiera un once de gala para decir adi¨®s, olvid¨® la presi¨®n y las ayudas, dej¨® pista libre a Valer¨®n. Comenz¨®, en definitiva, a padecer. Fue entonces, durante casi toda la primera parte, cuando el Deportivo se sinti¨® superior, pero no supo llegar al gol.
M?LAGA, 3; DEPORTIVO, 1
M¨¢laga: Caballero; Jes¨²s G¨¢mez, Demichelis, Weligton, Eliseu; Toulalan, Iturra (Camacho, m. 58); Joaqu¨ªn (Duda, m. 86), Baptista, Isco; y Saviola (Seba Fern¨¢ndez, m. 65). No utilizados: Kameni, Sergio S¨¢nchez, Antunes y Santa Cruz.
Deportivo: Aranzub¨ªa; Silvio (Salomao, m. 69), Aythami (?lex Berganti?os, m. 82), Z¨¦ Castro, Ayoze (Nelson Oliveira, m. 65); Juan Dom¨ªnguez, Abel Aguilar; Bruno Gama, Valer¨®n, Pizzi; y Riki. No utilizados: Lux, Laure, Kak¨¢ y Jes¨²s V¨¢zquez.
Goles: 1-0. M. 44. Saviola. 2-0. M. 64. Baptista. 2-1. M. 74. Salomao. 3-1. M. 79, Isco.
?rbitro: Delgado Ferreiro. Amonest¨® a Juan Dom¨ªnguez.
La Rosaleda. 30.000 espectadores.
No ces¨® en llegar al ¨¢rea con soltura el Deportivo, pero cada una de sus dudas en ese terreno sirvi¨® para gestar el renacimiento del M¨¢laga, que estaba apostado esperando la suya, una acci¨®n en la estrategia, un golpe de talento, quiz¨¢s un error del rival. Encontr¨® esos tres condicionantes en uno, en una atolondrada acci¨®n de Aythami, que forz¨® una falta innecesaria en la ¨²ltima jugada antes del descanso cuando Toulalan ten¨ªa la pelota y daba la espalda a Aranzub¨ªa en una acci¨®n que parec¨ªa inocente. Joaqu¨ªn recogi¨® el obsequio y lo convirti¨® en un preciso centro que Saviola convirti¨® en gol tras arrancar al filo del fuera de juego.
Ese postrero desastre convirti¨® el partido del Deportivo en una contrarreloj. Y el M¨¢laga aclar¨® conceptos en el receso. Pellegrini debi¨® de hacerle ver a sus mediapuntas que el partido circulaba en dos direcciones y que s¨®lo estaban tomando una de ellas. Al Deportivo se le oscureci¨® el panorama en la salida de la pelota. Pero el marcador le obligaba. Para entonces se top¨® con menos campo abierto, con un rival m¨¢s cerrado y proclive a tapar agujeros. Desgran¨® de nuevo sus oportunidades el equipo de V¨¢zquez. Lo hizo Riki, equivocado al definir un gran centro de Pizzi con un testarazo que se le fue junto al palo cuando estaba libre de marca. Era el empate, media vida para el Deportivo cuando La Rosaleda comenzaba su fiesta fin de curso. Y al baile de apunt¨® Baptista.
El Depor encontr¨® el gol en acrobacia de Salomao, pero destapado como estaba la l¨®gica se impuso para regalar el espacio que Isco necesitaba.
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