El Celta despide a Abel y apuesta por Luis Enrique
El t¨¦cnico asturiano debutar¨¢ al frente de un equipo de Primera El club gallego decidi¨® horas antes prescindir del entrenador que logr¨® la permanencia
Tras un retiro voluntario de una temporada posterior a su decisi¨®n de dejar el mando del Roma, Luis Enrique Mart¨ªnez regresa a la primera l¨ªnea para debutar en los banquillos de la m¨¢xima categor¨ªa de la Liga espa?ola. Ser¨¢ en el Celta, que ha dado un inesperado golpe de tim¨®n y ha resuelto el contrato que le vinculaba con Abel Resino, el entrenador que lleg¨® mediado febrero para rescatar al equipo del descenso. Logrado el objetivo ha sido despedido.
Abel ten¨ªa firmada una campa?a m¨¢s con el Celta y nada cabe reprocharle en cuanto a resultados, pero en su breve estancia en Vigo no lleg¨® a sintonizar con los diferentes estamentos del club. En la caseta tuvo que llegar a una soluci¨®n pactada para retocar aspectos t¨¢cticos que no eran del gusto de los futbolistas, incomodados con su plan de adelantar la zaga hasta el medio campo y trabajar la presi¨®n de manera diferente a como lo hac¨ªan con Paco Herrera. El recuerdo del anterior entrenador estuvo siempre presente en la afici¨®n, que tampoco lleg¨® a empatizar con el reci¨¦n llegado, al que nada ayud¨® en su aterrizaje la situaci¨®n generada con el veto a Salva Ballesta para que ejerciera como auxiliar suyo y su posterior decisi¨®n de descabalgarlo del proyecto. En los despachos subyaci¨® durante estos meses la impresi¨®n de que Abel no era el preparador adecuado para el tipo de futbolista que tiene el equipo. Pero el desencuentro que ocasion¨® la ruptura se produjo en el momento de planificar los movimientos a seguir en las pr¨®ximas semanas. Abel dej¨® claro ante la direcci¨®n deportiva su deseo de reforzar el equipo con siete u ocho refuerzos, de apostar en el mercado con toda la fuerza posible en un club que todav¨ªa paga una fuerte deuda derivada del procedimiento concursal, pero que pierde a tres de sus pilares esta campa?a, Javi Varas, Roberto Lago y, sobre todo, Iago Aspas, que est¨¢ a punto de cerrar su pase al Liverpool. Bajas a las que habr¨¢ que sumar la temporal de Mario Bermejo, lesionado de gravedad.
Abel ten¨ªa firmada una campa?a m¨¢s, pero desde su llegada en febrero no lleg¨® a empatizar con los distintos estamentos del club
La idea en el club es la de fichar menos y mirar m¨¢s al ingente vivero de A Madroa, donde hay cinco o seis j¨®venes preparados para alternar ya con el primer equipo. Alguno como el lateral Jonny ya lo hizo toda la segunda vuelta, y el meta Rub¨¦n Blanco, con apenas 17 a?os, fue decisivo en los dos ¨²ltimos partidos del campeonato. Nada hac¨ªa dudar que Abel no mirase hacia futbolistas de ese perfil, pero es en ese af¨¢n por promocionar a los canteranos donde se ha ponderado m¨¢s el perfil de Luis Enrique, que firm¨® una extraordinaria campa?a con el Barcelona B antes de marcharse a Roma. Su llegada, con dos a?os de contrato, se aguarda tambi¨¦n que opere de reactivo para que algunos de esos j¨®venes forjados en La Mas¨ªa, y que ya conocen como trabaja, apuesten por desoir otras opciones y quieran crecer en Vigo, donde quieren dar continuidad a un estilo que entronca con el que se inici¨® con Eusebio Sacrist¨¢n y continu¨® con Herrera. Aquel Celta a?ejo y setentero de noble juego, valent¨ªa y coraz¨®n, el equipo esforzado que lo daba todo en el lodazal en el que tantas veces se convert¨ªa Bala¨ªdos, enfoca el futuro hacia un f¨²tbol combinativo de bal¨®n al piso, m¨¢s cercano al que le llev¨® a sus m¨¢s altas cotas hace una d¨¦cada. Hac¨ªa ah¨ª apunta el presidente Carlos Mouri?o, que anuncia un proyecto que cause ¡°menos sufrimiento¡±.
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