Iniesta dirige un recital
Una gran Espa?a derrota 2-1 a Uruguay con un soberbio papel del manchego y la excelencia general
No hay equipo m¨¢s cautivador que Espa?a cuando saca los violines. Lo hizo en su estreno en las Confederaciones y en la mayor parte de su reto con Uruguay se dio una fiesta de f¨²tbol, de ese f¨²tbol l¨ªrico que la ha encumbrado. Al frente, Iniesta, que es en s¨ª mismo una oda a este deporte. En tiempos remotos hubiera sido brasile?o. Con el baile que le caracteriza con la pelota cosida a la bota, el manchego fue el principal protagonista de la rotunda puesta en escena del equipo de Del Bosque. No fue la Espa?a ret¨®rica de algunas ocasiones, la que se anestesia con el juego horizontal. Esta vez fue ese conjunto que abanica el bal¨®n con mala uva, a la b¨²squeda de una rendija que le enfile al gol. Po¨¦tica casi toda la noche, especialmente en el primer tiempo, solo le falt¨® evitar el desvelo final, cuando Uruguay, sin dictado toda la noche, encontr¨®, con un gol de Luis Su¨¢rez, una v¨ªa de consuelo que no esperaba cuando ya bajaba el tel¨®n. Hasta entonces, el campe¨®n del mundo fue el gobernador absoluto del juego, por m¨¢s que en el segundo tramo se concediera un respiro y m¨¢s espacios. Primero bord¨® el f¨²tbol, luego lo control¨®. El marcador no fue agradecido con el juego. La ¨²nica tacha para Espa?a.
ESPA?A, 2 - URUGUAY, 1
Espa?a: Casillas; Arbeloa, Piqu¨¦, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets; Pedro, Xavi (Javi Mart¨ªnez, m. 76), Cesc (Cazorla, m. 64), Iniesta; y Soldado. No utilizados: Vald¨¦s, Reina; Azpilicueta, Monreal, Albiol, Silva, Navas, Mata, Villa y Fernando Torres.
Uruguay: Muslera; M. Pereira, Lugano, God¨ªn, C¨¢ceres; Gast¨®n Ram¨ªrez (?lvaro Gonz¨¢lez, m. 46), Gargano (Lodeiro, m. 63), Diego P¨¦rez (Forl¨¢n, m. 69), Cebolla Rodr¨ªguez; Luis Su¨¢rez y Cavani. No utilizados: Castillo, Silva; Coates, Scotti, Aguirregaray, ?. Pereira, R¨ªos, Eguren y Hern¨¢ndez.
Goles: 1-0. M. 20. Disparo desde la frontal de Pedro que supera a Muslera tras rebotar en Lugano. 2-0. M. 32. Soldado, a pase de Cesc.2-1. M. 88. Luis Su¨¢rez, de falta directa.
?rbitro: Yuichi Nishimura (Jap¨®n). Amonest¨® a Cavani, Piqu¨¦, Lugano y Arbeloa.
Arena Pernambuco: 45.000 espectadores.
El despegue espa?ol fue contundente. Por momentos, con 11 uruguayos en su trinchera, hasta los cuatro zagueros espa?oles invadieron el territorio charr¨²a. Durante la primera media hora no hubo m¨¢s partido que el que se jug¨® en la finca celeste. La posici¨®n de Cesc como escolta de Soldado dio profundidad a la Roja. Iniesta, Busquets y Xavi encontraron en su compa?ero otra estaci¨®n hacia la porter¨ªa adversaria. Cesc, indetectable para el radar de los de Tab¨¢rez, abri¨® muchas l¨ªneas de pase con su movilidad. Y pocos pasadores son tan agradecidos como los mediocampistas espa?oles. Cada vez resulta m¨¢s evidente que en Cesc se ha impuesto su alma de delantero, no su pasado como volante.
Con Uruguay a punto de dimitir ante Iniesta, exquisito en su doble vertiente de asistente y regateador, fue el propio Cesc quien a los 10 minutos estrell¨® la pelota en el poste derecho de Muslera tras un servicio del manchego sin tocar el bal¨®n, dej¨¢ndole correr entre sus piernas. Fue la antesala del gol de Lugano en propia puerta tras un disparo de Pedro desde fuera del ¨¢rea. El broche al estupendo arranque espa?ol. Espa?a era voraz tambi¨¦n para el quite y en la periferia del ¨¢rea de Muslera, lo que ahogaba a¨²n m¨¢s a Uruguay, que no encontr¨® alivio hasta que ya en el segundo tiempo el grupo de Del Bosque manej¨® el marcador a mayor distancia de la meta rival.
No fue La Roja ret¨®rica de otras veces, sino la que abanica el bal¨®n con mala uva
Sometida a un calvario, Uruguay se activ¨® ligeramente por las bravas. Un codazo de Cavani a Ramos, otro del Cebolla Rodr¨ªguez a Alba, uno posterior de Lugano a Soldado¡ Los espa?oles no cayeron en el campo de minas. Demasiado encogida, la selecci¨®n de Tab¨¢rez se desenchuf¨® por completo de Luis Su¨¢rez y Cavani, sus se?as de distinci¨®n. Ambos deben buscarse la vida por su cuenta y solo se encontraron una vez. En los minutos del zafarrancho sudamericano, el jugador del Liverpool ¡ªque dej¨® huella con su gran gol¡ª conect¨® con su compa?ero en una jugada estrat¨¦gica. Cavani apenas despein¨® el bal¨®n, manso en las manos de Iker Casillas. De regreso a la competici¨®n oficial, el capit¨¢n espa?ol casi ni pudo entrenarse. Se lo impidi¨® un rival inerme, sin espinas ni aguijones, pese a la merecida reputaci¨®n de sus dos delanteros y por mucho que al final encendiera la mecha. Solo Luis Su¨¢rez, con el postrero gol uruguayo, puso en alerta al meta espa?ol en una ejecuci¨®n soberbia de una falta para la que ning¨²n guardameta hubiera tenido respuesta. Al tedio de Casillas tambi¨¦n contribuy¨® la defensa espa?ola, sin fisuras. Un notable general y un sobresaliente singular, el de Arbeloa, magn¨ªfico en los auxilios, en los cierres oportunos, siempre bien posicionado y sin artima?as. Conviene no olvidar que los grandes t¨ªtulos de esta Espa?a se han producido con el candado en la porter¨ªa. No es solo un equipo sutil en ataque.
La infinita superioridad espa?ola qued¨® certificada con el segundo gol, obra de Soldado. Una doble excelente noticia para Del Bosque: la propia diana y su autor. Hace tiempo que Espa?a precisa se?ales de humo de alguno de sus arietes. El seleccionador intuye que es el momento de Soldado. Le concedi¨® la titularidad y respondi¨® no solo con la eficacia que se le reclama a un delantero. El capit¨¢n del Valencia (el ¨²nico club espa?ol que aporta jugadores a esta selecci¨®n salvo Bar?a y Madrid) ofreci¨® muchas soluciones al juego.
Demasiado encogida, la selecci¨®n de Tab¨¢rez se desenchuf¨® de Su¨¢rez y Cavani
Soldado se mueve muy bien como ancla de los centrales contrarios, se maneja de espaldas y no fueron pocas las veces que dio continuidad a las jugadas con paredes o toques delicados y precisos. Su conexi¨®n con Cesc en el segundo tanto fue expresiva. Tir¨® el desmarque al sitio adecuado y resolvi¨® como el goleador que es. Quiz¨¢ Espa?a haya encontrado en ¨¦l la ficha que le faltaba. Como ha encontrado en el caso Casillas la vuelta a la normalidad. Result¨® elocuente ver c¨®mo tras el pitido final, inmediatamente la mayor¨ªa de sus compa?eros fueron a abrazar al capit¨¢n. A ese Casillas que, como ayer, ya se aline¨® como titular junto a Ramos, Xavi e Iniesta el 10 de junio de 2008. Los cuatro repitieron foto inicial en Recife, como en aquel duelo con Rusia en Innsbruck en la Eurocopa de Suiza y Austria. All¨ª empez¨® el ciclo celestial que Espa?a a¨²n quiere prorrogar en Brasil, la gran patria del bal¨®n.
El partido, en datos
- El 'once' inicial de Del Bosque estuvo integrado al completo por jugadores de clubes espa?oles. Ninguno de los 9 'extranjeros' de la convocatoria fue titular, circunstancia que no se daba en La Roja desde el 26 de mayo de 2012 en un amistoso ante Serbia.
- El 1-0 de Pedro, su primer gol desde fuera del ¨¢rea con la selecci¨®n, supon¨ªa el 11? tanto del canario con La Roja en lo que va de temporada. Villa mantiene el r¨¦cord con 13 en la 2008-09 y tambi¨¦n marc¨® 11 en la 2009-10.
- El 2-0 fue el sexto tanto de Soldado en 10 partidos con Espa?a y supuso la 15? asistencia de gol de Cesc en la era Del Bosque (las mismas que Silva). Solo Xavi, con 17, les supera.
- Del Bosque se convirti¨® en el primer seleccionador en dirigir a Espa?a en cuatro torneos: un Mundial, una Eurocopa y dos Copas Confederaciones.
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