Italia y Maracan¨¢ estimulan a Espa?a
Del Bosque recalca el ¡°inagotable esp¨ªritu competitivo¡± de los jugadores, pese a los ¨¦xitos anteriores, y afirma, ¡°sin soberbia¡±, que el conjunto de Prandelli deber¨¢ adaptarse a su estilo
Una mirada al 22 de junio de 2008 evidencia la estabilidad de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol. Aquella fecha, en el estadio Ernst Happel de Viena, justo el d¨ªa en que despeg¨® la Roja y se evaporaron tantos fantasmas del pasado, se alinearon contra Italia nueve jugadores que a¨²n perduran en esta Confederaciones: Casillas, Ramos, Silva, Xavi, Iniesta, Torres, Villa, Cesc y Cazorla. Marchena, Puyol, Capdevila, Senna y G¨¹iza completaron al equipo que elimin¨® a la Azzurra en los penaltis. De aquella Italia que entonces dirig¨ªa Roberto Donadoni solo sobreviven Buffon, Chiellini, De Rossi y Aquilani.
En la convocatoria espa?ola en Brasil tambi¨¦n est¨¢n todos los que por dos veces se cruzaron con Italia en la pasada Eurocopa, a excepci¨®n del lesionado Xabi Alonso. ¡°En este grupo no nos cansamos de ganar¡±, enfatizaba ayer Casillas, h¨¦roe indiscutible de aquella noche vienesa, en una entrevista al portal de la FIFA. Tras reconocer haber ¡°llorado, sufrido y dormido poco y mal¡± en los ¨²ltimos meses, el capit¨¢n espa?ol admit¨ªa: ¡°He recuperado la felicidad¡±.
La selecci¨®n no es solo terap¨¦utica para Casillas que, presumiblemente hoy volver¨¢ a ser titular, aunque Vicente del Bosque no quiso desvelarlo ayer. El grupo est¨¢ cohesionado, las jerarqu¨ªas muy marcadas y la convivencia fluye con normalidad, sin ruido. Y eso que la mayor¨ªa confiesa que esta concentraci¨®n se le eterniza, sobre todo por no darse las mejores condiciones. La plantilla vive bunkerizada en su hotel de Fortaleza, como ya hiciera en R¨ªo y Recife, con la puerta principal bien escoltada ante los hinchas que se arremolinan.
El t¨¦cnico asegur¨® que cuenta con Cesc y Soldado, ambos con molestias f¨ªsicas
A falta de distracciones, solo un objetivo: el t¨ªtulo que no tienen. El pen¨²ltimo obst¨¢culo es una Italia de la que nadie se f¨ªa, por mucho que del 4-0 de Kiev solo haya transcurrido un a?o, por mucho que Balotelli sea baja y por mucho que la selecci¨®n de Cesare Prandelli haya concedido en este torneo ocho goles en tres partidos, una cifra desorbitada, una profanaci¨®n trat¨¢ndose de Italia. ¡°El f¨²tbol tiende hacia partidos con muchas ocasiones por ambos bandos, olvidemos el calcio italiano¡±, sostiene Prandelli, que desde que asumi¨® el cargo de seleccionador ha intentado cambiar el molde tradicional del equipo, hoy sin las trincheras de anta?o. Para ello es fundamental el regreso previsto de Pirlo, ausente ante Brasil, y, aunque en menor medida, tambi¨¦n el de De Rossi, sancionado ante la Canarinha.
Del Bosque, por su parte, tendr¨¢ que examinar el estado de Soldado y Cesc, con problemas f¨ªsicos tras el duelo con Nigeria. ¡°Se han entrenado bien y cuento con ellos como con cualquier otro¡±, afirm¨® ayer el t¨¦cnico salmantino. Durante la semana ha ensayado con Silva y Torres en su lugar. El seleccionador puso mucho ¨¦nfasis en recalcar que, adem¨¢s del talento, ¡°lo m¨¢s importante es el est¨ªmulo que mantiene la plantilla por ganar, su inagotable esp¨ªritu competitivo¡±. ¡°Eso, junto con una buena convivencia y una organizaci¨®n t¨¢ctica, nos acerca m¨¢s al ¨¦xito¡±, apunt¨® Del Bosque. Entre sus planes no figura cambiar de formato para sorprender a los italianos. ¡°Italia tendr¨¢ que jugar en funci¨®n de las caracter¨ªsticas de Espa?a, dicho sin soberbia, y nosotros tendremos que neutralizar sus virtudes¡±.
Del Bosque pas¨® de largo cuando fue interrogado sobre Howard Webb, ¨¢rbitro de hoy e inolvidable desde su actuaci¨®n en el Mundial de Sud¨¢frica. Para los espa?oles, Webb solo forma parte de un paisaje fabuloso que, de alguna manera, comenz¨® precisamente ante Italia en junio de 2008. Ahora, Maracan¨¢ est¨¢ a la vista. Un sue?o colectivo incluso para una selecci¨®n sin empachos de ¨¦xitos.
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