De repente, Paulinho

Poco antes de comenzar la Confederaciones, Luis Felipe Scolari disertaba sobre el papel que para ¨¦l debe jugar un volante central. ¡°?Qui¨¦nes eran los volantes del Brasil campe¨®n del mundo en el 94?¡±, preguntaba a la prensa brasile?a. ¡°Dunga y Mauro Silva¡±, respond¨ªa ¨¦l mismo. ¡°Y en 2002 yo utilizaba a Gilberto Silva y Kleberson. Esa historia de los volantes goleadores est¨¢ muy bien para la prensa y es bonita, pero no para el equipo ni para el entrenador. Con dos laterales como Marcelo y Alves tenemos que protegernos¡±, anunciaba. El mensaje parec¨ªa estar dirigido a Paulinho (S?o Paulo, 24 a?os), el volante que con su cabezazo tumb¨® a Uruguay en semifinales. Contra Jap¨®n hizo el 2-0 con su oportunidad para aparecer desde la segunda l¨ªnea. Y la prensa brasile?a no ha tardado en preguntarle a Scolari si ahora los volantes con gol tambi¨¦n son importantes para ¨¦l. ¡°S¨ª¡±, zanj¨® Felipao, al que no le ha quedado m¨¢s remedio que dejar que Paulinho se desempe?e como en el Corinthians, donde en 167 partidos se ha convertido en el tercer centrocampista con m¨¢s goles (34) de la historia del club.

No es un jugador de grandes jugadas, pero s¨ª muy eficaz en la marca" Tostao

¡°No se le puede comparar con Xavi, Pirlo o Xabi Alonso. No es un jugador de grandes jugadas, pero s¨ª muy eficaz en la marca, para robar balones y cuando va al ataque¡±, le analiza el legendario Tostao, que rechaza las comparaciones con Clodoaldo, el mediocentro de aquel Brasil del 70: ¡°No tienen nada que ver, Clodoaldo era m¨¢s est¨¢tico y no ten¨ªa tanto gol¡±. ¡°Es como Lampard, puede jugar mal y hacerte un gol¡±, le defini¨® Riquelme despu¨¦s de que el Corinthians, con un tanto de Paulinho, apeara al Boca Juniors de la ¨²ltima Libertadores. En el cuerpo t¨¦cnico de La Roja aprecian tambi¨¦n sus conducciones para superar la presi¨®n, su presencia en el ¨¢rea y su poder¨ªo a bal¨®n parado, aunque no le ven muy ducho para filtrar pases definitivos o agilizar las circulaciones. Busquets ser¨¢ el primer vigilante que tenga para cuando decida arrancarse en busca del ¨¢rea.

Desde esa poderosa y eficaz llegada, Paulinho ha reconstruido su carrera. Apenas hace cuatro a?os jugaba en el Audax, de la cuarta divisi¨®n paulista, club el en que se hab¨ªa iniciado antes de dar el salto al Vilna, lituano, con 18 a?os. All¨ª estuvo a punto de dejar el f¨²tbol por los ataques de racismo que padeci¨®. De all¨ª fue al Lodz, polaco, pero ¡°no jugaba y ganaba muy poco¡±. Fue su mujer la que le convenci¨® para que no se retirara y lo intentara de nuevo en Brasil empezando desde cero. Ya su madre tambi¨¦n tuvo que convencerle para que no dejara el f¨²tbol siendo un quincea?ero porque ten¨ªa que levantarse a los cinco de la ma?ana para llegar a tiempo a los entrenamientos desde Parque Novo Mondo, uno de los barrios m¨¢s humildes de Sao Paulo.

Dos ascensos con el Audax le valieron el pase al Bragantinho y de ah¨ª el Corinthians, al que la crisis le llev¨® a bucear en los pelda?os m¨¢s bajos para poder fichar. Ahora en Brasil aseguran que ya es jugador del Tottenham.