Dezso Gyarmati, leyenda ol¨ªmpica del waterpolo
El h¨²ngaro conquist¨® cinco medallas en los Juegos y est¨¢ considerado uno de los mejores de la historia
Cuando Ervin Z¨¢dor sali¨® de la piscina aquel 6 de diciembre de 1956 parec¨ªa que el agua se hab¨ªa vuelto roja. Con la cara ensangrentada por un codazo recibido, el jugador de la selecci¨®n h¨²ngara de waterpolo encarnaba todo el odio que se hab¨ªa vertido en la pileta ol¨ªmpica de Melbourne. La semifinal de los Juegos de 1956 enfrentaba a Hungr¨ªa con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, el peor duelo posible en aquellos momentos, apenas un mes despu¨¦s de que los tanques de la URSS entrasen en Budapest para sofocar los conatos de rebeli¨®n que se estaban produciendo. En aquel partido, que pasar¨¢ a la historia como El Ba?o Sangriento de Melbourne, tambi¨¦n estaba Dezso Gyarmati (Miskolc, Hungr¨ªa, 1927), capit¨¢n de la selecci¨®n h¨²ngara y uno de los mejores jugadores de la historia del waterpolo. Gyarmati falleci¨® el 18 de agosto en Budapest.
Ning¨²n waterpolista ha cosechado un palmar¨¦s como el de Gyarmati. Particip¨® en cinco Juegos Ol¨ªmpicos y conquist¨® tres medallas de oro (1952, 1956 y 1964), una de plata (1948) y una de bronce (1960). Fue uno de los m¨¢ximos exponentes del waterpolo de Hungr¨ªa, un pa¨ªs donde este deporte acu¨¢tico es casi una religi¨®n y que cont¨® con una selecci¨®n que de 1928 a 1980 nunca se baj¨® del podio ol¨ªmpico.
Gyarmati reun¨ªa todas las cualidades para que fuese considerado el jugador perfecto: gran nadador (ten¨ªa una marca de 58,5s en los 100 metros libres); era ambidiestro, lo que posibilitaba que pudiese jugar en los dos flancos del ataque, y pose¨ªa una gran mentalidad ganadora. Se lanz¨® 108 veces a la piscina para defender a su selecci¨®n, pero siempre se recordar¨¢ esa semifinal ol¨ªmpica de 1956.
El 23 de octubre de 1956 una protesta estudiantil en Budapest dio pie a una revuelta popular contra el Gobierno h¨²ngaro auspiciado por la Uni¨®n Sovi¨¦tica. La rebeli¨®n se extendi¨® por casi todo el pa¨ªs y a principios de noviembre el Ej¨¦rcito de la URSS aplast¨® el levantamiento por la fuerza. El conflicto cogi¨® a la selecci¨®n de waterpolo concentrada para los Juegos, que se iba a celebrar un mes despu¨¦s. La incertidumbre sobre el estado de sus allegados carcom¨ªa a los jugadores, pero una vez en Melbourne lo sucedido sirvi¨® para espolearles.
As¨ª pues, cuando lleg¨® la semifinal el conjunto h¨²ngaro se enfrent¨® al sovi¨¦tico con el cuchillo entre los dientes. Gyarmati, capit¨¢n del equipo, abri¨® el marcador del partido, que finaliz¨® con un rotundo 4 a 0 a favor de Hungr¨ªa despu¨¦s de multitud de golpes repartidos entre unos y otros. La violencia del encuentro se extendi¨® a la grada y el encuentro tuvo que ser suspendido a un minuto del final porque los aficionados -muchos de ellos refugiados h¨²ngaros- quisieron unirse a la tangana que se organiz¨® cuando Z¨¢dor fue agredido y sali¨® del agua con una brecha en la ceja. Hungr¨ªa se hizo con el oro tras vencer en la final a Yugoslavia.
Gyarmati se convirti¨® en entrenador cuando dej¨® el waterpolo en activo y tras una breve experiencia entrenando en Venezuela se hizo cargo de la selecci¨®n h¨²ngara, a la que guio al oro ol¨ªmpico en 1976. Cuando cay¨® el tel¨®n de acero y Hungr¨ªa se desvincul¨® de la URSS, entr¨® en pol¨ªtica y consigui¨® ser elegido para formar parte del Parlamento.
Incluso trabajando en los despachos, Gyarmati siempre tuvo un gran v¨ªnculo con los deportes acu¨¢ticos, de hecho, su primera mujer, Eva Sz¨¦kely, fue campeona ol¨ªmpica en 1952 y su hija obtuvo la medalla de plata en 1972.
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