Una Carla de fuego
La canaria remonta en el set decisivo un 2-4 ante Kerber, la n¨²mero nueve, y tras un partido detenido por el exceso de calor es la primera espa?ola en cuartos desde 1998 (4-6, 6-3 y 7-6)
El final es de alto voltaje, el¨¦ctrico y ardiente. La temperatura sube a partir del segundo set. Por primera vez en lo que va de Abierto de Estados Unidos, la organizaci¨®n aplica la regla del calor extremo en un partido. Justo antes de que comience el tercer set del duelo que mide en octavos a Carla Su¨¢rez con Angelique Kerber, los term¨®metros alcanzan los 30 grados, y con la humedad subiendo hasta el 66% la juez de silla ordena un par¨®n de diez minutos. La alemana, que es quien se lo solicita, respira pesadamente en el banquillo. Desfondada, pierde su primer saque en la reanudaci¨®n. Nada hace pensar en lo que vendr¨¢ luego. Kerber remonta y se pone 4-2 entre gritos y tiros de fuego. Su¨¢rez es la que entonces parece eliminada, pero se resiste y recupera la distancia perdida (4-6, 6-3, 5-4 y saque para ganar el partido). Se compite al l¨ªmite, y en el l¨ªmite se decide todo: Kerber rompe en blanco a la espa?ola cuando esta ya se ve en cuartos y Su¨¢rez se impone finalmente 4-6, 6-3 y 7-6 en un tie-break tremendo.
¡°Ha sido dificil¨ªsimo. Luch¨¦ todo el tiempo¡±, acert¨® a decir a¨²n sobre la pista la n¨²mero 20, convertida en la primera espa?ola en cuartos del ¨²ltimo grande del a?o desde 1998 (Arantxa S¨¢nchez Vicario). ¡°Pas¨¦ much¨ªsimos nervios para cerrar. Hice tres errores en un minuto¡±, dijo sobre el juego en el que no pudo sellar el encuentro. ¡°Espero que el p¨²blico est¨¦ conmigo en el pr¨®ximo partido¡±, le lanz¨® un gui?o a la grada, consciente de que jugar¨¢ con Serena Williams.
¡°Espero que el p¨²blico est¨¦ conmigo en el pr¨®ximo partido", dijo, consciente de que jugar¨¢ ante Serena
La canaria, que con su victoria entra virtualmente entre las 15 mejores, clasificaci¨®n en la que no ha estado ninguna espa?ola desde que se retiraron Arantxa y Conchita Mart¨ªnez, tuvo 4-2 en la primera manga, 5-0 en la segunda y 1-0 y saque en la tercera, donde tambi¨¦n sirvi¨® 5-4 por el duelo. Sus oportunidades quedaron neutralizadas por razones que m¨¢s tuvieron que ver con ella misma que con su contraria. Pocas veces qued¨® mejor retratado el poco peso que tiene el servicio en el tenis femenino, donde se suceden los breaks con la continuidad de lo inevitable y la mayor¨ªa de competidoras se sienten m¨¢s c¨®modas viviendo agresivamente al resto: hubo 14, siete para cada una. Pocas veces se vio mejor c¨®mo la canaria, de inteligentes planteamientos t¨¢cticos, carece a¨²n de un tiro que desborde por fuerza a sus contrarios y le permita cerrar los peloteos. Cada punto suyo es una sutil obra de orfebrer¨ªa.
Kerber vendi¨® cara su piel. Zurda, defendi¨® de un lado al otro de la pista con la persistencia del que cree en lo imposible. Con sus recuperaciones oblig¨® a la espa?ola a ganar una y otra vez el punto, abriendo ¨¢ngulos. La espa?ola, con el rostro enrojecido por el esfuerzo, compiti¨® bien pero por momentos se choc¨® contra ese muro.
A veces se sinti¨® frustrada. En la primera manga, se encar¨® con la juez de silla, que le hizo volver a jugar un punto que el Ojo de Halc¨®n hab¨ªa certificado como suyo. En la tercera, cuando estaba a punto de perder el break que ten¨ªa de ventaja, estrell¨® una pelota contra la pared, quiz¨¢s porque se le llevaban los demonios frente a las oportunidades desaprovechadas.
Eso no la fren¨®. En el pu?ado de peloteos de fuego que decidieron el encuentro, Su¨¢rez maniobr¨® con maestr¨ªa. De un lado al otro, oblig¨® a Kerber a agarrarse a la pista sin tener mayor argumento que el de su esfuerzo y el desgaste de sus piernas, porque la alemana apenas llegaba a la pelota para devolverla. Sin embargo, con la pista abierta y todo a favor, la n¨²mero 20 del planeta emborron¨® su bella partitura. Entonces, se lleg¨® al desempate. Un terreno que deb¨ªa favorecer a Kerber, con m¨¢s saque, mejor clasificaci¨®n y m¨¢s experiencia. No en Nueva York. A los 24 a?os, una Carla de fuego lleg¨® a los cuartos: con esa agresividad, esa intensidad y un poco m¨¢s de colmillo afilado, el top-10 puede dejar de ser una quimera.
Tercera remontada de Granollers
Cuando llega la victoria, Marcel Granollers no puede contenerse. "?Con dos huevos!", grita tras culminar su tercera remontada en tres partidos en el Abierto de EE UU (6-4, 4-6, 0-6, 6-3 y 7-5 al estadounidense Smyczek).
El espa?ol, que iba perdiendo 1-4 en la manga decisiva, se cruzar¨¢ ahora en octavos con Novak Djokovic, el n¨²mero uno del mundo, que se deshizo sin problemas del portugu¨¦s Sousa (6-0, 6-2 y 6-2).
La victoria de Granollers, adem¨¢s, significa que Estados Unidos no tendr¨¢ un representante en la ronda de octavos del grande que se disputa en su pa¨ªs por primera vez en la historia.
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