Serena, historia, edad y dinero
A los 31 a?os, la n¨²mero uno busca ante Azarenka su 17? grande, ser la campeona de mayor edad y la que recibe el mayor premio
¡°El dinero nunca ha sido mi motivaci¨®n. Juego para ganar grandes¡±, dice Serena Williams antes de enfrentarse hoy (22.30) a Victoria Azarenka en la final del Abierto de Estados Unidos. La n¨²mero uno mundial, que busca su 17? t¨ªtulo de los Grand Slam, prefiere pensar en la historia, en los trofeos y en la vitrina que ha abierto en la Academia parisina de Mouratoglou, donde se entrena, pero la realidad es que adem¨¢s de eso puede ganar el premio m¨¢s grande de la historia de su deporte: como lidera la clasificaci¨®n del US Open Series, la gira norteamericana de torneos previos al Abierto, podr¨ªa sumar 3,6 millones de d¨®lares (2,7 de euros) si levanta la Copa, igual que Rafael Nadal, que al cierre de esta edici¨®n no hab¨ªa empezado su partido de semifinales contra el franc¨¦s Richard Gasquet. Nunca nadie ha ganado tanto dinero en el deporte de la raqueta. Serena, sin embargo, est¨¢ ahora en otra cosa: debe descifrar el juego de la n¨²mero dos mundial, una Azarenka siempre hipercombativa que le ha tumbado en los dos ¨²ltimos duelos sobre cemento y que la estir¨® hasta la tercera manga en la final de 2012 (6-2, 2-6 y 7-5).
¡°Mire, a veces me gusta la presi¨®n. A veces no¡±, contesta la campeona estadounidense cuando le dicen que Azarenka cuenta que los momentos tensos son para ella una espuela, el pinchazo de energ¨ªa que rompe el dique del autocontrol y se convierte en un impulso disfrutable para que su juego llegue a otro nivel, el necesario para competir por los t¨ªtulos m¨¢s grandes. ¡°No voy a sentarme aqu¨ª e inventarme cosas para intentar sonar fabulosa. La presi¨®n, a veces, es dura, aunque yo me mueva bien en ella¡±, cierra.
Si la estadounidense se impone en la final, ganar¨¢ 2,7 millones de euros
A los 31 a?os, Serena puede convertirse en la campeona de m¨¢s edad del torneo en la Era Abierta (desde 1968), marca que ya consigui¨® el pasado verano en Roland Garros, donde derrot¨® en la final a la rusa Maria Sharapova. Nadie puede presumir de una temporada m¨¢s completa, porque ha cosechado ocho t¨ªtulos, ni de dominar tan abusivamente a sus rivales. En lo que va de Abierto les ha propinado cinco 6-0 a sus contrarias, dos de ellos en cuartos a la espa?ola Carla Su¨¢rez. Serena es la patrona del circuito, y con sus palabras intenta siempre desmarcarse de Azarenka, una tenista a la que respeta como competidora pero no como una igual, pese a que los publicistas intentan obligarla a participar de una nueva rivalidad cuando aun domina 12-3 los cara a cara. La n¨²mero dos, viene a decir la estadounidense, no es Justine Henin, no es su hermana Venus, ni se acerca tampoco a Kim Clijsters.
¡°En ambos casos ella jug¨® muy bien¡±, dice la n¨²mero uno del mundo cuando le recuerdan sus dos ¨²ltimas derrotas en cemento frente a la bielorrusa. ¡°Me fall¨¦ a m¨ª misma en oportunidades importantes que no aprovech¨¦. Si se me presentan otras, tengo que conseguir hacerlas m¨ªas, porque ella siempre est¨¢ activada¡±, a?ade. Cuando juega contra m¨ª, siento que de lejos juega mejor que nunca. ¡°La he visto jugar contra otras, y cuando se enfrenta a m¨ª es una jugadora totalmente diferente. Conozco su juego y ella conoce el m¨ªo. Sabe lo que hago bien, lo que hago mal y lo que puedo hacer mejor. Yo s¨¦ lo mismo de ella¡±, cierra.
Es la n¨²mero uno contra la n¨²mero dos. Serena, que busca su quinto Abierto, contra Azarenka. Dos tenistas que compiten desde el alto ritmo y la intensidad del juego de fondo, y que protagonizaron en 2012 una final ¨¦pica, quiz¨¢s el mejor partido del curso en el mejor de los escenarios.
¡°Y respecto al a?o pasado¡±, ret¨® la bielorrusa; ¡°he mejorado f¨ªsicamente y mentalmente eso me ha ayudado mucho. Siento que soy mejor jugadora en toda: movimientos, tiros, variedad. Tengo un arsenal mayor. Esta es una nueva historia¡±, prosigui¨®. ¡°En las batallas que tenemos nos sacamos de nuestra zona de comfort y peleamos por cada pelota¡±, cerr¨®, avisando de lo que viene. En Nueva York, sobre la pista m¨¢s grande del mundo y ante casi 25.000 espectadores, las dos mejores tenistas del mundo: un t¨ªtulo, la historia, el presente y el futuro, en un solo partido.
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