Pol¨ªtica, dinero y bolsas de sangre
Por mucho que se trate del mayor acontecimiento deportivo del planeta, en las decisiones del COI pinta poco la p¨²rpura de los deportistas. La decisi¨®n no obedece a los ¨¦xitos de un tenista o un baloncestista. El COI es un crisol de variopintas voluntades en el que el mayor peso lo tienen la pol¨ªtica y las finanzas. Por algo a quienes examinan es a los pol¨ªticos, en Espa?a muy por debajo de los deportistas e incluso de algunos de sus dirigentes deportivos. Estos, por mucho que pongan todo su empe?o, que los hay con voluntad encomiable, son v¨ªctimas de las interferencias del poder.
Es la pol¨ªtica la que ha demorado la ley antidopaje y la que ha remoloneado con la mal cerrada Operaci¨®n Puerto, lo que provoc¨® el mayor inter¨¦s en el interrogatorio posterior a la presentaci¨®n de ayer en Buenos Aires. Como en tantas otras cosas, en temas de dopaje la pol¨ªtica tambi¨¦n ha llegado tarde y mal. Esta vez, el dedo en el ojo no fue cosa de un pr¨ªncipe monegasco repentinamente preocupado por la seguridad; tampoco hubo un griego que se equivocara al apretar el bot¨®n. Nadie puede reprochar que algunos miembros del COI sufran desvelos con lo sucedido con el dopaje en Espa?a, por mucho que los deberes finalmente se hayan hecho de forma apresurada. Sea injusto o no, fuera as¨ª ven al deporte espa?ol, que tardar¨¢ en aliviar su mala imagen.
Es la pol¨ªtica la que ha restado credibilidad a este pa¨ªs, la que hoy, por m¨¢s que se esfuerce, no tiene sost¨¦n financiero y credibilidad para acometer un acontecimiento de esta magnitud. Al menos ante la opulencia del COI, que ve en la austeridad vendida desde Madrid 2020 una se?al de debilidad e incertidumbre. En cuestiones econ¨®micas, el COI va a lo seguro. Antes un riesgo de fuga nuclear o una revuelta social que un catarrazo econ¨®mico, por mucho que Rajoy llegue a ¨²ltima hora con algunas migas simb¨®licas que apunten a una presunta recuperaci¨®n, caso, por ejemplo, de los 31 parados menos. En el COI prevalecieron el dinero japon¨¦s y la geopol¨ªtica de Estambul. El tesoro convalid¨® a Pek¨ªn 2008 y la geoestrategia internacional a R¨ªo 2016, que se dio sentido a s¨ª misma con un simple mapamundi que revelaba el vac¨ªo ol¨ªmpico de un continente. Quiz¨¢ Madrid solo ten¨ªa sentido para sus ilusionadas gentes y sus meritorios deportistas.
Ante la opulencia del COI, la austeridad vendida desde Madrid 2020 solo es una se?al de debilidad e incertidumbres
Es la pol¨ªtica la que no ha sabido articular m¨¢s de un discurso en ingl¨¦s, a lo Pau Gasol o Rafa Nadal, lo cual ha provocado todo tipo de chanzas. La marca Espa?a son sus deportistas, no sus pol¨ªticos. Son ellos los que, euforias propagadas al margen, no han podido ganarse los votos reales en los pasillos, como hicieran Tony Blair en Singapur en 2005 o Lula en Copenhague en 2009.
En la pol¨ªtica espa?ola no encontr¨® consuelo la multitud que ayer esperaba un pulm¨®n ol¨ªmpico que reforzara la autoestima de un pa¨ªs en penumbras. La de un pa¨ªs que, una vez m¨¢s, tendr¨¢ que conformarse con las alegr¨ªas de sus deportistas.
Sin Madrid 2020 en el horizonte, el deporte no tendr¨¢ el abrigo pol¨ªtico. Y las cifras son de lo m¨¢s inquietantes: en un pa¨ªs con 3,5 millones de licencias deportivas, 25 de las 63 federaciones est¨¢n en quiebra t¨¦cnica, seg¨²n las auditor¨ªas que maneja el Consejo Superior de Deportes, cuyas subvenciones, como es l¨®gico ante tanta penuria, han ca¨ªdo este curso un 34%. Ya no vale con llorar por 2020; ahora se trata de que los espa?oles lleguen en condiciones decentes a R¨ªo 2016. Es la pol¨ªtica, la de los electos y los interinos, algunos de los cuales se sometieron ayer a la primera votaci¨®n de su vida. A ninguno le creyeron en Buenos Aires.
?La culpa? Es la pol¨ªtica, el dinero, las bolsas de sangre. Factores que hoy excluyen a Espa?a del tablero del COI y no hay Pr¨ªncipe, por mucho que brille, que lo pueda evitar.
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