El abuelo se pone farruco
Chris Horner se queda a tres segundos del l¨ªder, Nibali, en la etapa que gan¨® el bielorruso Vasil Kiryienka
El telonero fue de lujo. Vasil Kiryienka no es un secundario cualquiera. Tiene obra publicada con dos victorias en el Giro y una medalla de bronce en el Mundial contrarreloj de 2012. Su ascensi¨®n a Pe?a Cabarga fue un ejercicio sudoroso pero constante, sabiendo mover los desarrollos, el cuerpo y la bicicleta. Pero el artista principal, el concertista de lujo, fue Horner, el ciclista de los 41 a?os que en apenas mes y medio cumplir¨¢ 42, y que presuntamente acud¨ªa con esp¨ªritu cicloturista y resulta que puntea la bicicleta como Keith Richards puntea la guitarra: de forma en¨¦rgica, constante y sutil. Ayer le faltaron tres acordes, tres segundos, para volver a vestir el maillot rojo que Nibali mantuvo sujetando el manillar con los dientes, mientras ve¨ªa como Purito Rodr¨ªguez y Valverde, desde atr¨¢s, le hac¨ªan sombra y le nublaban la vista.
CLASIFICACIONES
ETAPA
1. Vasil Kiryienka (BLR/Sky) 4h.46:48
2. Chris Anker S?rensen (DIN/Saxo-Tinkoff) a 28
3. Adam Hansen (AUS/Lotto Belisol) a 01:18
4. Martin Kohler (SUI/BMC) a 01:34
5. Egoi Mart¨ªnez (ESP/Euskaltel Euskadi) a 01:42
6. Chris Horner (EEUU/Radioshack) a 01:53
7. Amets Txurruka (ESP/CajaRural) a 02:02
8. Joaqu¨ªn Rodr¨ªguez (ESP/Katusha) a 02:13
9. Alejandro Valverde (ESP/Movistar) a 02:14
10. Vincenzo Nibali (ITA/Astana) a 02:18
GENERAL
1. Vincenzo Nibali (ITA/Astana) 73h.39:35
2. Christopher Horner (USA/RadioShack) a 3
3. Alejandro Valverde (ESP/Movistar) a 01:09
4. Joaquim Rodr¨ªguez (ESP/Katusha) a 02:24
5. Nicolas Roche (IRL/Saxo-Tinkoff) a 03:43
6. Domenico Pozzovivo (ITA/AG2R) a 05:44
7. Thibaut Pinot (FRA/FDJ) a 06:14
8. Leopold Konig (CZE/NetApp-Endura) a 06:35
9. Samuel S¨¢nchez (ESP/Euskaltel) a 07:51
10. Tanel Kangert (EST/Astana) a 10:52
La Vuelta, a falta de dos etapas y un paseo, de tantos y tantos kil¨®metros, puertos, desniveles, calores y fr¨ªos, lluvias, lloviznas, chaparrones, empieza de nuevo. Tres segundos tras 18 etapas es como un gui?o travieso del destino. Una jugarreta. Y juguet¨®n es Horner, con esa cadencia de pedaleo, cimbreando sus 41 a?os sobre la bicicleta, huyendo del sill¨ªn, arqueando los brazos, la cabeza dirigiendo la trayectoria. Parece que el abuelo se come la carretera y parece que hoy por hoy es el m¨¢s fuerte. Su peso es el que da la b¨¢scula. No tiene ni un gramo de m¨¢s en cuanto a presi¨®n, exigencia de ganar, necesidad de ganar. Lo suyo es pura diversi¨®n.
As¨ª que con un telonero de lujo y un guitarrista tan acreditado como inesperado, el concierto de Pe?a Cabarga fue espectacular, variado, con aires vintage, pero rotundo. Kiryienka subi¨® las duras rampas finales de Pe?a Cabarga como lo hacen los poderosos rodadores. Sus casi 70 kilos, sus piernas anchas y musculosas, sentados en la bicicleta, ascend¨ªan como quien rueda. Atr¨¢s quedaba su alma de pistard con la que debut¨® en el ciclismo y a sus 32 a?os homenajeaba la potencia de los rodadores. Hab¨ªa formado parte de la fuga de 15 hombres que huyeron de pelot¨®n en el kil¨®metro 18 y alcanzaron 10 minutos de ventaja en un pis-pas. Los altos de 3? que serpenteaban la carretera fueron tr¨¢nsitos amables, pero envenenados, cuando ya las piernas suman tanto cansancio acumulado. Pero en el Alto del Caracol, la cosa se pon¨ªa seria. A Valverde el dichoso Caracol le enreda el sue?o desde que un despiste le elimin¨® de la Vuelta en 2008. Y es que Pe?a Cabarga tiene un ¨¢nimo justiciero. Ah¨ª entre los montes c¨¢ntabros, junto a las vacas tudancas, siempre pasa algo. Por ah¨ª se enred¨® Valverde con un chubasquero y se desconect¨® de la Vuelta. Ah¨ª Igor Ant¨®n se cay¨® en una recta cuando ya casi pon¨ªan su nombre en el ramo de flores de Madrid en 2010. Y ah¨ª Juanjo Cobo resisti¨® los ataques brutales de Froome en 2011.
El estadounidense, de 41 a?os, se come la carretera y hoy por hoy es el m¨¢s fuerte
Ah¨ª, en el Alto del Caracol, se rompi¨® la formaci¨®n del grupo de fugados y despu¨¦s emergi¨® la figura de Kiryienka, que salud¨® y se march¨® en busca del placer de sufrir cuando te anuncian la gloria. Lo suyo fue un tr¨¢nsito casi heroico. La carrera, resuelta por delante, estaba por atr¨¢s, con los protagonistas afinando los instrumentos para la canci¨®n final en Pe?a Cabarga, y en sus dos ¨²ltimos kil¨®metros. Se esperaba el ataque de todos contra todos, es decir, cuatro contra cuatro. Pero la ¨²ltima canci¨®n la interpret¨® Horner, tras aguantar el ataque desmelenado del Katusha, impulsado por Dani Moreno y seguido por Purito Rodr¨ªguez. El americano se agarr¨® al manillar, aire¨® los sobacos, levant¨® el culo del sill¨ªn y mirando al frente, sin descanso ni desmayo, supero a uno, a otro, al otro, es decir, a sus rivales en esta partida de p¨®ker en la que se ha convertido la carrera. Y tir¨® para la meta. Cuando llego, cansado pero impasible, le hab¨ªan faltado tres segundos para vestir de rojo. Le hab¨ªan faltado tambi¨¦n las bonificaciones porque aquella fuga que consintieron ¡ªde la que surgi¨® la enorme figura de Kiryienka¡ª se intercal¨® por el camino con algunos de aquellos supervivientes.
Da igual. El abuelo demostr¨® que su discurso es rotundo, bien escrito y articulado. Le quedan dos d¨ªas y siete puertos de monta?a para demostrar que la arruga puede ser bella. Aunque a decir verdad, no tiene ni una arruga en la cara, salvo cuando se r¨ªe, que es a menudo. Su ascensi¨®n fue impresionante y sobre todo impresion¨® a sus rivales. Ahora es el vencedor moral pero su utop¨ªa est¨¢ a punto de convertir los imposibles en algo posible. El Naranco, ahora, le va a las mil maravillas. L?Angliru no le va bien a nadie. Los grandes puertos, m¨¢s que el estilo (sentado o de pie), ponen a prueba la capacidad de sufrimiento. Y el viejo zorro sabe que para cazar hay que sufrir. Y por eso se pone farruco.
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