Mandan los solistas

La necesidad de volver a ser competitivos ha generado un intenso debate de identidad futbol¨ªstica en el Bar?a. Guardiola ya estudi¨® c¨®mo evolucionar el sistema en su ¨²ltima temporada desde el intervencionismo, Vilanova puso las condiciones para que los futbolistas recuperaran la Liga a cambio de claudicar en Europa y Martino procura precisamente que no se repita el escarnio contra el Bayern M¨²nich. El problema del actual Bar?a es que juega contra el recuerdo del mejor Bar?a. La duda es si el equipo no se est¨¢ alejando con exceso de la versi¨®n original porque teme que sea imposible recuperarla o que no le sirva de nada reencontrarla.

La previsibilidad. El temor es que las alternativas al juego para dejar de ser previsibles tengan m¨¢s importancia que la propia idea. ¡°Nuestra intenci¨®n no es cambiar la forma¡±, argumenta Martino. ¡°Las alternativas no son el plan, sino las opciones a elegir cuando sea necesario¡±. Alves a?ade: ¡°Introducimos cosas, alternamos el juego corto y largo, lo hacemos diferente porque lo de antes estaba muy visto¡±. Incide Piqu¨¦: ¡°La clave est¨¢ en saber elegir el momento de ser directos o pacientes. La idea nos viene desde Cruyff¡±. Y Messi es pragm¨¢tico: ¡°Cuantas m¨¢s variantes tengamos, mucho mejor¡±.

Posesi¨®n y pases. La mezcla del juego ha provocado que el equipo se alargue mucho en el campo y haya perdido posesi¨®n, precisi¨®n y presi¨®n. ¡°Me preocupa la imprecisi¨®n¡±, admite Martino. Los azulgrana tuvieron contra el Ajax la misma posesi¨®n que tienen Chelsea, Schalke y N¨¢poles: 56%. Una cifra inferior a la del a?o pasado, que era del 71%. Y la media de pases en la Liga por partido del curso pasado fue de 746, de ellos 668 buenos. En la actual ha descendido a 671 pases y 604 solventes. El equipo se acelera demasiado y los partidos son ejercicios de ida y vuelta que refuerzan el papel de Vald¨¦s y Messi. A cambio, penaliza a los centrocampistas.

El equipo ha bajado su producci¨®n de pases y se acelera demasiado

El papel de Xavi. El equipo ya no se organiza necesariamente a partir del pase y del toque de los volantes, de manera que se ha reducido el protagonismo de Xavi, el jugador que marca el estilo, sin sustituto en el plantel. La disminuci¨®n del f¨²tbol asociativo y de combinaci¨®n, del sentido de equipo, ha aumentado el protagonismo individual de jugadores como Vald¨¦s: su m¨¦rito ya no est¨¢ en el juego de pies y en los uno contra uno sino en las paradas convencionales de un portero. Tambi¨¦n falta movilidad y ofrecerse para el desmarque, atacar el espacio en lugar de acelerar. No es casualidad que Neymar sea el jugador que m¨¢s faltas recibe porque se excede en el juego al pie cuando sus virtudes t¨¦cnicas le permiten m¨¢s recursos.

Messi, en cambio, contin¨²a siendo el m¨¢s reconocible porque sigue marcando la diferencia con goles. Los solistas crecen en la proporci¨®n en que encoge la orquesta, la misma que convirti¨® al Bar?a en un conjunto ¨²nico y singular, por encima de las figuras.