Un campe¨®n confundido

Juan Antonio Orenga, con una taza de caf¨¦ en la mano, comparece el d¨ªa despu¨¦s de la derrota en la semifinal ante Francia muy distendido, en la planta 15? del hotel Plaza de Liubliana. En el otro extremo del sal¨®n, Vincent Collet, su colega franc¨¦s, concluye la largu¨ªsima rueda de prensa previa a la final que disputar¨¢ su selecci¨®n, hoy, contra Lituania (21.00, Cuatro). Los lituanos, con Kalnietis, Kleiza y Valanciunas al frente, vuelven a pelear por el oro 10 a?os despu¨¦s. En 2003, en Suecia, ganaron el t¨ªtulo precisamente a Espa?a. Ha sido una d¨¦cada prodigiosa para el baloncesto espa?ol, con siete finales y tres oros en las grandes citas. En Liubliana, en un Europeo lastrado por muchas bajas y de un nivel muy discreto, Espa?a concluir¨¢ hoy frente a Croacia (17.30, Cuatro), con la medalla de bronce en juego.

¡°Estamos muy acostumbrados a ganar y no es f¨¢cil conseguir una medalla. Lituania llevaba a?os fuera de esa lucha y para Croacia ser¨ªa hist¨®rico ganar porque cuenta con un equipo joven, que est¨¢ volviendo y hace tiempo que estaba fuera del podio. Parece que todo lo que no sea ganar el campeonato es malo. Y no, si conseguimos una medalla, ser¨¢ una gran alegr¨ªa y acabaremos todos satisfechos¡±, asegura el seleccionador espa?ol.

Tras la derrota ante Francia, la cuarta que han sufrido en el torneo, los espa?oles reh¨²yen las justificaciones atendiendo a las bajas de Pau Gasol, Navarro, Felipe Reyes e Ibaka, aunque, Calder¨®n desliz¨® hace una semana: ¡°Ya no podemos decir que somos los favoritos. Somos los que somos y hay lo que hay¡±. Saben que a muchos equipos tambi¨¦n les han faltado piezas y que el juego interior espa?ol ha sido f¨ªsicamente d¨¦bil. Ese tal¨®n de Aquiles ha agudizado la falta de dureza, otro de los problemas que han propiciado las cuatro derrota espa?olas, ante Eslovenia, Grecia, Italia y Francia. Orenga lo admite, como antes lo hab¨ªan hecho Marc Gasol o Rudy Fern¨¢ndez. ¡°Debemos estar preparados para un partido duro. Si el partido se endurece, nosotros tenemos que ser capaces de endurecerlo m¨¢s¡±, exige el seleccionador.

El equipo espa?ol ha salido perdiendo cuando las defensas rivales han subido su intensidad

El equipo espa?ol ha salido perdiendo cuando las defensas rivales han subido su intensidad, en un torneo tan marcado por los forcejeos y los golpes que su p¨¢gina web oficial colg¨® ayer un v¨ªdeo con una sucesi¨®n de acciones que parecen extra¨ªdas de una velada de lucha libre y las declaraciones de una veintena de jugadores y entrenadores en las que ponen de manifiesto la dureza del juego. Llull, Rudy, Calder¨®n y Marc Gasol han sido los espa?oles m¨¢s malparados. Como ya era previsible, el pulso contra Francia tuvo ese cariz. Y Espa?a se confundi¨® por completo. No supo administrar en la segunda parte una ventaja de 14 puntos. Se desplom¨® como ya le hab¨ªa sucedido en los ¨²ltimos cuartos de sus derrotas anteriores: 18-26 ante Eslovenia, 18-27 ante Grecia, 25-41, incluida la pr¨®rroga ante Italia y 23-32, incluida la pr¨®rroga ante Francia.

¡°La segunda parte contra los franceses nos cost¨®. Tuvimos el tiro para ganar, pero no entr¨®. Y luego la pr¨®rroga fue muy trabada. Nuestro ataque no fue f¨¢cil. Ellos estaban muy arriba, con una defensa muy f¨ªsica, con muchos cambios, que nos complic¨®. Ellos fueron capaces de colapsar todo, de cerrarse en torno a Marc cuando recib¨ªa dentro y hacer esos cambios de defensa fuera¡±, describe el t¨¦cnico de Castell¨®n. ¡°Vamos a buscar una soluci¨®n para que el campo se nos haga m¨¢s grande y tengamos m¨¢s espacios para poder atacar¡±, a?ade el seleccionador

Orenga ech¨® de menos la verticalidad y agresividad ofensiva de su equipo en los minutos finales. ¡°Es dif¨ªcil correr como queremos en ese momento, cuando todo el mundo est¨¢ cansado y el juego se ensucia y se enrarece. Ellos efectuaron unos cambios defensivos en los que no pudimos irnos de nuestros defensores y eso propici¨® que lleg¨¢ramos al final de la posesi¨®n¡±. Adem¨¢s de los tiros fallados, en la pr¨®rroga, Espa?a agot¨® dos veces los 24 segundos sin tirar y en otras dos perdi¨® el bal¨®n. Dos s¨ªntomas m¨¢s de sus defectuosos ataques y su mala gesti¨®n de los finales de partido.