¡°Gareth no estaba tranquilo¡±

La cita se anunci¨® a lo grande. Gareth Bale, probablemente el fichaje m¨¢s caro de la historia, debutaba en el Bernab¨¦u, ante una afici¨®n anhelante por verle recorrer la banda. Esa zurda, esa velocidad, esa potencia, evocaban en la muchedumbre que llenaba el estadio a futbolistas gloriosos, a hombres con similares caracter¨ªsticas que se pusieron la camiseta blanca. Tipos como Gento, o como Gordillo. Futbolistas que renac¨ªan en la figura atl¨¦tica del p¨¢lido gal¨¦s y agitaban la imaginaci¨®n de los seguidores. El primero de los so?adores fue Florentino P¨¦rez, el presidente, que por la ma?ana en la asamblea de socios avis¨® que Bale era ¡°un jugador destinado a marcar una ¨¦poca¡±.

Bale sali¨® a calentar sobre las 18.30 de ayer junto con el resto de los titulares. El sol brillaba alto. Hac¨ªa un calor de can¨ªcula. De pronto, Bale sinti¨® una molestia en el muslo izquierdo. ¡°Ha tenido un peque?o problema¡±, dijo el entrenador, Carlo Ancelotti. ¡°No podemos decir que ha sido una lesi¨®n. Creo que no es gran cosa. Haremos una resonancia para ver qu¨¦ le pas¨®. No estaba c¨®modo, no estaba tranquilo, y he preferido evitar problemas. ?l no est¨¢ contento porque ten¨ªa la ilusi¨®n de jugar. Pero quiz¨¢ le pese la falta de pretemporada. Ha esperado mucho su fichaje y esto es duro desde el punto de vista mental¡±. A la espera de un diagn¨®stico, Ancelotti mand¨® a calentar a Isco.

Isco Alarc¨®n hab¨ªa sido designado por el entrenador para ocupar el banquillo y rotar, en compa?¨ªa de Ramos y Modric, los otros dos titulares el martes en Estambul. Pero la baja repentina de Bale le oblig¨® a salir al campo. No le fue mal. Isco, otro de los predilectos de Florentino P¨¦rez, marc¨® su cuarto gol en Liga, el quinto de la temporada, en una acci¨®n que abund¨® en los problemas del Getafe a la hora de defender las faltas laterales. El gol de Isco fue irrisorio. La defensa del Getafe retrocedi¨®, le dej¨® entrar al ¨¢rea, le dio espacios, y el mediapunta defini¨® con frialdad con una rosquita que dej¨® a Moy¨¤ hecho una estatua.

El historial de infortunios del futbolista, de 24 a?os, apunta largas etapas acuciado por dolencias musculares

Isco tiene fortuna. Al que le va mal, y no se sabe por qu¨¦, es a Benzema, a quien los hinchas m¨¢s extremistas le pitan. No se trata de que no le perdonan sus errores. Le penalizan por llegar tarde a un bal¨®n, por no correr a por un rechace imposible, por no chocar contra las vallas, por no revolcarse por la hierba. El hombre no hace concesiones al populismo y el d¨ªa que no mete un gol le pasan la factura. A falta de buen f¨²tbol, el caso Benzema entretuvo a la afici¨®n. La minor¨ªa ruidosa le pit¨® cada vez que fallaba un gol. Los dem¨¢s le aplaudieron. Ultras Sur le despreci¨® gritando: ¡°?Moraaataaa¡­ Moraaataaa¡­!¡±. El chico se marc¨® cabizbajo cuando le sustituy¨® Morata a 15 minutos del final. Arbeloa y Cristiano aplaudieron al franc¨¦s pidiendo calor al p¨²blico y la gente le despidi¨® con un palmoteo de reconocimiento.