El ciclismo cierra sus a?os oscuros
Arrastrado por el ¡®caso Armstrong¡¯, Pat McQuaid pierde la presidencia de la UCI ante el ingl¨¦s Brian Cookson, cuyo programa se centra en la lucha contra el dopaje
No hay cr¨®nica posible de la elecci¨®n de Brian Cookson como nuevo presidente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) que no deba comenzar recordando que la asamblea electoral se reuni¨® en una vieja sala renacentista del Palazzo Vecchio de Florencia, al lado del peque?o cuarto en el que Maquiavelo instal¨® su despacho de secretario cuando manej¨® los asuntos de la Rep¨²blica florentina en el siglo XVI. Y no tanto porque el autor del Pr¨ªncipe,el inventor de los bien llamados m¨¦todos maquiav¨¦licos, inspirara los procederes y maniobras del presidente saliente, el irland¨¦s Pat McQuaid, la suavidad de maneras del vencedor final y la crudeza de uno de sus mentores, el magnate ruso Igor Makarov. Al contrario: habr¨ªa sido el pensador renacentista el que podr¨ªa haber aprendido de alumnos tan aventajados.
Tras ardua lucha reglamentista, intervenciones de leguleyos, v¨ªtores, choteos y llamadas a la calma que hicieron temblar las molduras doradas de los techos palaciegos, gan¨® Cookson (24 a 18), que es arquitecto paisajista e ingl¨¦s, como ingleses han sido los ganadores de los ¨²ltimos dos Tours, y el ciclismo finalmente pudo dar un suspiro de alivio y declarar oficialmente cerrada una de sus ¨¦pocas m¨¢s oscuras, la dirigida durante d¨¦cadas por Hein Verbruggen, primeramente en persona y despu¨¦s, los ¨²ltimos ocho a?os, a trav¨¦s de su protegido McQuaid, elegido en Madrid en 2005. Ha sido la ¨¦poca del despliegue mundializador del ciclismo, de la globalidad, y tambi¨¦n de los grandes esc¨¢ndalos de dopaje y de las grandes sospechas de corrupci¨®n.
Ambos conceptos, el de dopaje y el de corrupci¨®n, se unieron irresistible y magn¨¦ticamente en el caso Armstrong, el ¨²ltimo obst¨¢culo insuperable para McQuaid. Las sospechas de que la UCI de Verbruggen y McQuaid hiciera durante a?os la vista gorda, a cambio de recompensas econ¨®micas, a los an¨¢lisis del tejano, funcion¨® a partir de enero como un bander¨ªn de enganche que agrup¨® a toda la oposici¨®n. El lobby antiMcQuaid, liderado en principio por el exciclista Greg LeMond, encontr¨® en Cookson al candidato ideal.
Bajo el lema Restauremos la confianza, Cookson, nacido en 1952 y habitual de los aparatos federativos del ciclismo (comisario de la UCI de 1986 a 1996, presidente de la federaci¨®n brit¨¢nica desde 1996, miembro del comit¨¦ directivo de la UCI desde hace a?os), present¨® un programa de cambio centrado fundamentalmente en la gesti¨®n del dopaje: mejora de las relaciones con la Agencia Mundial Antidopaje (permanentemente esc¨¦ptica con el ciclismo pese a que la UCI de McQuaid dio un impulso tremendo a los controles), agencia independiente a la que Cookson est¨¢ dispuesto a ceder todas las potestades de su federaci¨®n en el asunto del antidopaje.
Maquiav¨¦licamente pensando, finalmente, no puede extra?ar en absoluto que Armstrong festejara la ca¨ªda de McQuaid, aqu¨¦l que, forzado, dict¨® un anatema contra su ¨¦poca y sus victorias, con un tuit de una sola palabra: ?Aleluya!
?Aleluya! Tambi¨¦n gritaron muchos aficionados al ciclismo al ver c¨®mo un jovenc¨ªsimo esloveno, Matej Mohoric, de 18 a?os, ganaba el Mundial sub-23. En la acci¨®n de Mohoric, campe¨®n del mundo j¨²nior hace un a?o, en las dos ¨²ltimas vueltas, en el repecho largo de cuatro kil¨®metros y en el muro de 600 metros y, sobre todo, en los descensos, se pudieron ver aires de Indurain y Cancellara mezclados, lo que puede ser un indicio de lo que ocurra ma?ana en la prueba de los profesionales.
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