Morata, entre Neymar y Diego Costa
El Madrid se agarra a un delantero de la cantera para no descolgarse de una Liga liderada por las nuevas figuras del Bar?a y del Atl¨¦tico, que han ganado los ocho partidos disputados
Ancelotti masca chicle en el banquillo y arquea la ceja izquierda en la sala de prensa, hace ver como si no pasara nada en el Madrid, acostumbrado a soportar el populismo de Berlusconi cuando entrenaba al Milan, el car¨¢cter siniestro de Abramovich en el Chelsea y la tenebrosidad del jeque Nasser Al-Khelaifi en el PSG. No se pondr¨¢ nervioso ahora que se le supone permeable al intervencionismo de Florentino. No da con la tecla el preparador italiano y el Madrid parece que ha empeorado de un a?o a otro a pesar de que la clasificaci¨®n afirma que hoy est¨¢ a cinco puntos del Bar?a y del Atl¨¦tico y no a ocho como la temporada pasada con Mourinho. Ancelotti no pasa por ser un t¨¦cnico de autor sino que con el tiempo ha asumido que se le tenga por un especialista en la gesti¨®n de figuras. El problema es que de momento no cuenta con un plan que favorezca el espect¨¢culo de las estrellas del presidente P¨¦rez. El equipo no tiene nada de moderno sino que sobrevive con un f¨²tbol a la antigua, propio de los tiempos de Bernab¨¦u, cuando jam¨¢s se firmaba una derrota en el Madrid.
Los azulgrana notan que tienen entrenador mientras que los blancos lo buscan
Ning¨²n estamento defiende mejor la heroica blanca que la cantera, representada por Jes¨¦ y Morata, que acudi¨® de nuevo al rescate en campo del Levante. A la espera de Bale, mientras no se recupera Xabi Alonso, aturdido Benzema, son tiempos para los j¨®venes sedientos de gloria y para futbolistas de equipo como Diego L¨®pez. O si se quiere para jugadores ya contrastados del estilo de Di Mar¨ªa o Marcelo. Incluso se extra?a a Higua¨ªn y, por supuesto, a ?zil. No resulta f¨¢cil calzar a Illarramendi e Isco ni acomodar a Casillas. El guirigay es importante y no queda m¨¢s soluci¨®n para resolver los partidos de entretiempo que encomendarse a la f¨¢brica, la residencia de promesas como Morata, y a los goles de Cristiano Ronaldo, cuya fiabilidad no tiene l¨ªmites de espacio ni tiempo: ha firmado remontes decisivos en la prolongaci¨®n de los partidos de Levante y Elche. Los n¨²meros aseguran que para ganar la Liga se necesitan 100 puntos y el descuento ya se acab¨® para el Madrid ante el Villarreal y el Atl¨¦tico.
La indefinici¨®n del Madrid, que ni toca ni corre sino que deja pasar el tiempo hasta que se juegan las sobras de los partidos, contrasta con la personalidad del Atl¨¦tico. Ha mejorado el equipo de Simeone despu¨¦s de que Diego Costa haya asumido el rol de Falcao. Ya no solo es un rival muy dif¨ªcil de ganar ¡ªlos azulgrana alcanzaron la Supercopa por el valor doble de los goles¡ª sino que resuelve los partidos de forma autoritaria. Tiene una fe ciega en la victoria, se despliega con determinaci¨®n y sus recursos son muy variados. ?nicamente el Atl¨¦tico ha aguantado la marcha triunfal del Bar?a, protagonistas ambos de un inicio de Liga sin precedentes despu¨¦s de encadenar ocho victorias, una m¨¢s que en octubre del curso pasado, cuando sumaban siete y un empate, el azulgrana cedido ante el Madrid.
Los madridistas, que en el inicio del curso 1968-69 contaron la cifra hist¨®rica de nueve victorias, visitar¨¢n a finales de mes el Camp Nou. El Bar?a, que antes acudir¨¢ a Pamplona, aguarda con inter¨¦s al Madrid. Necesita de desaf¨ªos despu¨¦s de contar victorias sin parar ante rivales como el Valladolid. Ni siquiera la ausencia de Leo Messi ha alterado la mec¨¢nica de juego, ahora liderada por Neymar. El equipo ha encajado tan bien con el brasile?o que incluso Alexis marca goles. Neymar sonr¨ªe, entretiene, reparte juego y se levanta cada vez que le tiran, cosa que ocurre tan a menudo que los rivales le acusan de ser tan teatrero como Alves. Ni se inmuta Martino, que interviene en silencio, como si no quisiera que se supiese de su presencia, para que las cosas fluyan con naturalidad: ya no se escribe sobre la messidependencia, aumenta el protagonismo de Neymar, Xavi entra en las rotaciones y no se habla de ning¨²n central que no sea Bartra o Puyol.
Nota el Bar?a que tiene entrenador al poco de comenzar la Liga mientras el Madrid lo busca; disfrutan los azulgrana con Neymar y se agarran los madridistas a Morata. Quiz¨¢ a Ancelotti no le quede m¨¢s remedio que encender uno de sus pitillos para dar la sensaci¨®n de que cambian las cosas en Chamart¨ªn.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.