Una Espa?a deste?ida

Un mero punto frente a Georgia el pr¨®ximo martes en Albacete garantizar¨¢ al campe¨®n su defensa del t¨ªtulo mundial en tierras brasile?as. Espa?a enfil¨® su clasificaci¨®n sin brillo alguno, con un f¨²tbol deste?ido ante la d¨¦bil Bielorrusia. A la selecci¨®n de Del Bosque le cost¨® un mundo descorchar el partido y acab¨® con cierta congoja. El equipo no pasa por sus mejores tiempos y no da con las soluciones ante adversarios sin otro repertorio que refugiarse delante de su portero. Le ocurri¨® ante Finlandia y anoche frente al enigm¨¢tico conjunto bielorruso, que no tiene futbolista alguno con cierta enjundia. Con mucha pesadumbre en la circulaci¨®n de la pelota, la Roja ha perdido poder¨ªo, con y sin nueve. Michu, alistado a ¨²ltima hora por la baja de Villa, tampoco fue el remedio. Del Bosque tiene ocho meses para encerrarse en su laboratorio.

Durante una hora, Espa?a, previsible, consumida por su ret¨®rica, no tuvo m¨¢s dictado que sobar la pelota de costa a costa de forma anestesiada. Le pudo la mansedumbre hasta tal punto que a Gutor, portero de Bielorrusia, no se le vio hasta bien pasada la media hora, tras un remate de Silva desde fuera del ¨¢rea. Y no tuvo m¨¢s planos en todo el primer tiempo. En la periferia de Vald¨¦s, que tom¨® la delantera a Casillas, tampoco hubo ruido, salvo por un doble desliz de Piqu¨¦ que le pudo costar la expulsi¨®n y un penalti en contra y el gol remoto de Kornilenko. El ¨¢rbitro no crey¨® sancionable una mano del central catal¨¢n dentro del ¨¢rea, cuando ya ten¨ªa tarjeta por otro manoseo al bal¨®n.

En esta Espa?a de hoy rotan los porteros y la montonera de arietes van en la noria. Hay debate en las dos ¨¢reas, pero con una diferencia sustancial: juegue quien juegue bajo el larguero, hay solvencia garantizada; en el punto final del equipo nadie lleva la delantera, no se vislumbra quien pueda amarrar el puesto. En Palma fue el turno de Michu, con el que Del Bosque compens¨® cierto retraso en su convocatoria tras su sobresaliente temporada en el Swansea con una instant¨¢nea titularidad en su deb¨². El asturiano nunca se enchuf¨® al resto, extraviado en el embudo central de esta Espa?a que se apelotona por el centro y parece tener urticaria a los arietes, a los que muchas veces ignora demasiado. Tan solo al inicio, Pedro y Monreal, por la izquierda, cogieron vuelo por la orilla. M¨¢s le cost¨® a Silva enganchar con Arbeloa, un lateral que se gana el sustento por su perfil defensivo. Nada benefici¨® a Michu, al que le falt¨® coro. Negredo le cogi¨® el testigo casi a la hora de partido.

Frente a la montonera bielorrusa, Espa?a fue puro fogueo. Poco le ayud¨® el estado del c¨¦sped, bacheado como un paisaje lunar, un interruptor para el juego de precisi¨®n, control y un toque mejor que dos, que prodiga la selecci¨®n de Del Bosque. Con la pelota brincando, la Roja en primera, sin marcha, un chollo para visitantes como Bielorrusia, de esos equipos que suspiran por que nadie les menee la trinchera, por que nadie les tire de la manta. Ese es su ¨²nico consuelo y Espa?a se lo concedi¨® m¨¢s de la cuenta. Solo Pedro se atrevi¨® al asalto personal en el uno contra uno; el resto, pura monoton¨ªa.

En esta selecci¨®n de hoy rotan los porteros y los arietes van en la noria

Con el estropicio de Finlandia en la retina, Del Bosque cambi¨® la partitura en el descanso. Iniesta, reserva tras arrastrar molestias f¨ªsicas durante la semana, sustituy¨® a Monreal y el t¨¦cnico orden¨® una defensa de tres, con Arbeloa, Piqu¨¦ y Ramos, con Pedro, que vale para un roto y un descosido, en alerta en el lateral derecho. Nada alter¨® el paisaje y el encuentro mantuvo la misma rutina hasta el gol de Xavi, que tras un rechace en el ¨¢rea irrumpi¨® por el centro para pegar con sa?a a la pelota. Un alivio para el campe¨®n, que padec¨ªa un engorro.

El tanto del capit¨¢n hizo que el seleccionador de nuevo moviera el cesto. Visto que no era el d¨ªa de Espa?a, Del Bosque tir¨® de pragmatismo. Con 1-0, vuelta a la defensa de cuatro, con Ramos de lateral derecho, Arbeloa por la izquierda y Busquets como central improvisado junto a Piqu¨¦. Se?al inequ¨ªvoca del discurrir de la jornada. Negredo, tras un gran centro de Ramos, sell¨® un segundo gol que, con su gesto al taparse un ojo y mirar al cielo, se lo dedic¨® a Mar¨ªa de Villota. No hubo sosiego para los espa?oles, porque tan retorcida fue su noche que pas¨® apuros en los ¨²ltimos segundos tras un emboque de Kornilenko. Un inesperado final para un equipo que ha perdido p¨²rpura. A un dedo del Mundial 2014, ya tendr¨¢ tiempo para la resurrecci¨®n. Del Bosque tendr¨¢ que disipar algunas dudas y realizar algunos ajustes. Talento no le falta.