Fuentealbilla, donde todo eran sue?os
La familia, vecinos, su compa?ero de juegos infantiles y su ¨²ltimo maestro recrean c¨®mo era la vida de Andr¨¦s Iniesta en el pueblo albacete?o en que naci¨® y se enamor¨® del f¨²tbol
Fuentealbilla es un pueblo de 2.000 habitantes en el coraz¨®n de la comarca de La Manchuela. Situado al noreste de la provincia de Albacete y rodeado por los t¨¦rminos municipales de Casas Ib¨¢?ez, Villamalea, Cenizate, Golosalvo, Mahora, Valdeganga, Jorquera, Abengibre y Alcal¨¢ del J¨²car, tiene una extensi¨®n de 120,97 kil¨®metros cuadrados, tierra arcillosa con horizonte pretoc¨¢lcico a dos metros, puro almac¨¦n acu¨ªfero a 661 metros sobre el nivel del mar.
En Fuentealbilla, en el a?o 1984 nacieron 10 ni?as ¡ªa tres las llamaron Isabel, al resto las bautizaron con los nombres de Juani, Encarnita, Maribel, Mar¨ªa ?ngeles, Bea, Mila y Mar¨ªa Dolores¡ª y solamente seis ni?os: Andr¨¦s Jim¨¦nez, que trabaja de mec¨¢nico de helic¨®pteros, Jos¨¦ Mart¨ªn, al que llaman Pepiyo, un tipo fornido que tras una mala ¨¦poca anda rehaciendo su vida ya en paz con la justicia ¡ªy se casa el a?o que viene¡ª, Vicente Fern¨¢ndez, que tiene un taller de motos y bicicletas en el pueblo, Miguel Villanueva, fontanero en paro, Juan Francisco Garc¨ªa, Juanfran, hoy tambi¨¦n parado, y un tal Andr¨¦s Iniesta, que a los 12 a?os hizo las maletas y se fue a vivir a Barcelona.
Iniesta regresa ma?ana a 44 kil¨®metros del lugar donde empez¨® una historia que nadie imagin¨® que iba a terminar como termin¨®, al lugar donde solo hab¨ªa sue?os. Juega Espa?a contra Georgia y por tercera vez en su vida Iniesta jugar¨¢ con La Roja en el Carlos Belmonte, donde debut¨® con la selecci¨®n el 27 de mayo del 2006.
Andr¨¦s, al que en casa, en Fuentealbilla, siempre han llamado Chico, que tiene una hermana dos a?os menor, Maribel, a la que quiere con locura, pes¨® al nacer 3,300 kg y midi¨® 45 cent¨ªmetros, si a su madre no le falla la memoria. Seg¨²n le se?alan todos en el pueblo, es el culpable de que el nombre de Fuentealbilla sea conocido en el mundo entero gracias a un sentido ¡°?Viva Fuentealbilla!¡± ¡ª¡°me sali¨® del alma¡±, reconoce Andr¨¦s¡ª durante los festejos en el Camp Nou por el triplete de la temporada 2008-09. El lugar se?ala el comienzo de una historia que nadie imagin¨® que terminar¨ªa de este modo. As¨ª lo cree tambi¨¦n Angel Salmer¨®n, el alcalde, que se?ala a Andr¨¦s como un compendio perfecto de los valores que emana la localidad. ¡°Esfuerzo y humildad; Andr¨¦s es un ejemplo para los ni?os y para todos nosotros¡±, dice.
¡°La familia Iniesta somos del pueblo desde siempre, de toda la vida¡±, explica el abuelo, Andr¨¦s Luj¨¢n, sentado en una mesa del local donde en 1975 abri¨® un bar que hace a?os dej¨® de funcionar. Hoy, convertido en la sede de la pe?a Barcelonista de Fuentealbilla, alberga un museo creado con la paciencia, la pasi¨®n y el amor de un abuelo. Tiene el lugar un toque indudablemente kitsch, pero se ha convertido en un buen reclamo tur¨ªstico para el pueblo, que durante la pasada semana volvi¨® a convertirse en un imparable trasiego de tractores y remolques cargados con la cosecha. No todos los Iniesta de Fuentealbilla lograron salir adelante en el pueblo, as¨ª que una rama de la familia march¨® a Francia en los a?os 60 del siglo pasado y ech¨® ra¨ªces en Tarbes.
Solo se quejaba si le serv¨ªan habichuelas o macarrones. Devoraba el pollo con patatas
¡°Nuestra vida era muy normal, de gente de pueblo¡±, explica Jos¨¦ Antonio Iniesta, el padre de Andr¨¦s, al que todos en el pueblo conocen por Dani. ¡°No s¨¦ si porque de peque?o era del Athletic o porque jugando al f¨²tbol me parec¨ªa a aquel extremo¡±, aclara. ¡°Cuando naci¨® Andr¨¦s trabajaba de aut¨®nomo de la construcci¨®n, y cuando no hab¨ªa trabajo me iba a la costa a trabajar de camarero. Mi se?ora, la madre de Andr¨¦s, trabajaba en casa y en el bar de los padres y entre todos tir¨¢bamos palante¡±, recuerda Dani, que cuando hace memoria describe a su hijo como un ni?o ¡°precavido como su madre, que se hac¨ªa querer, dicharachero a veces, a veces t¨ªmido, muy respetuoso, estudioso y trabajador. Si le llamabas para algo, estaba al momento¡±. Un ni?o que solo se quejaba de una cosa. ¡°?Abuela, siempre comemos lo mismo!¡±, dec¨ªa al volver del colegio, un d¨ªa tras otro, hubiera habichuelas o macarrones. As¨ª lo recuerda el abuelo. Todo cambiaba con el anuncio de un plato de pollo con patatas. Sigue devor¨¢ndolo.
¡°Andr¨¦s conserva la sencillez de un pueblo peque?o como el nuestro. Uno quiere la tierra donde nace y la tierra donde se hace y ¨¦l pas¨® 12 a?os aqu¨ª y lleva 17 en Barcelona¡±, dice el padre. Le sobran motivos a Iniesta para compartir amor por el pueblo y por la tierra donde creci¨®. ¡°Siempre lo he dicho, me siento muy de mi pueblo y tambi¨¦n muy catal¨¢n, porque llevo 17 a?os en Barcelona¡±, dice Andr¨¦s. ¡°Otro no hubiera vuelto m¨¢s, eso demuestra c¨®mo es Andr¨¦s¡±, cree Carol Rodenas, vecina del pueblo, que apenas le recuerda de cr¨ªo porque cuando march¨® del pueblo ella solo ten¨ªa cinco a?os. ¡°?C¨®mo no iba a volver, todo el mundo vuelve a casa por Navidad!¡±, r¨ªe el h¨¦roe de Johannesburgo.
¡°Creo que el d¨ªa que empez¨® a andar le puse una pelota delante y ya la chut¨®¡±, recuerda su padre. Andr¨¦s se hizo mayor entre las mesas del Bar Luj¨¢n, ¡°entretenido con cualquier cosa¡± dentro de una jaula para beb¨¦s. All¨ª com¨ªa al salir del cole y all¨ª hac¨ªa los deberes con Juanfran, uno de sus quintos, aunque la familia viv¨ªa a las afueras del pueblo, en el n¨²mero cinco de la calle Central.
El Bar Luj¨¢n fue, tambi¨¦n, el nombre del primer equipo de Andr¨¦s, antes de que a los ocho a?os fichara por el Albacete infantil, que jugaba contra otros equipos del pueblo. ¡°Vimos un anuncio en el peri¨®dico y mi padre me llev¨® a las pruebas. Me cogieron a la primera¡±, recuerda ahora el volante del Bar?a. ¡°Ya se ve¨ªa que iba a ser deportista de ¨¦lite, porque llevaba la competici¨®n dentro¡±, recuerda Juanfran, su compa?ero de juegos infantiles, con el que igual hac¨ªa una caba?a que se iba de excursi¨®n a las cuevas. ¡°Nos ganaba a todo, con el bal¨®n, con la bici... a todo, pero nunca te restregaba nada, ya era muy noble¡±. Andr¨¦s no le ha olvidado, incluso le invit¨® a su boda. ¡°Ahora no le veo mucho, pero est¨¢bamos siempre juntos, viv¨ªamos casi al lado y aunque ten¨ªamos todos relaci¨®n, con ¨¦l era con quien m¨¢s andaba. Nos carteamos mucho tiempo cuando me fui a Barcelona¡±, explica Andr¨¦s. Juanfran recuerda que nunca fueron muy gamberros: ¡°No hemos sido de romper cristales, ni farolas, ¨¦ramos muy formales. Nunca vinieron a buscarnos a casa¡±. A Juanfran le van m¨¢s las motos que el f¨²tbol y a diferencia de la mayor¨ªa de los casi 2.000 habitantes del pueblo, ¨¦l no es del Madrid: ¡°Soy del equipo en el que juega Andr¨¦s¡±, dice. Guarda en casa a¨²n los cartuchos del PC F¨²tbol que le compraron a Andr¨¦s de ni?o. ¡°Creo que fue el primer chaval del pueblo que tuvo un ordenador¡±. Juntos jugaban y juntos iban a clase, aunque muchas ma?anas llegaran sobre la campana: ¡°Echaban Campeones por la tele y no nos perd¨ªamos un cap¨ªtulo¡±, dice.
Dicen que el colegio p¨²blico Cristo del Valle no ha cambiado mucho, aunque ahora tenga menos alumnos, ya que el bachillerato lo imparte el instituto de Casa Ib¨¢?ez, el pueblo de al lado, seg¨²n explica la directora, Mar¨ªa Dolores Reyes, bajo una r¨¦plica del Guernica de Picasso hecho por los alumnos. Quedan dos maestros de la ¨¦poca en la que Iniesta curs¨® estudios en el pueblo. Fernando Garc¨ªa Sanz es uno de ellos. Fue su tutor durante los dos ¨²ltimos a?os de Andr¨¦s en el colegio. ¡°Era muy serio, y muy buen profesor. Tengo muy buen recuerdo suyo y del colegio¡±, asegura Andr¨¦s. Don Fernando le describe como un buen alumno, retra¨ªdo y algo t¨ªmido, ¡°trabajador, que consegu¨ªa los objetivos sin problema. En cuanto a comportamiento era dif¨ªcil verlo enfadado y nunca trat¨® mal a un compa?ero, al contrario, era muy respetuoso y colaborador con el resto. Lo que ten¨ªa Andr¨¦s era de todos¡±. Llegado el momento el colegio decidi¨® modificar los horarios para que los martes y los jueves la ¨²ltima clase de la ma?ana fuera dedicada a la educaci¨®n f¨ªsica. Era el d¨ªa que Andr¨¦s ten¨ªa entrenamientos en el Albacete. ¡°Se iba a la una y a las tres estaba otra vez en el colegio y com¨ªa en el coche para poder estar en clase a la hora¡±.
¡°Siempre tuve la sensaci¨®n de que en el pueblo me ayudaron a ser futbolista¡±, recuerda Iniesta, ¡°y ese detalle de los horarios lo demuestra. Siempre me tuvieron mucho cari?o y mucho respeto, a m¨ª y a mi familia¡±.
En el patio de ese colegio, en 1992, cuando solo ten¨ªa ocho a?os, su padre le hizo debutar en un torneo con los mayores. ¡°La cosa iba en serio, si me ten¨ªan que dar me daban, no te creas¡±, recuerda con risas Iniesta. All¨ª le sufri¨® Juan Ram¨®n Pardo, astrof¨ªsico de larga y dilatada trayectoria ¡ªtrabaj¨® en la NASA¡ª que encaj¨® un gol que todav¨ªa le escuece. ¡°Siempre me lo recuerda¡±, se r¨ªe Andr¨¦s.
¡°Organiz¨¢bamos un campeonato por las fiestas del Cristo del Valle que era muy disputado¡±, recuerda el actual concejal de cultura del ayuntamiento fuentealbillense. ¡°En la semifinal, Dani sac¨® al chiquillo al campo, que regate¨® a dos jugadores y a m¨ª, que era el portero, y marc¨® un gol. Yo ten¨ªa 22 a?os y ¨¦l apenas ocho¡±, explica Pardo, que no puede negar que ¡°Fuentealbilla le debe mucho a Andr¨¦s, que siempre que ha podido ha ayudado al pueblo¡±. Y explica c¨®mo la familia de Iniesta sufrag¨® la compra de un piano de cola en el 2008. ¡°Antes de la Eurocopa nos hizo llegar un bal¨®n firmado por toda la selecci¨®n con la idea de rifarlo para recaudar fondos y poder comprar el piano. Pero cuando ganaron el t¨ªtulo, decidimos guardarlo en el museo del pueblo¡±. Andr¨¦s, al enterarse, habl¨® con la familia y se hizo cargo de los 20.000 euros que cost¨® el piano, con el que ahora se ense?a m¨²sica a los ni?os y se usa para conciertos ¡ª55 eventos el a?o pasado¡ª, incluidas sesiones de cine mudo.
Por esa ¨¦poca, Andr¨¦s se anim¨® a comprar vi?edos en el pueblo para montar una bodega. ¡°Si con el f¨²tbol puso al pueblo en el mapa, con la bodega ha dado fama a los vinos de la comarca de la Manchuela¡±, dice Juanjo Mu?oz, el en¨®logo de la Bodega Iniesta. ¡°Para m¨ª representa la tierra donde nac¨ª, la historia de la familia. Es un sentimiento muy personal, las ra¨ªces de mi vida¡±, asegura Andr¨¦s, orgulloso de sus vinos.
¡°El d¨ªa que empez¨® a andar le puse una pelota y ya la chut¨®¡±, cuenta Dani, su padre
La tradici¨®n vitivin¨ªcola es ancestral en la comarca pero nunca tuvo fama porque se comercializaban vinos de cooperativas. La Bodega, que emplea a 24 personas ¡ªla pr¨¢ctica totalidad nacidas en Fuentealbilla¡ª produce 700.000 botellas al a?o desde 2010 y ya acumula varias medallas de oro a sus tintos ¡ªHechicero y Coraz¨®n Loco¡ª y al blanco, llamado Valeria en honor a la hija de Andr¨¦s. Las vi?as de la familia producen tempranillo, bobal, syrah, petit verdot, graciano, cabernet sauvingon, macabeo, moscatel, sauvignon blanc y verdejo.
Dani, o sea, Juan Antonio, y Juanjo, el en¨®logo, se han pasado la ma?ana en el laboratorio, en una reuni¨®n importante. Se trata de decidir cu¨¢ndo se empieza a vendimiar. Les va la cosecha. ¡°Es seguramente la decisi¨®n m¨¢s importante del a?o¡±, dicen. Al acabar, llaman al Chico, concentrado con Espa?a. ¡°Amenaza lluvia, empezamos el lunes con el tempranillo, no podemos aguantar m¨¢s¡±, le explican.
La tierra que vio nacer a Andr¨¦s Iniesta va a parir sus frutos otro a?o m¨¢s. Muy cerca, unos ni?os juegan al f¨²tbol en el mismo patio del colegio donde jugaba Andr¨¦s, en Fuentealbilla, donde todo eran sue?os.
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