Las angustias de Cristiano

Nike no imagina un Mundial sin Cristiano Ronaldo. El principal patrocinador de la selecci¨®n portuguesa y de su gran estrella estar¨¢ muy pendiente de las eliminatorias de repesca en la zona europea, el 15 y el 19 de noviembre. Entre ellas, la de Portugal contra una de las selecciones que no parten como cabezas de serie: Francia, Suecia, Ruman¨ªa o Islandia (pa¨ªs de 320.000 habitantes). Portugal no quiere ni o¨ªr hablar de Les Bleus. ¡°Es muy buena selecci¨®n y hay intereses alrededor¡±, dijo Ronaldo, tal vez recordando lo sucedido en la clasificaci¨®n para el Mundial de Sud¨¢frica 2010: Henry, con la mano, le dio el triunfo a Francia en la repesca ante la Irlanda de Giovanni Trapattoni en noviembre de 2009. Detr¨¢s del supuesto trato de favor a Francia, seg¨²n insinu¨® CR7, estar¨ªa la mano del presidente de la UEFA, el exjugador y exseleccionador franc¨¦s Michel Platini. Claro que a la FIFA y a la multinacional m¨¢s poderosa de ropa deportiva tambi¨¦n les conviene la presencia en Brasil de Cristiano. La relaci¨®n de Nike con Portugal viene de lejos. Ya en la etapa de Luiz Felipe Scolari como seleccionador luso, entre 2003 y 2008, la firma estadounidense le pag¨® parte de su suculento salario, una cantidad imposible para la federaci¨®n lusa. Nike, adem¨¢s, est¨¢ especialmente vinculada a Brasil.

Pese a claudicar frente a Espa?a, Francia llega lanzada a la repesca: 13 goles en sus tres ¨²ltimos partidos de clasificaci¨®n. Con Rib¨¦ry en estado de gracia. El probable pr¨®ximo Bal¨®n de Oro ¡ªel que m¨¢s lo merece para Zidane¡ª ha empezado a sentirse importante tambi¨¦n en la selecci¨®n, no solo en el Bayern M¨²nich. Empieza a cicatrizar la herida tras la p¨¦sima participaci¨®n francesa en el Mundial de 2010 (apeada en la primera fase). Rib¨¦ry concentr¨® la ira de los aficionados contra los seleccionados. Y ahora viene la posibilidad de redenci¨®n. Tambi¨¦n para Ibrahimovic, ausente Suecia de la pasada Copa del Mundo, supone la ¨²ltima bala internacional.

Cristiano Ronaldo, a su vez, afronta una de sus ¨²ltimas oportunidades a los 28 a?os. De ah¨ª que forzara la tarjeta amarilla frente a Israel para llegar limpio a la repesca. En su pa¨ªs, no hay t¨¦rmino medio con Cristiano: es un h¨¦roe (como ante Irlanda del Norte, al marcar un triplete) o un fracaso que solo brilla en su club, el Real Madrid. Al igual que a Messi, a Ronaldo le falta un gran ¨¦xito con su selecci¨®n. Estuvo cerca en la Eurocopa de Portugal 2004, donde, con 18 a?os, empez¨® de suplente y acab¨® disputando la final perdida ante Grecia. Dos a?os despu¨¦s, en el Mundial de Alemania 2006, un Ronaldo malabarista y mucho m¨¢s fino que ahora fue votado el mejor joven del torneo. Portugal fue cuarta. Desde entonces, y pese a ser un futbolista mucho m¨¢s completo, todo han sido frustraciones para ¨¦l, las dos ¨²ltimas cayendo ante Espa?a en los cuartos del Mundial de Sud¨¢frica y en semifinales de la pasada Eurocopa.

Portugal ya super¨® dos repescas, ante Dinamarca y Bosnia, para las dos ¨²ltimas grandes citas. Pero esta vez lo ve m¨¢s dif¨ªcil. Entre la euforia y el desencanto de su adn, el aficionado luso ha enfilado la depresi¨®n al ver que su selecci¨®n no ha dado la talla. Clasificada segunda de un grupo accesible (Rusia, Israel, Azerbay¨¢n, Irlanda del Norte y Luxemburgo), por detr¨¢s de los rusos dirigidos por Fabio Capello, que han sido los menos malos. Porque Portugal se dej¨® los puntos en dos empates ante Israel y en casa ante Irlanda del Norte. El entrenador, Paulo Bento, ya ha prometido un ¡°ajuste de cuentas¡± contra los cr¨ªticos despu¨¦s, eso s¨ª, de asegurar su presencia en el Mundial. Apunta sobre todo a Pinto da Costa, el presidente del Oporto, muy cr¨ªtico con su trabajo de seleccionador. Entre los reproches, la negativa a utilizar a uno de los jugadores m¨¢s en forma, Danny, el media punta del Zenit, en el banquillo durante el ¨²ltimo empate ante Israel. Desde el retiro de Rui Costa, ese ha sido un d¨¦ficit irresoluble para Portugal, la falta de un 10 de primera fila. Cristiano y Rib¨¦ry quieren estar en Brasil. Y los grandes organismos internacionales tambi¨¦n los quieren.