Pol Espargar¨® es puro genio
El campe¨®n de Moto2, p¨ªcaro y tozudo como de ni?o, vence su derrotismo y consigue divertirse con el pilotaje
Con dos a?os se subi¨® a una moto por vez primera. Con seis, compiti¨® en su primera carrera, de enduro. Claro que entonces tambi¨¦n jugaba al f¨²tbol. Era portero. ¡°Y me encantaba¡±, apunta. Tuvo que decidirse. ¡°Y solo me decant¨¦ por las motos porque mi hermano mayor ya corr¨ªa. ?l era un enfermo de las motos. Yo jugaba al f¨²tbol con el equipo del pueblo y con los amigos. Era donde me lo pasaba bien¡±, relata. En los circuitos, sin embargo, no se le daba nada mal. De peque?o fue campe¨®n de Catalu?a de supermotard y velocidad, y tambi¨¦n ser¨ªa campe¨®n de Espa?a de 125cc. Ten¨ªa 15 a?os y aquella misma temporada debut¨® en el Mundial. Se convirti¨® en el piloto m¨¢s joven en puntuar.
¡°Cuando era peque?o no le gustaba perder ni a las chapas¡±. Es la primera respuesta que da Xavi Queixal¨®s, el mec¨¢nico de confianza de Pol Espargar¨®. ¡°Se enfadaba cuando perd¨ªa, pero hasta que no ganaba no paraba¡±, recuerda. Y radiograf¨ªa as¨ª al mismo Pol que acaba de proclamarse campe¨®n de Moto2 con 22 a?os. Los Espargar¨®, Pol y Aleix, estaban representados por Dani Amatria¨ªn, m¨¢nager tambi¨¦n en esa ¨¦poca de Jorge Lorenzo. ¡°Dani me explicaba a m¨ª lo que pod¨ªa o no hacer. Si Jorge se iba a pescar, ¨¦l quer¨ªa ir a pescar, pero Dani me lo hab¨ªa prohibido, as¨ª que se enfadaba conmigo. Como cuando le obligaba a salir a correr¡±, recuerda. Y se le cae la baba con el chico del mal genio: ¡°Es igual que era de ni?o, el mismo pronto y la misma picard¨ªa. Pol cuida mucho a su gente. Como persona es un 10. Es luchador y muy cari?oso¡±.
Espargar¨® siempre sac¨® provecho de su agresividad al manillar, las fuertes frenadas no se le resisten, hasta este a?o, en el que le ha costado encontrar buenas sensaciones con unas gomas que premiaban a los pilotos con un estilo m¨¢s fino
¡°Es cari?oso y simp¨¢tico¡±, certifica Aleix, una de las personas a quien m¨¢s escucha. ¡°Cuando se baja de la moto, a veces, si la situaci¨®n no va bien, el derrotismo puede con ¨¦l¡±, confiesa el hermano, dos a?os mayor. Pero esa misma manera de vivir las carreras es la que destapa tambi¨¦n uno de sus puntos fuertes, seg¨²n el otro Espargar¨®: ¡°Cuando sale a la pista lo da todo. Es muy importante que seas capaz de dar t¨² lo que le falta a la moto y ¨¦l sabe hacerlo¡±. Esa lucha entre el derrotismo por los malos resultados y la euforia de las victorias ha sido la dicotom¨ªa que ha marcado la temporada de Pol, que se ha quejado continuamente de los neum¨¢ticos y de la falta de entrenamientos extra.
¡°Creo que con los a?os se ha vuelto m¨¢s nervioso¡±, relata su hermano. ¡°Sabes que se le ha pasado el cabreo cuando empieza a hacer alguna bromita¡±, apunta Jacques Roca, otro de sus mec¨¢nicos, que certifica que este a?o no se ha divertido como el anterior.
Espargar¨® siempre sac¨® provecho de su agresividad al manillar, las fuertes frenadas no se le resisten, hasta este a?o, en el que le ha costado encontrar buenas sensaciones con unas gomas que premiaban a los pilotos con un estilo m¨¢s fino. ¡°De su pilotaje destacar¨ªa el nivel que es capaz de dar en las ¨²ltimas vueltas. Y en el cuerpo a cuerpo es muy bueno; cuando llega a los ¨²ltimos giros con m¨¢s rivales sabes que, si uno de ellos no es M¨¢rquez, saldr¨¢ ganando¡±, explica Roca. La referencia a M¨¢rquez es obligada. Fueron rivales desde que se bat¨ªan en tierras catalanas. El actual l¨ªder de MotoGP, un a?o menor, se le adelant¨® en casi todo, le gan¨® el t¨ªtulo de 125cc en 2010 y el de Moto2 el a?o pasado. Pero Espargar¨®, que se grab¨® en la piel el lema Never give up (no te rindas nunca) no ha descansado hasta ser campe¨®n del mundo.
Ahora Espargar¨®, un chico despistado e independiente, que se busc¨® unos adosados junto a su hermano cuando ten¨ªan 18 y 20 a?os ¡ª¡°A menos de cinco kil¨®metros de casa de nuestros padres¡±, matiza Aleix¡ª, ya no lo pensar¨¢ m¨¢s. ¡°Todav¨ªa no me lo acabo de creer. Quiero digerirlo bien y celebrarlo con el equipo. Les debo el t¨ªtulo a ellos por hacerme creer que era mejor que nadie¡±.
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