Una pareja inaguantable
La movilidad y los goles de Villa y Diego Costa tumban a un Athletic raqu¨ªtico
En su reducci¨®n m¨¢xima el f¨²tbol es gol y el Atl¨¦tico tiene una pareja de delanteros muy da?ina por remate y desmarque. Entre los dos derribaron al Athletic, raqu¨ªtico, sin apenas capacidad de una respuesta que hiciera atisbar que en alg¨²n momento ten¨ªa algo que pintar en el partido. Una primera parte completa y brillante le bast¨® a los de Simeone para llevarse un partido, que nunca termin¨® de cerrar, pero del que tampoco perdi¨® el control.
No son Villa ni Diego Costa delanteros que conciban su posici¨®n desde la espera, aunque ense?en de vez en cuando la quietud afilada de los cazagoles. Lo suyo es m¨¢s la b¨²squeda constante del agujero, con o sin bal¨®n. La t¨ªpica pareja que desquicia centrales, como bien pudieron comprobar Gurpegi y Laporte, primero, y despu¨¦s San Jos¨¦, cuando se recicl¨® de mediocentro a central por la lesi¨®n de Balenziaga. Todos probaron lo que supone medirse a una pareja que parece en trance, que en esa misma reducci¨®n al gol, con los n¨²meros que presenta y el armaz¨®n s¨®lido que tiene detr¨¢s, le permiten al Atl¨¦tico esa candidatura que no reconoce exteriormente, pero que s¨ª siente a su modo, en el partido a partido.
ATL?TICO, 2 - ATHLETIC, 0
Atl¨¦tico: Courtois; Juanfran, God¨ªn, Miranda, Filipe Luis; Adri¨¢n, Tiago, Gabi; Koke; Villa (Cebolla Rodr¨ªguez, m. 80) y Diego Costa. No utilizados: Bono; Ins¨²a, Guilavogui, ?liver Torres, y Alderweireld.
Athletic: Iraizoz; Iraola, Gurpegi, Laporte (Albizua, m. 69), Balenziaga (Erik Mor¨¢n,m. 36); ,Mikel Rico, San Jos¨¦, Be?at (Susaeta, m. 53); De Marcos, Muniain y Aduriz. No utilizados: ; Herrer¨ªn, Ibai, Ekiza, y Ander Herrera.
Goles: 1-0. M. 36. Villa. 2-0. M. 40. Diego Costa.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Expuls¨® a Erik Mor¨¢n (m. 78) por doble amarilla. Amonest¨® a Miranda, God¨ªn, Iraola, Muniain, Juanfran, Diego Costa, Ra¨²l Garc¨ªa.
Unos 53.000 espectadores en el Calder¨®n.
Casualidad o no lo cierto es que los jugadores abrieron el partido por el flanco en el que estaba en superioridad cuando Balenziaga era atendido en la banda. Un centro pasado de Adri¨¢n no lo alcanz¨® Costa y el rechazo lo caz¨® Villa con una volea de derecha que se estamp¨® en la porter¨ªa de Iraizoz. El tanto supuso la culminaci¨®n de una b¨²squeda de media hora larga, casi siempre con Diego Costa de protagonista.
Plante¨® Valverde un equipo corto y adelantado, que le vino bien y mal. Bien para impedir que el Atl¨¦tico saliera ganador con claridad de las segundas jugadas. Mal porque se expon¨ªa demasiado a las carreras de Costa y a alguna que otra de Villa, que a la mejor¨ªa que ense?a hay que a?adir que la mayor¨ªa de los balones que toca en la periferia del ¨¢rea los mejora para sus compa?eros. Dej¨® un par de taconazos y unos cuantos pases al hueco que recordaron su mejor versi¨®n. Incluidos dos recortes seguidos finalizados con un disparo. En las horas bajas, cuando m¨¢s se le notaba la falta de chispa era cuando encarba el uno contra uno. Ahora parece suelto y afilado, m¨¢s encajado en el equipo y m¨¢s ensamblado con su pareja de ataque.
Nunca pudo el Athletic superar l¨ªnea por l¨ªnea al equipo de Simeone, que volvi¨® a apostar por Adri¨¢n como reemplazo de Arda. Jug¨® en la banda derecha y no particip¨® mucho, pero cuando lo hizo rebrotaron las esperanzas de volver ver a su verdadero nivel. Trabajar, trabaj¨®, porque eso es innegociable en este equipo y dej¨® buenos balones. Est¨¢ empe?ado Simeone en rehabilitarle, en uno de esos casos en los que un entrenador le tiene una fe ciega a quien tanto le dio en el pasado.
La otra gran amenaza para el Athletic era que el Atl¨¦tico se afinara en esas combinaciones r¨¢pidas y cortas cuando recupera la pelota en el centro del campo. Fue Villa el que la recuper¨®, solt¨® un taconazo y le abri¨® la perspectiva a Koke para que lanzara a Diego Costa. Piso ¨¢rea decidido la nueva adquisici¨®n de Del Bosque, imparable como parece, y se salt¨® a Iraizoz con un toque de esos cruzados con el interior que poco antes se le hab¨ªa marchado por poco en otro buen pase de Koke.
Villa dej¨® un par de taconazos y unos pases al hueco que recordaron su mejor versi¨®n
Cuando se verticaliza el Atl¨¦tico puede arrollar a cualquiera. Gabi puede jugar igual en largo que en corto y Tiago tiene el pase que va a la cabeza y casi siempre con la idea de romper l¨ªnea a un toque. San Jos¨¦ y Mikel Rico, los dos equilibristas de Valverde no pudieron imponerse. Peor y m¨¢s preocupante fue lo de Be?at y Muniain. El primero nunca encontr¨® ni el sitio ni el ritmo, ni la jerarqu¨ªa para imponerse. El otro no se encuentra como futbolista. De repente ha perdido ese f¨²tbol gaseoso y revoltoso que le caracterizaba. Sin nadie que le alimentara, Aduriz nunca pudo ser una amenaza.
No ampli¨® ventaja el Atl¨¦tico en el segundo tiempo, aunque pudo hacerlo en un par de ocasiones claras de Villa, un cabezazo tras una precisa rosca de Adri¨¢n y de Costa. Quiz¨¢ la m¨¢s clara la tuvo Ra¨²l Garc¨ªa, al que le lleg¨® la pelota por la generosidad de Diego Costa y Gabi, que prefirieron el pase ante Iraizoz antes que rematar. Ra¨²l Garc¨ªa empal¨® la cadena de pases, pero Iraizoz se present¨® raudo en el segundo palo para hacer la parada de la noche y erigirse en el mejor de un equipo que fue aplastado en el medio y destartalado arriba por una pareja letal.
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