?Perder ahora para ganar despu¨¦s?
En 1997, los Spurs de San Antonio se aseguraron la primera elecci¨®n en el draft de la NBA despu¨¦s de haber ganado 20 partidos la temporada anterior. El equipo escogi¨® a Tim Duncan. Los Spurs pasaron casi de la ¨²ltima posici¨®n a la primera, y la temporada siguiente ganaron el campeonato.
Desde entonces, los equipos de la NBA recuerdan esta historia para justificarse por desperdiciar una temporada: perder deliberadamente para sacar partido de las inquietudes socialistas de la NBA, que otorga a los equipos perdedores m¨¢s posibilidades de hacerse con un jugador de ¨¦lite. El inter¨¦s por los r¨¦ditos de jugar mal ha sido especialmente intenso esta temporada; los expertos afirman que el draft de 2014 estar¨¢ repleto de j¨®venes larguiruchos que podr¨ªan cambiar la suerte de alguno de los colistas de la NBA.
David Berri es un economista de la Universidad del Sur de Utah especializado en la naturaleza predictiva de las estad¨ªsticas de la NBA. Esto es lo que ha descubierto con su estudio del fen¨®meno de la derrota deliberada:
De los equipos que ganaron 25 partidos o menos desde 1984-85: el 2,3% gan¨® 54 partidos o m¨¢s la temporada siguiente; el 3,9% gan¨® 54 partidos o m¨¢s dos a?os m¨¢s tarde; el 5,7% gan¨® 54 partidos o m¨¢s tres a?os m¨¢s tarde; el 10,1% gan¨® 54 partidos o m¨¢s cuatro a?os m¨¢s tarde; el 10,6% gan¨® 54 partidos o m¨¢s cinco a?os m¨¢s tarde.
En definitiva, cerca del 90% de los equipos que ganaron 25 partidos o menos ya no compiten cinco a?os despu¨¦s. Lo cual hace pensar que es muy poco probable que la estrategia de perder deliberadamente conduzca al ¨¦xito en la NBA.
Hay otros detalles que parecen respaldar los hallazgos del estudio de Berri, que apuntan a que la NBA no es tan socialista como pretende. Solo ocho franquicias han ganado el campeonato en los ¨²ltimos 30 a?os. Y a medida que las estrellas son m¨¢s conscientes del potencial publicitario de los equipos con m¨¢s seguidores, se hace m¨¢s dif¨ªcil imaginar que determinados equipos lleguen a ganarlo alguna vez. (?Va por ti, Milwaukee!).
Es poco probable que los equipos malos se conviertan en buenos por el procedimiento de ser peores
Otras complicaciones adicionales: los seleccionados que encabezan el draft suelen ser j¨®venes, y en general necesitan varios a?os para desarrollarse. En la NBA, al cabo de cuatro a?os los equipos pierden los derechos sobre los jugadores seleccionados. Cualquier censo de la NBA recoge casos de primeras opciones que llegaron a la cima, pero en el gimnasio de otros. Me viene a la mente el caso de un tal LeBron James.
Es posible que el seguidor medio de un mal equipo est¨¦ exclamando ahora: ¡°?Vale! ?Lo pillo! Pero as¨ª y todo, la esperanza de pescar a un jugador como la supuesta estrella del draft de 2014, Andrew Wiggins, bien vale una mala temporada! ?Qu¨¦ me dicen, si no, de esos Spurs?¡±. (Lo cual ser¨ªa muy largo de exclamar, pero da igual).
Tengo algunas noticias descorazonadoras para ese chico. Los Spurs de San Antonio de 1997 eran malos no porque perdiesen deliberadamente, sino porque el centro del Olimpo del equipo, David Robinson, se perdi¨® casi toda la temporada por culpa de las graves lesiones que sufri¨® en la espalda y en el pie. El equipo probablemente gan¨® un campeonato de la NBA no tanto porque reclut¨® a Tim Duncan como porque el cuerpo de David Robinson se recuper¨®.
En general, los malos equipos lo son por alguna raz¨®n. Y este a?o es poco probable que los equipos malos se conviertan en buenos por el procedimiento de ser peores.
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