A Ancelotti se le rompe el plan
La lesi¨®n de Khedira, seis meses de baja por una rotura de ligamentos, desmonta la estructura del mediocampo en el Madrid y Alemania teme que se pierda el Mundial
Los entrenadores, como los jugadores, los directivos o los aficionados, viven el f¨²tbol desde la parcialidad de su mundo interior. Ah¨ª donde muchos aficionados ve¨ªan a un futbolista desorientado, ah¨ª donde el presidente Florentino P¨¦rez detectaba el equivalente a un cortocircuito en el juego, Carlo Ancelotti se admiraba ante valores intangibles. El t¨¦cnico del Madrid contemplaba a Sami Khedira y juzgaba que el alem¨¢n le ofrec¨ªa despliegue, concentraci¨®n ininterrumpida durante 90 minutos, y eso que llamaba ¡°agresividad mental¡±, disposici¨®n an¨ªmica que le impulsaba a interponerse entre el adversario y su porter¨ªa cada vez que olfateaba el peligro. No es que robara m¨¢s balones que otros, ni que hiciera nada vistoso con o sin la pelota. Es que sab¨ªa obstruir al adversario como nadie. Ante estas aseveraciones, a quien se le quedaba mirando con ojos incr¨¦dulos, Ancelotti le suger¨ªa que repasara el v¨ªdeo del derbi, donde se ve claramente c¨®mo Khedira impide un gol cantado del rojiblanco Koke simplemente estorb¨¢ndole.
Si la baja de Khedira supone un drama para alguien, adem¨¢s de para el propio Khedira, es para Ancelotti. El medio centro alem¨¢n, de 26 a?os, se rompi¨® el ligamento colateral medial y del cruzado anterior de su rodilla derecha, el viernes en Mil¨¢n, durante un amistoso entre Alemania e Italia (1-1). Los m¨¦dicos de la federaci¨®n germana anunciaron el s¨¢bado que estar¨¢ seis meses de baja, tiempo est¨¢ndar de recuperaci¨®n de las roturas totales de ligamentos de rodilla. Tiempo suficiente para destrozar los planes de Ancelotti, que desde el primer amistoso de pretemporada intent¨® demostrarle a Florentino P¨¦rez que el medio campo m¨¢s competitivo que le pod¨ªa ofrecer era el compuesto por Alonso, Khedira y Modric. El presidente nunca acab¨® de convencerse pero, despu¨¦s de muchas alteraciones, el entrenador se reafirm¨® por fin en su posici¨®n, y frente al Juventus y a la Real, en los dos ¨²ltimos encuentros disputados, mantuvo al tr¨ªo elegido con resultados m¨¢s o menos convincentes.
En los partidos de cabotaje, el medio centro pod¨ªa ser cualquiera; en los importantes, siempre lo era el alem¨¢n
Ning¨²n jugador generaba m¨¢s recelos en el palco del Bernab¨¦u, pero Ancelotti no ten¨ªa dudas: en los partidos de cabotaje, el medio centro pod¨ªa ser cualquiera; en los partidos importantes, siempre Khedira. El vestuario vio en esa alternancia la prueba fehaciente de una administraci¨®n ¡°pol¨ªtica¡± de la plantilla. Los jugadores creen que Ancelotti pon¨ªa a Illarramendi para satisfacer a la directiva, pero a la hora de jugarse los puntos no dudaba nunca de Khedira. La devoci¨®n del italiano no resultaba extra?a. Entrenadores de distinta escuela han elogiado al medio centro: Cappa, Mel, L?w, o Mourinho, que lo fich¨® del Stuttgart por unos 10 millones de euros. Es raro el t¨¦cnico que no vio en Khedira al h¨¦roe incomprendido por la masa ignorante.
La lesi¨®n de Khedira, por haberse producido en jornadas de selecci¨®n, da derecho al Madrid a acogerse al programa de protecci¨®n de clubes de la FIFA, que prev¨¦ indemnizaciones de hasta un m¨¢ximo de 7,5 millones de euros por futbolista y lesi¨®n. Se calcula teniendo en cuenta el salario fijo del jugador, bas¨¢ndose en una compensaci¨®n diaria prorrateada de hasta 20.548 euros por d¨ªa, a pagar como m¨¢ximo durante 365 d¨ªas. El c¨®mputo cesa cuando el futbolista vuelve a entrenarse con normalidad. Si Khedira permanece de baja seis meses el Madrid podr¨ªa cobrar unos 3,7 millones de euros.
Hay pocos precedentes de jugadores que hayan vuelto a su m¨¢ximo nivel de una rotura de ligamentos cruzados en menos de seis meses. Quiz¨¢ Xavi Hern¨¢ndez antes del Mundial de 2006 es uno de ellos. A Khedira, mucho m¨¢s corpulento que Xavi, le costar¨¢ m¨¢s trabajo ponerse a punto y disputar el Mundial de Brasil a pleno, como especulan los m¨¦dicos alemanes. Lo ¨²nico seguro es que Ancelotti tendr¨¢ que revisar su programa y adentrarse en un terreno en el que ha desconfiado. Perdido su mast¨ªn favorito para Liga y Champions, no le quedar¨¢ m¨¢s remedio que dar m¨¢s responsabilidades a Illarramendi, o a Casemiro.
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