El ataque masivo del Atl¨¦tico
De los 13 jugadores de campo utilizados por Simeone ante el Getafe, solo Alderweireld no remat¨® a puerta ¡ñ Los siete goles rojiblancos fueron fruto de siete pasadores distintos
¡°Mira qu¨¦ linda, mira qu¨¦ linda¡±, le gusta decir a Simeone cuando observa un buen centro durante los ejercicios destinados a perfeccionar el remate. En ellos, el entrenador rojiblanco es capaz de memorizar los goles que lleva cada uno de los jugadores que intervienen. Si alguno acierta poco, se lo recuerda cant¨¢ndole la cifra que lleva. Le da igual que sea un defensa central, un lateral o un centrocampista defensivo.
Pocas cosas seducen m¨¢s a Simeone como el gol entendido desde la m¨¢xima concreci¨®n del juego, como verdad incuestionable de los partidos cuando mira al marcador. Cualquier futbolista del Atl¨¦tico es trabajado semanalmente para mejorar su relaci¨®n con el gol y optimizar las llegadas al ¨¢rea independientemente de su demarcaci¨®n. El Cholo puede dedicar casi una sesi¨®n entera a esa tarea si lo cree conveniente. Y la intensidad es m¨¢xima, jaleada por ¨¦l mismo y sus ayudantes.
El crecimiento del equipo tambi¨¦n tiene que ver con esa soltura colectiva frente a la porter¨ªa contraria. Desde la temporada 57-58, el Atl¨¦tico no alcanzaba los 38 goles en las 14 primeras jornadas de Liga. El curso pasado, el primero con Simeone desde el inicio, alcanz¨® los 29 a estas alturas de campeonato.
La goleada endosada al Getafe result¨® de un ataque masivo e incesante. Una descarga brutal de llegadas en las que solo dos de los futbolistas del Atl¨¦tico alineados se fueron sin probar suerte en el remate. Uno fue Courtois y el otro el central Alderweireld. El partido fue una bacanal rematadora del Atl¨¦tico (27), casi una decena m¨¢s de lo que promedia este curso. En ning¨²n partido de lo que va de temporada se hab¨ªa prodigado tanto en el remate. Lo m¨¢s parecido que se ha visto esta temporada fue ante el Austria de Viena (24) y el Celta (23).
Cada rojiblanco recibe indicaciones para mejorar su relaci¨®n con el gol
Villa y Ra¨²l Garc¨ªa, los dos bigoleadores del derbi, remataron cinco veces cada uno. Adri¨¢n, en media hora, lo intent¨® tres veces. Juanfran y Filipe Luis, adem¨¢s de una bater¨ªa de buenos centros e incursiones, dispararon dos veces cada uno, las mismas que Tiago y Arda. Gabi, Diego Costa, ?liver, Miranda y Koke lo hicieron una vez. ¡°Fue el partido perfecto¡±, resumi¨® Adri¨¢n en una noche en la que el Atl¨¦tico super¨® los cinco goles que el Madrid le hizo al Almer¨ªa y los cuatro que le marc¨® el Barcelona al Granada. Los siete goles tuvieron siete pasadores distintos. El Atl¨¦tico se desat¨® y protagoniz¨® un ataque de ambici¨®n goleadora. Apoyado en combinaciones r¨¢pidas y precisas, hubo muchos ataques en los que seis y siete jugadores rojiblancos se descolgaban en busca del gol o de darlo.
Desde que se hizo cargo del equipo, va ya para dos a?os, una de las tareas en la que m¨¢s empe?o ha puesto Simeone ha sido la de democratizar el gol, que no fuera una parcela exclusiva de los delanteros. ?l mismo fue un gran llegador, un centrocampista que cuando su equipo ten¨ªa el bal¨®n nunca corr¨ªa hacia atr¨¢s. Siempre buscaba el espacio libre cuando soltaba la pelota, bien para pisar ¨¢rea, bien para generar un espacio con un movimiento de distracci¨®n. La misma decisi¨®n con la que ¨¦l se desenganchaba para asomarse al ¨¢rea trata de impregnar en un plantel que no duda de ¨¦l porque lo que trabaja en los entrenamientos suele reproducirse en los partidos.
Hay mucho del Simeone futbolista en el juego ofensivo del Atl¨¦tico, en el aprovechamiento de los espacios a trav¨¦s de movimientos que favorecen la llegada de los centrocampistas por el carril del medio. No cuenta con dos delanteros al uso. Diego Costa y Villa no ejercen de referencias fijas en el ¨¢rea. Uno suele partir ligeramente ca¨ªdo a la derecha y el otro a la izquierda. Eso propicia huecos para los llegadores de la segunda l¨ªnea y mucho desconcierto en las defensas rivales, principalmente en los centrales, que muchas veces quedan divididos y alejados entre s¨ª por las maniobras de Villa y Diego Costa fuera y dentro del ¨¢rea.
Si hay un futbolista que interpreta bien la llegada desde la segunda l¨ªnea ese es Ra¨²l Garc¨ªa, que entre Liga y Champions suma ya siete goles. Si la temporada pasada Costa se agrand¨® como jugador n¨²mero 12, en esta es el navarro el que aprovecha cada minuto que se le concede. En este sentido, el partido con el Zenit en San Petersburgo, para el que Simeone no ha contado con medio armaz¨®n (Villa, Diego Costa, Tiago, Arda, God¨ªn y Filipe Luis) ser¨¢ una de esas pruebas en las que el t¨¦cnico medir¨¢ aquello que le importa de verdad: la capacidad competitiva de los no habituales, a los que a?adi¨® a los juveniles Lucas, Ndoye y Alex D¨ªaz.
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