La ¨²ltima asistencia al campe¨®n
Diony Cagigas, un ingeniero de Santo?a, deja Red Bull despu¨¦s de cinco a?os en los que ha contribuido directamente a los cuatro t¨ªtulos mundiales de la escuder¨ªa energ¨¦tica
Hace justo un a?o, en este mismo circuito de Interlagos, a Dionisio Cagigas se le encogi¨® el coraz¨®n unos segundos, aunque el susto le dur¨® algunos minutos m¨¢s. Este santo?¨¦s de 31 a?os es uno de los ingenieros de datos de Red Bull, o sea, uno de los encargados de recibir la informaci¨®n de los m¨¢s de 350 sensores instalados en cada uno de los dos monoplazas de la escuder¨ªa energ¨¦tica, esos que certifican que todo va bien y que tambi¨¦n alertan de cu¨¢ndo alguno de los componentes falla. En la ¨²ltima parada del calendario de 2012, Fernando Alonso y Sebastian Vettel se jugaban el t¨ªtulo, y ya se sabe que este escenario siempre provoca emociones fuertes. A 300 metros de la arrancada, el Williams de Bruno Senna se le vino encima al alem¨¢n, que no pudo hacer nada para evitarlo. Metido en la oficina y con los ojos pegados a la pantalla del ordenador, a Cagigas se le hel¨® la sangre cuando se dio cuenta de que el indicador de velocidad del b¨®lido de Vettel marcaba 0. Instant¨¢neamente dirigi¨® su mirada hacia el monitor de televisi¨®n y lo que vio fue al chico de Heppenheim al rev¨¦s, encarado a un pelot¨®n de coches que le pasaban por todos lados, muchos de ellos a un dedo.
Baby Schumi reinici¨® la marcha y fue recuperando posiciones hasta cruzar la meta el sexto, un resultado que le permit¨ªa asegurarse la tercera corona consecutiva de las cuatro que acumula ya en su hoja de servicios. En todas ellas ha contribuido el c¨¢ntabro, que lleg¨® a la escuder¨ªa de Milton Keynes en 2008 y que ayer hizo su ¨²ltima contribuci¨®n a la causa de Vettel, ganador del ¨²ltimo gran premio, ante Webber y Alonso, de un 2013 que ha dominado a su antojo a partir de verano. ¡°Un doblete no est¨¢ mal para despedirse, ?eh?¡±, comentaba el t¨¦cnico a este peri¨®dico.
Para Diony, como as¨ª est¨¢ escrito su nombre en el polo corporativo ¡ª¡°con y para diferenciarme de mi padre, un ingeniero como yo que por la crisis tuvo que pillar una librer¨ªa¡±¡ª, esta fue su ¨²ltima carrera en la F-1. Al menos por el momento, despu¨¦s de seis a?os de viajes por todo el mundo y horarios maratonianos. Para ¨¦l, vivir en Gran Breta?a, lejos de su familia, amigos y pareja, comenzaba a ser demasiado duro de llevar, y es por eso que ha decidido parar para regresar a Espa?a. ¡°Lo que pasa es que llega un momento en que uno tiene que plantearse qu¨¦ quiere. Si optas por quedarte aqu¨ª, tu vida se centra en el paddock y en el cuartel general. Y eso pesa mucho¡±, argumenta Cagigas.
La historia de este ingeniero industrial esconde una buena carga parad¨®jica. ¡°Estudi¨¦ en la Universidad de Cantabria, march¨¦ de Erasmus y luego a trabajar a Madrid. Un d¨ªa, en el metro, me dieron un peri¨®dico gratuito y repar¨¦ en un anuncio de las Becas Fernando Alonso, una dotaci¨®n de 42.000 euros. La solicit¨¦, me llamaron, pas¨¦ los ex¨¢menes de selecci¨®n y me la dieron¡±, detalla el protagonista de esta historia, que de sopet¨®n se vio en Oxford realizando un m¨¢ster de automoci¨®n deportiva. Al terminarlo volvi¨® a Santo?a y se puso a mandar curr¨ªculos a varias empresas, entre ellas Red Bull, que ten¨ªa una vacante en su divisi¨®n de simulaciones: ¡°En noviembre pas¨¦ las pruebas y al mes siguiente entr¨¦ en el equipo¡±.
Si no hay un buen coche, no ganas. Pero sin un buen piloto, tampoco¡± Cagigas
Desde entonces hasta hoy, que ya no forma parte de la escuder¨ªa del b¨²falo rojo, ha pasado por varios departamentos. En 2009 y 2010 en la divisi¨®n de simulaci¨®n, en la f¨¢brica, y en 2011 en la de control, ya en los grandes premios, por m¨¢s que el primer a?o lo hiciera como j¨²nior, al lado del titular de ese puesto. Estas dos ¨²ltimas temporadas ya lo ha hecho con plenos poderes, una promoci¨®n que tambi¨¦n ha significado un aumento significativo de su responsabilidad. Las cosas no pod¨ªan haber ido mejor ni para ¨¦l ni para su equipo: cuatro dobletes consecutivos y la mayor¨ªa de r¨¦cords de precocidad abrasados. Aprovechando la coyuntura, la pregunta es obligada: ?Tan bueno es Vettel? ¡°La cosa es bien sencilla, si no hay coche no ganas, pero si hay coche pero no hay un buen piloto, tampoco¡±, responde Cagigas, que ahora se dispone a lanzarse de nuevo a buscar trabajo, aunque sus credenciales sean ahora infinitamente mejores que las que ten¨ªa la ¨²ltima vez que lo hizo. Si alguien tiene dudas, que pregunte al campe¨®n del mundo.
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